Restaurante bastante acogedor con una amplitud característica de los

Restaurante bastante acogedor con una amplitud característica de los restaurantes valencianos que triunfan. Aquí se viene a tomarse unos cuantos entrantes típicos de la zona y la paella clásica de verdura y pollo. De hecho no te ofrecen carta sino que directamente te sugieren este planteamiento. Algunos de los entrantes están muy bien, como las puntillas con habitas y los calamares a la romana, otros bastante discretos como las croquetas o el esgarrat "arco iris". La ración de paella está sabrosa y satisface. En cuanto a los vinos ofrecen unas ofertas mensuales y hoy tenían Imperial GR 1982 a 20 euros! Eso sí, el vino lo decantan sin pedirte opinión y la verdad es que presentaba muchos sedimentos. Copas dignas. La carta de vinos tiene que mejorar. No aparecen las añadas en muchos vinos, en Riojas hay muchos pero organizados de forma bastante caótica. Amplia representación de Riojas históricos y a buenos precios. El servicio de sala es atento pero un poco lento en domingo. Uno