De color dorado-ambarino, con mucha sensación de grosor, ligeramente granulado. Pequeños precipitados en la base de la botella. Reflejos anaranjados y dorados, luminoso.
En nariz nos encontramos con un blanco poco habitual, cítrico, cremoso, abierto. Despuntan aromas de fruta roja a mondaduras de naranja, nectarinas y un punto a salmuera de limón. Tiene un suave fondo de tostados y maderas viejas, envinados, rancios. Nada intrusivo. A todo esto se le suma un recuerdo intenso a manteca de cacao, licorosos y notas de bollería, fruta escarchada, coca de San Juan... Cremoso, especiado (vainilla, nuez moscada), con poca sensación reductiva.
En boca es grueso, cremoso, avainillado, de estilo reposado, con una acidez suficiente sobre la que se asienta la fruta dulce de pulpa, chirimoya, ciruelas amarillas. Poca incidencia de la barrica y una ligera sensación de ducedumbre que se mantiene en boca. Nada tiene que ver con el Viña Soledad de la misma bodega.
Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2013/08/diamante-1961-blanco-reserva.html