Tres hermanos compartiendo un negocio denota mucho amor por el oficio.

Tres hermanos compartiendo un negocio denota mucho amor por el oficio. Esto se plasma en todos los detalles del celler; tanto en la atención que recibimos en la sala, como en la perfección de la cocina. Escogimos el menú sorpresa y, tras un inicio incierto, entramos en una sinfonia, ya no fantástica, sino en continuo crescendo. Tal como comentamos los cuatro comensales, que ya tenemos unos cuantos restaurantes gastonómicos visitados, este tal vez sea el más perfecto en cuanto a la comida, y ya no digamos en cuanto a la bebida.Pasamos una velada muy agradable y con la sensación de haber tardado demasiado en ir al celler de Can Roca. Un 10!