Decepcionante. Santi Santamaria es, hoy por hoy, una maquina de hacer

Decepcionante. Santi Santamaria es, hoy por hoy, una maquina de hacer dinero, pero de cocinero, comprometido y apasionado, le queda muy poco.
El lugar, nada impresionante. Aún asi, una vez dentro, cabe destacar la calidez del local, especialmente de la zona "vieja". La cocina, extremadamente mediocre. Sin más para un 3*. Plato de langosta: tal cual, trozo de langosta simplemente cocinada sin ninguna virtuosidad sobre una especie de rulos de pasta. Cordero: del que se debe destacar su textura fibrosa, además de que estaba totalmente seco (donde está la técnica). Eso si, a la presentación del plato le precedió un desfile de la pieza, recien salida del horno, que muestran, tal trofeo.. Fatal. Sepitas: batiburrillo de... producto dudoso. De hecho, el plato se quedó entero. Lo único destacable fueron los postres, más que ellos mismos, la degustación previa.
Hablando del servicio, lento, poco eficiente. Tras observar el plato de sepitas al que ya me he referido, no tuvieron la delicadeza de preguntar absolutamente nada, y evidentemente, lo cobraron (3* Michelin...).
Ah!!! Por último lo más cojonudo. Al acabar la cocina con su actividad, unos quince cocineros limpiaron durante al menos una hora la campana extractora de la cocina. Eso si, únicamente la que se veía a traves del ventanal que asoma al comedor.
En definitiva, menos milongas y más albóndigas. En mi opinión, 3* INMERECIDÍSIMAS. Quiza una...

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