Joven y prometedor

Color amarillo limón con destellos naranjas y oro viejo, limpio y brillante, con lágrima abundante y sin sedimento. Muy poco evolucionado.

Más cerrado al principio que el 55, con notas de champiñones y terrosas, que van abriendo a tonos muy cítricos aún, juveniles incluso. Tras un buen par de horas abierto, se empiezan a intuir aromas a miel y orejones sobre ese fondo de piel de limón.

En boca tiene una más que notable acidez, es muy fresco, con volumen, no se percibe la madera ni apenas el azúcar, se muestra vivísimo y marcadamente cítrico, pero alejado de la enorme complejidad de su hermano mayor.

Todo indica que este vino está en pañales y que tiene muchísimo recorrido. Con todo, está a un nivel sobresaliente, pero cuando tienes al lado a ese fuera de serie de matrícula que fue el 55, pues toda comparación es odiosa.

Recomendado por 1 usuario

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar