Sin palabras.

Sin palabras, así es como me iba quedando a medida, que iba degustando los diferentes platos de menú gastronómico.

Pero empezare por el principio, la casona del judío gastronómico es un nuevo espacio gastronómico que ha abierto sus puertas y que se suma al bistró casona del judío, dos espacios totalmente separados y que siguen caminos diferentes, ya hable hace un tiempo del bistró y ganas tenía de probar la cocina mas personal de Sergio Bastard.

La primera sensación que uno tiene es de ser un invitado a la casa del chef, ya que el trato con el chef es muy cercano, esta presente en la terminación de todos los platos, que se finalizan delante tuyo y hace que seas participe del porque de cada plato.

Por que lo titulo sin palabras, pues porque después de probar 12+1 platos como pone en el menú, no he encontrado referencias, posibles comparaciones con otros chefs, con otras cocinas, te encuentras con construcciones inéditas, sensaciones diferentes que te dejan sin palabras.

Citare alguno de los platos que degusté,

La sardina ahumada, PX y acelga marina, contrastes, intensidad y sabor.
Tomate pasificado, hierba del rocío y aceite de enebro, impresionante.
El aguacate con junquillo de mar, aceite de vainilla y ulva intestinalis, brutal.
La remolacha, acedera marina, grasa ibérica y hoja de remolacha, inedito.
El canelón de berza pasiega, morcilla de año y suero de mantequilla, el cocido montañés del siglo XXI.
Los guisantes, emulsión de alga codium, alga pistila y flor de calendula, impresionante mar y montaña vegetal.
La cigala ahumada, amaranto con mantequilla noisette y espinaca, no hay referencias.
El bacalao con alga parasita, jugo de roca y bígaros, esquisito.
El cabello de ángel, pipas de calabaza, cacao, acedera marina y clavo, no encuentro comparaciones, muy diferente.

Estos son algunos de los platos que probé, y la verdad ya estoy deseando volver.

Al acabar pude hablar durante un rato con Sergio y me hablo de su filosofía y que estaba trabajando en nuevos platos que espero poder probar pronto.

Para mi, La casona del judío gastronómico puede llegar a ser una referencia en Cantabria.