Botella tomada en restaurante.
De color amarillo pálido con reflejos verdosos y lagrima de cierta densidad.
En nariz predominan los aromas cítricos con algún apunte de fruta blanca de hueso y ligeros toques herbáceos.
En boca se muestra super fresco, con una acidez directa y afilada y un postgusto de medio recorrido, muy cítrico y con un final ligeramente amargo.
La verdad es que me ha sorprendido gratamente y siguen en esta dirección solo habrá que esperar a que las cepas envejezcan un poco para poder disfrutar de grandes vinos.

Vino de un nuevo proyecto vinícola en Cantabria, concretamente en el municio de Cieza, sito en la cuenca del rio Besaya y dirigido por un empresario torrelaveguense.
El vino se presenta en una botella color topacio oscuro y vestido con una etiqueta colorida y medieval, haciendo un guiño a su nombre Behetría.
A la vista tiene color amarillo pálido, limpio y brillante. Buena y densa lágrima que se desliza con lentitud por la copa.
En nariz tiene una intensidad media, notas cítricas, algo de piña, fruta de hueso.
En boca está fino,elegante, algo de untuosidad, glicérico, buena acidez que le dará vida y que te ensaliba la boca y un ligero recuerdo a los vinos verdes. Vuelven las frutas de la fase olfativa.
Grato paso de boca. Me dá una permanencia de 2,15.
En el lugar donde le compré me indicaron que era la primera cosecha que comercializaban y que era el 5º año de sus cepas.