Recuperando los antiguos semidulces riojanos

De color oro viejo, luminoso. Reflejos dorados y ambarinos, vivos, brillantes. Marcada sensación de grosor, lágrimas gruesas.

En nariz se presenta totalmente abierto, de fuerte intensidad, acompotado, muy maduro. Predominan todo tipo de notas de fruta escarchada, membrillo, miel de acacia, flores silvestres, con un fino toque mentolado a salvia y yedra, y fondo de crianza clásica a ceras, ebanistería, soleras viejas y tinos mojados. Se ha dejado reposar durante un par de horas para ver a dónde nos llevaba. Gana en complejidad y en profunidad. Aparecen cítricos dulces, monte mediterráneo, garrigas, pimienta blanc, y un recuerdo botrytizado muy curioso de fondo que viene y se va.

En boca es carnoso y levemente abocado. Muy integrado, armónico, redondo, con una brillante acidez que contrarresta las sensaciones dulzosas y avainilladas. Limado por los años pero aún joven. Ordenado, sabroso, confitado, larguísimo.

Un excelente ejemplo de esos grandes dulces, semidulces y abocados de carácter tradicional que durante años fueron emblema de Rioja y que desgraciadamente han caído en el olvido. Digno predecesor del actual Viña Albina Semidulce Reserva. Se bebe con deleite.

Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2013/09/monte-real-1964-blanco-reserva-semidulce.html

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