Resulta interesante este Vino de la Tierra de Mallorca pero quizás algo difícil de beber para los no aficionados.
Visualmente se presenta con un color picota con tendencia al rubí, de capa media no demasiado cubierto y algo turbio, con ribete granatoso.
En fase olfativa, a copa parada es ya intenso, mostrando notas herbáceas que se combinan con aromas de carne fresca, algo de alquitrán y final alcohólico. Tras abrirlo un poco aparece una sucesión de aromas que mantienen las notas herbáceas a las que ahora se suman algo de madera, toques minerales, especias (sobre todo pimienta negra), montebajo y algo de urea. Tras unos segundos se cierra y vuelven a aparecer las notas iniciales de alquitrán. Compleja sucesión de aromas pero quizás no totalmente integrados entre sí.
En boca resulta contundente, con cuerpo "espeso" y carnoso, con taninos marcados y una sensación genaral de amargor en el paladar. El postgusto es intenso y persistente, igualmente amargo.
Tras un par de horas el vino se suaviza y se hace menos difícil, lo que todavía ocurre en mayor medida probándolo 24 horas después bien conservado.
En definitiva, vino interesante y nada plano (buen precio, alrededor de los 10 euros) pero quizás algo falto de ensamblaje o tal vez con tiempo por delante para acabar de pulirse en botella.