Después de una visita relámpago a Valencia, (únicamente fuimos a disfrutar de una cena en Malkebien con un grupo de amigos), lo que nos hubiera gustado era ir a comer a La Pitanza, pero sabíamos que de hacerlo saldríamos muy tarde y desgraciadamente teníamos que volver pronto hacia Girona, ya según las noticias del hombre del tiempo el frío y las nevadas serían intensas. Al final frío sí, pero de nevadas nada de nada.

Teníamos ganas de visitar el mercado de Valencia para ver si podíamos comprar algo de gamba o pescado, y de paso desayunar bien en alguno de los bares de las cercanías. En el camino desde el parking hasta el mercado no vimos ningún bar que nos llamara la atención, pero como dice Sabina...... “algunas veces cuando menos te lo esperas, el diablo va y se pone de tu parte”, y eso es lo que nos pasó ese día.

No fue hasta que entramos cuando se me iluminó la bombilla al recordar algo leído en Verema relacionado con Ricard Camarena y el mercado de Valencia, preguntamos en uno de los puestos que nos indicó donde lo podíamos encontrar.

Poco puedo añadir a los comentarios de tantos y tan distinguidos foreros no hayan hecho con anterioridad, simplemente señalar que estaba a tope, y contaros nuestra experiencia.

Todo ello lo acompañamos con:

Total 40,90€ para 2 adultos.

Querríamos haber picado algo más ya que veíamos pasar platos sumamente apetecibles, pero no podíamos más.

Personal atento y profesional, entorno y utensilios para comer y beber totalmente correctos, especialmente teniendo en cuenta los precios y que se trata de un Bar.

Dar las gracias al amable diablillo que en esa ocasión se puso de nuestra parte, porque si llegamos a parar a desayunar en uno de los baretos que vimos antes de entrar al mercado, menudo chorreo me cae por parte de la parienta.
Además la noche antes, el amigo “Kopicki” nos invitó un excepcional queso, (cosa que no le agradecí porque me enteré a posteriori, gracias José), un queso que le encantó a mi mujer y del cual preguntó y se apuntó el nombre, con la suerte de que en el mercado encontró un puesto de quesos donde lo tenían, así que esta vez el diablillo se portó como un Ángel.

al Central Bar de Camarena que ayer mismo estrenó Canalla Bistro y del que Javier 46 nos ha dado cumplida información. La semana de la inauguración me pasé y tomé un café rápido y ver el funcionamiento del "invento" Camarena en nuestro Mercado Central.

Hoy he llegado sobre las 10.15 y solo había un sitio libre para sentarse y menos camareros en barra por lo que he tardado en ser atendido. Curiosamente en mi lado solo había un camarero y en la otra barra tres.

A las 10.25 desembarcan tres camareras muy amables (parecen modelos) en sus puestos y esto ya es otra cosa.
Pido un bocadillo de Sepia Mary (4.20) y una copa de Senda del Oro(2.50) que abren en mi presencia servido a buena temperatura y copa Spiegalau acompañado de unas olivas. El bocata correcto llega enseguida en un muy buen pan de chapata. Completo el almuerzo con un cortado en mi caso mejorable. Total 7.90e

Para almorzar esporádicamente está bien, todos los días es otro tema tal como está la economía pero me seduce la idea de acercarme al Mercado Central un día a la semana y empezar a conocer sus puestos porque la verdad es que lo tenía abandonado.

En cuanto pueda me pasaré a la hora de la comida para probar esos platos que si prometen y las sugerencias del día, aunque ya me han dicho que los sábados está imposible. Pero habrá que intentarlo.

Viernes por la mañana sobre las diez y poco... la barra casi vacía así que nos animamos a hacernos un 'esmorzaret'.... Luego se llenó hasta los topes. Tomamos el 'bocadillo del día', una curiosa combinación de sobrasada, miel y huevo frito y un 'Ricard Camarena' (lomo, longaniza y queso curado), cada bocata cuesta 4,2€ y con el se sirve acompañado de un platito de aceitunas variadas... muy ricas. Pan de chapata de buen tamaño. Dos copas de Do Ferreiro ... de su corta pero interesante selección de vinos, servido en copas decentes y 2 cafés... muy ricos. Total 17,60€. Desde luego una vuelta de tuerca más al concepto de bar aunque que juegan sin demasiado riesgo con la materia prima del Mercado Central... por ejemplo ese día ofrecían tres platos basados en la oferta del mercado, entre ellos gamba blanca y navajas a precios bastante razonables. Repetiré....

Sábado por la mañana, el mercado central de Valencia es un hervidero de gente, un ambiente fenomenal, guiris por doquier y las benditas paradas que te intentan seducir con sus productos y excelente presentación...

Un poco de verdura fresca, fruta, algo de carne y a reponer fuerzas....

Me acerco al bar central y por lo visto esta vez el amigo Camarena, está vez ha dado en el clavo...

Al tema, pedí un bocadillo de sepia con salsa mery, bueno, buén pan y suficiente tamaño, tal vez no, para el que se levante a las 5 am y se pase toda la mañana descargando mercancía, pero ese es otro tema.....Doble de cerveza bién tirado y un excepcional café.

Como ya se ha indicado, no hay que buscar en este local una sofisticación gastronómica de cualquiera de los locales de Ricard, no es más que un bar, eso sí un bar con mayúsculas, ya que está magníficamente emplazado en ese entono excepcional y ofrece la posibilidad de tomarse una estupenda selección de vinos por copas ,este aspecto, para un bar , que no un restaurante, es francamente excepcional… El servicio y la atención están también a la altura de lo esperado y muy por encima de un bar normal.

Un tema que creo no se ha comentado es que abren desde las 6h hasta casi las 16h, el problema es que hay mucha gente a todas horas, bueno a las seis, no ☺)…Una buena hora para acudir es entre las 12.30 y 13 , es decir la hora entre los almuerzos tardíos y el aperitivo a la hora de comer.

Puntuo el servicio del vino ya que vi las copas, la selección de vinos por copas que tanto valoro y los comedidos precios.

Bar de mercado donde la comida fresca dice mucho de sí, en cuanto a la elaboración de alguna tapa ya es harina de otro costado. El servicio descontrolado ante tanta abalancha, hay momentos que no pueden dar abasto, a pesar de la rapidez de los mismos, aunque siempre hay algún que otro despiste.
La carta bien pero un poco pobre para el lugar que nos encontramos, y el precio un poco desorbitado para estos momentos de crisis, .

En fín, un bar para un tapeo en el grandioso Mercado Central de Valencia, que después de hacer boca siempre es bueno tenerlo a mano.

P.D.: Tomamos 2 tapas y una cerveza sin, por persona.

Dia vacacional que aprovecho para realizar visita a uno de mis rincones favoritos en pleno bullicio, que es como se vive la ciudad.

En este caso había doble intención, por lo que trás unas compras previas y caprichosas, decidimos ir a la hora del almuerzo tal y como se entiende en Valencia. Decir que sobre las 10:00 h. ya había movimiento de todo tipo en las dos bandas de la barra. Gente tomándose un café con leche, unos Donut's, bocadillos, y tapeando, como era nuestro caso. Una cafetería-cervecería en pleno movimiento.

Éxito asegurado que solo puede cambiar en suerte la inquietud de Ricard. De momento... "Clin, clin, caja".

Mucho personal, a mi juicio, necesario, atento y diligente, con algún que otro fallo provocado al atenderte de pasada.
Nos preguntan antes que nada por el vino, pero que duda cabe que había que leer primero la carta. Los productos se hacen en el momento, excepto los fríos, que tan solo es montarlos. Trás la fallida ensaladilla "Ricard Camarena", optamos por lo siguiente:

Bravas "Lourdes Luz"; salsa alioli suave y crujiente patata impregnada en pimentón picante. Buena ración. (4,5 €.)

Sepionet-puerro-tocino; muchísimo sabor de este combinado mar/tierra. Minisepionets con viruta de puerro y tacos de tocino. Salsita con tinta de la propia sepia sucia. (9,50 €.)

Bocata "Mary" sepia con salsa "Mary"; no es otra cosa que un bocadillo de sepia fresca a taquitos pequeños, y con la típica salsita verde que en este caso ensalza el sabor y no lo mata. (4,20 €.) Bocata para compartir, y que aprovecho para comentar que el tamaño es más que suficiente, habiendo otra chapata más pequeña para aquel que quiera 1/2 bocadillo.

De beber, un par de copas Mestizaje blanco (3 €.) que fué abierto en ese momento, a corregir el taponazo, y una tercera de Do Ferreiro (3,50 €.), la cual fué cambiada ya que sin darse cuenta una de las camareras la sirvió en la misma que el anterior. Buenas palabras y mejor contestación. Así como buenas copas que aportan los distribuidores, marcas de vinos impresas en las mismas. Perfecto llenado, justo hasta donde empieza la curva del cierre.

26 € dos personas. No hubo postre ni café, quería comer más tarde. Quedé satisfecho en cantidad pese a mis temores. Toca comprender que no es un sitio diario de almuerzo, y por lo tanto, no lo puedes comparar con el que habitualmente vas.

Volveré y cambiaré de tapas, aunque puede que el sepionet con puerro y tocino siempre esté presente.

Nota: El entorno está supeditado en este caso al propio mercao, ya que estás dentro de él.

De nuevo un caluroso viernes en Valencia alcanzando más de 30 grados. Y pese al bochorno, con la excusa de un día de libranza, nos acercamos a comprar y a comer al Mercado Central de Valencia que siempre da gozo recorrer sus pasillos y fisgonear entre puesto y puesto.

Nada más llegar vamos en búsqueda del Bar Central para localizarlo y saludar a nuestra amiga Cris, que nos recomienda "mejor no vengáis muy tarde que luego se llena". Pues si estaba lleno YA!!

Paradita en un puesto con una extensa selección de cervezas, nos encantamos comprando unos quesos, luego unas verduras y ... cáspita! las 14,00 hs! hora de comer, se nos abre el apetito...

El puesto de Ricard hasta la bandera. Casi imposible conseguir un rinconcito en la barra y un taburete ni te cuento!

Vamos apoyando codo en barra y de repente... dos taburetes libres!

La carta, como ya se ha explicado con antelación, es sencilla y bastante tradicional.

Lo primero... urgentemente dos dobles bien fríos. Apretaba el calor, posiblemente en invierno hará frío, ya sabemos que es un mercado.

Elegimos dos platos cada uno, cuatro en total para compartir:

~ Ensaladilla "Ricard Camarena". Con todos su ingredientes, cargadita de mahonesa como a mi me gusta, refrescante para empezar.

~ Boquerones marinados. Tres boquerones enteros de buen tamaño, acompañados de cebolla roja y pimiento amarillo en crudo, rodajas de lima y un aliño con intenso sabor a vinagre. Muy buenos!

~ Buñuelos de bacalao. Seis piezas muy bien presentadas con un potente relleno y un fino y crujiente rebozado. En cada buñuelo una pizca de all i oli con un curioso sabor dulzón.

~ Pulpo-ajo-guindilla. Buena ración de pulpo muy tierno y sabroso, acompañado únicamente por la mezcla del aceite, el pimentón, el ajo y la guindilla. Muy rico, pero eso sí, picante, picante!

En casa estamos acostumbrados a cocinar con poca sal, por tanto nos pareció todo un poco pasado de sal, especialmente los buñuelos. Tal vez sea nuestra sensibilidad, pero en mi humilde opinión, un punto de sal de más puede desvirtuar parcialmente el sabor del alimento.

Todo ello acompañado de un pan rústico con abundante miga y regado con alguna cerveza más, en total 5 dobles de San Miguel.

No tomamos postres, sólo café del tiempo.

El local simula una parada del mercado, ocupando todo un módulo rectangular y amplio, por lo que ambos lados quedan orientados a los pasillos laterales.

Esta distribución contribuye a que el servicio del bar se mueva de lado a lado con facilidad, por lo que con simpatía van sirviendo a los clientes ágilmente y regalando una actitud cercana, alegre y atenta de mercader se acercan paseando y preguntando: ¿todo bien por aquí? ¿ponemos otra cerveza? ¿falta alguna cosita?...

Se respiraba auténtico aire de complicidad, de energía, de alegría, de humildad, de comida... de MERCADO.

También juega un papel importante el ingrediente emotivo que genera el Mercado Central para los lugareños ¿quién no tiene una historia que contar envuelto en este entrañable entorno? Excursiones con mi abuela cuando sólo era una niña, de compras con mi madre, buscando la calabaza perfecta, las compras navideñas...

Concluyendo, un lugar genuino para visitar tras las compras en el Mercado, donde picar algo típico con excelente y fresquísima materia prima y donde echarte unas risas en buena compañía disfrutando de una comida informal.

No voy a extenderme mucho remitiéndome al primer comentario en el resto de detalles.

Decidimos de nuevo volver para ver el progreso de dicho local. Por si alguien no lo sabe el Mercat dispone de parking subterráneo el cual se encuentra justo debajo. Local masificado de clientes, no obstante logramos hacernos hueco.

Mientras ojeábamos la carta tomamos un par de copas de cava Castellroig.

Nos decidimos a probar de nuevo alguna tapa degustada la vez anterior así como alguna nueva.

- Patatas bravas
- Boquerones marinados
- Tomate Valenciano
- Esgarraet
- Navajas

Postre:

- Castaña helada

En referente a vinos tomamos los mencionados cavas Castellroig, dos Mestizaje tinto, un Laderas del Sequé y un Artadi, sumando un total de 6 vinos.

Destacar que las raciones dan la sensación que son más generosas que las que probamos la vez anterior. Asimismo, además de la calidad de sus platos reseñaría el maravilloso trato al cliente, un trato cercano y sincero con muchas ganas de agradar.

El precio total fueron 50 €

Volveremos

Tras el cierre de Arrop,y antes de que aterricemos en el nuevo restaurante-ya tenemos ganas-,nos decidimos por ir a desayunar a este publicitado local,cuya ubicación y materia prima no puede ser mejor;pero,por desgracia,no llenó nustras expectativas.
El servicio,muy amable.
Los precios,desorbitados.
Bien es cierto que fuimos a almorzar-lo que llaman desayuno-,pero los bocadillos no ofrecen nada de especial sobre los que se ofrecen alrededor del Mercado,a excepción del precio-y eso que son consumidos en barra-tortilla,atún con olivas,sepia,etc.
Al final un bocadillo-lo que en algunos locales es un mini-,y un doble de San Miguel 6,15.
Es indudable que tienen que rentabilizar la inversión,y el personal.que no es poco-pero para esos precios debieran ofrecer algo que marcase la diferencia..y no es así.

Sepionet con puerro y tocino, bravas, ensaladilla Ricard , buena..(pero no la que probe en la millésime) y berenjena frita con soja y miso, sin duda lo mejor, la sencillez de la técnica con el inmejorable resultado final del plato elevan a los altares a san Ricard Camarena.

Dos birras, un carajillo de Ginebra y un cortado espectacular servido por la simpatica y eficiente cris, jefa de sala que lo fué de el extinto casa Josué, hicierón del almorzaret un verdadero casi placer por el precio de 30 pavos dos pax.

Compañero de taburetes Luca del Mesclat, Andreu de la Pitanza que ya se piraba, y Paco alonso con el que mantuve una agradable charla gastronómica.

Ricard a pie de Freidora y Josue a saco Paco en el bar.

Sirva este post para hacer ver que detras de un gran cocinero o aunque no sea gran... siempre hay un equipo con dos cojones que tienen la maquina engrasada para que todo funcione como un reloj haciendo más horas que la Charito, VA POR TODOS ELLOS.

Unos buñuelos de bacalao gentileza de la casaque no me acabaron de convencer.

SALUT COMPAÑEROS¡¡¡¡¡