Creo que es mi útima botella....

El vino sigue siendo una verdadera maravilla, sobre todo por su suavidad y elegancia.

La nariz continúa muy variada y sobre todo elegante, ha perdido algo de los aromas primarios y ha ganado en terciarios, todo muy bien ensamblado y dando notas de gran calidad.

La boca es más de lo mismo, es complejo, atractivo, expresivo, pleno de sapidez, pero ha perdido esa potencia y ha ganado en elegancia, no obstante sigue siendo una verdadera "joyita".

Le bajo un poco la puntuación, ya que después de haber disfrutado un oloroso 78, casi todos los vinos del mundo se quedan "pequeños".

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar