Con cuanta gracia , con imaginación y espartanos medios, se puede montar la sala de un restaurante. Claro que si está con vistas al mar, ni te fijas en estos detalles. O si te fijas, te sorprendes y lo valoras, muy positivamente.
Comimos previo a un arroz , un menú de tapas a siete euros comensal, del que recuerdo principalmente un milhojas de mallorquina y una tapa cuya base estaba hecha de berenjena. Estaban muy bién ejecutadas y el precio ajustadísimo.
El arroz, era de Rape y verduritas. Las verduras, frescas frescas, deliciosas. El arroz, de ejecución y sabor simplemente perfecto. A sólo 9 euros la ración, esto en primera linea de playa, me parece una opción muy meritoria...
Pero , si a lo comentado, le añades un servicio de Chapeau...La experiencia se torna muy, muy recomendable...En el entorno, valoro el servicio, el restaurante y el entorno exterior.
Terminamos con un surtido de cinco minipostres, a cual más bueno y que ya no pudimos con ellos. Con dos dobles de cerveza, una copa de vino blanco y un agua de litro.