Imaginaros un volcan que os pide agua y no teneis. Qué castigo divino nos

Imaginaros un volcan que os pide agua y no teneis. Qué castigo divino nos espera. Sentado ante el pentium con una copa de cañon tulipan decapitado se desatan las pasiones: regaliz, cobre de azucar, manzanas de caramelo. El color de rubies indios y ciruelas negras.En la copa pergaminos de cera bajan lenta y pausadamente hasta el borde de una circunferencia de tabaco y cereza. En la lengua me subleva la oxitocina y produce memorias persistentes de paseos por entre zarzas y bosques lejanos, pequeñas yerbas y meriendas de foie. Muy largo despues de una copa.El perfume persiste.