Amarillo pajizo con reflejos verdosos. En nariz tiene una buena intensidad con aromas frescos herbáceos, cítricos, heno recién cortado, flores blancas y notas de miel. En boca tiene un punto dulce de lichis, buena acidez, pera madura y un punto amargoso final.

Bonita y sencilla etiqueta con bichitos y plantas, ya que es un vino de agricultura ecológica.
Presenta color amarillo pajizo, limpio y muy brillante.
Hay cítricos, flores blancas (azahar), frutas tropicales (piña), pera, herbáceos.
En boca es fresco, muy buena acidez y equilibrio, con una untuosidad más que agradable. Cítricos, herbáceos de nuevo y cierta mineralidad. Con personalidad, bien perfilado, ligeramente amargoso y con persistencia notable.
Buena elaboración Torres.

Color amarillo pajizo, reflejos verdosos, lim`pio, brillante.
En nariz tiene buena intensidad con presencia de aromas cítricos, flores blancas, herbáceos y sensaciones de caramelo de miel y fruta tropical.
En boca es suave, de trago largo, cuerpo medio, presencia frutal con cítricos y frutos tropicales, una buena acidez, leves amargos finales. Persistencia correcta.

No siempre los ecológicos llegan a niveles superiores. Ëste está en ello.

Elaborado 60% con garnacha blanca procedente de Terra Alta y 40% de xarel·lo procedente del Penedés. Está amparado bajo la D.O. Catalunya y su precio en tienda está alrededor de 8€. Además de la certificación europea como vino ecológico dispone también de la Estadounidense (NOP). Con una graduación de 13º y 6 gr/l de acidez es un vino con buena intensidad aromática, herbáceo y algo cítrico, con recuerdos de piña verde y ciertos toques golosos que le dan algo más de volumen. En boca es fresco, ligero, con amargos muy suaves, muy buena sensación de acidez, paso fluido, longitud media y retronasal floral.

Despliega un aroma delicado y en principio más floral que frutal. Recuerda a plátano, piña y más levemente las frutas tropicales. Sale un leve aroma a levadura y miga de pan. Al tiempo sale la pera Willians y de forma delicada muesttra aromas leves de golosinas, melocotón y albaricoque. Hay flores blancas, aroma fresco, dulce.

En boca la entrada es acidulce, algo untuosa, fresco, frutal, con buena acidez, muy fragante, se va quizás un poco rápido, aunque renace con calor en el fondo del paladar. Es amable con relativa sencillez, delicado, "femenino". Pienso que es un vino que va a tener un futuro prometedor. La Garnacha marca el dulzor y la Xarelo la acidez, aunque pienso que daran, ambas, notas de complejidad.