Un paso por detrás del 1981 pero a grandísima altura

De color rubí rojizo de capa media-alta, bastante más extraído que otras añadas similares. Reflejos rojizos, brillante, con ligeros precipitados, algo tubrio, borde cobrizo.

Potente y abierto, envolvente, aromático, con fuerte expresión a fruta negra ligeramente reducida pero muy fragante. Un tinto de marcado carácter varietal: grosella negra, arándanos, ciruelas maceradas y un toque balsámico y de hierbas aromáticas que nos recuerdan su origen meridional. Va abriéndose con sensaciones térreas de calidad, sotobosque, humus, trufa negra. Elegante y potente a la par, cambiante, en plena forma. Con las horas acaban por imponerse los aromas de cedro, maderas nobles, tabaco de pipa, cuero viejo, moca, pimienta negra, ahumados...

Resplandece por la fuerte acidez y por su enorme cantidad de fruta con un matiz picante. Concentrado, profundo, puro, dotado de gran estructura y de un espinazo que le permitirá aguantar más años. Especias, cacao en polvo, amargosos y un deje de dulcedumbre de calidad. Complejo, muy elegante, pulido, con un taninos finos, redondos, grasos. Tenemos la sensación de estar ante un Mas La Plana con 10 años menos de los que realmente tiene. Un paso por detrás del mítico Gran Coronas 1981 pero sin dudas de lo mejor de la década de los 80.

Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2013/08/torres-gran-coronas-etiqueta-negra-1983.html