Día libre entre semana. Tras realizar unas gestiones por el centro de la city se me ocurre dar una vuelta por el Mercado Central, y de paso, disfrutar del típico bocata de mitad de mañana, denominado por esta zona “el almuerzo”, concepto perfectamente explicado por el Gran Jefe en el anterior comentario y que siempre aclaro cuando hablo con amigos de otras latitudes pues puede prestarse a confusión con la comida de mediodía.

Me abstengo de describir lo ya magníficamente descrito en todos los anteriores comentarios en cuanto al entorno. Pillo taburete en la barra, repaso la carta y me decido por:

Bocadillo de Lomo con Cebolla y Queso. Ingenuo de mí… esperando el típico bocata con un par de rodajas de lomo y cebolla pasados por la plancha, se presenta un interior con tierno lomo troceado y guisadito, encebollado y con una salsita que empapaba el pan con un fondo de hierbas, puede que laurel y especias que te hacían saltar las lágrimas. No le hacía falta el queso, que quedaba descompasado y restaba protagonismo a la esencia del bocadillo. Emoción.

Doble de cerveza para beber y un cortadito completaron el tentempié.

Servicio de barra ágil, joven y veloz, a ritmo de mercado.

Resumiendo, resulta una gozada dejar que el ambiente del mercado cale en tu cuerpo, que la mezcla de aromas seduzcan tu pituitaria, que los reclamos gritones de los vendedores martilleen tus oídos, que la fusión de colores embobe tus ojos… y en pleno éxtasis para los sentidos… aparece este bar que creo da la talla y redondea la experiencia de visitar este templo de productos gastronómicos que es el Mercado Central de Valencia. Confieso que soy carne de bar y de mercado y aquí se dan las dos condiciones para estar en mi salsa.

Gracias al amigo “kopicki”, que nos descubrió la quesería Los Corrales de Almedíjar, se está haciendo habitual en nuestras desgraciadamente no muy frecuentes visitas a Valencia, una visita al Mercat Central de Valencia, para abastecernos del mismo.

Y por otra parte, si estás buscando un buen sitio para desayunar en Valencia, lo primero que se te ocurre y lo más lógico, es irte al Mercat Central a desayunar en el Central Bar de Camarena.
Quizás el queso sea la excusa para desayunar en el Central Bar, o quizás ir a desayunar al Central Bar sea la excusa para comprar queso, no os lo sabría decir, lo cierto es que la visita al Mercat tiene dos objetivos claros.

De manera que como el apetito apretaba empezamos por el desayuno, y hasta allí nos fuimos intentando hacernos un hueco en la atestada barra, creo que huelga describir de nuevo el local, ampliamente comentado en estas páginas, así que como había gana, fuimos directos al grano.

Entre la La Carta y los platos del día escritos en la pizarra, compusimos nuestro menú a base de:

Hacía falta algo así para almorzar en el Mercado Central de Valencia, algo que parecía evidente pero nadie daba el paso. Y ahí está Ricard Camarena, no sólo para dotar a este emblemático mercado de un bar, sino para hacerlo con una calidad digna y con la personalidad de este cocinero valenciano que tanto me gusta.
Las veces que hemos ido (unas cuatro o cinco) no hemos tenido problemas de espacio, aunque a veces hay que esperar un poco el turno, la locura de los primeros días de apertura ha desaparecido. Me gusta este puesto del mercado transformado en bar, moderno y con estilo propio pero un bar al fin y al cabo. Como buen bar de mercado tan solo tienes la opción de comer en la barra, otra de las cosas que me gustan de este espacio.
Hemos probado un buen número de platos de la carta, como las albóndigas al curry, que están buenísimas, perfectamente equilibradas de especias y conservando el sabor de la carne. O unos sencillos boquerones en vinagre, pero ¡qué boquerones!. La ensaladilla rusa también es digna de mención, hay que probarla, suave y de buena calidad, algo que parece sencillo y cada vez cuesta más de encontrar.
En los platos más originales de la carta encontramos la berejena con miso y soja, perfecto el equilibrio de sabores, sin excesos de condimentos y con el toque de la berenjena asada, otro de los ejemplos de lo bien que trata Ricard Camarena la cocina internacional con productos de la zona, como bien demuestra en su Canalla Bistró.
La coca de tomate y bacalao, tan valenciana, la bordan, otro de los platos que recomiendo de su carta.
Pero si buscas un bocadillo... no te puedes perder el Ricard Camarena, huevo, morcilla y guindillas picantes, con posibilidad de pedir medio, siempre acabo cayendo en la tentación de culminar el almuerzo con este bocadillo.
Para beber, sin duda la estrella es la cerveza, aunque algunos raros tenemos la oportunidad de pedir vinos por copas, con una oferta de referencias bastante interesante y copas de calidad.

En definitiva, una escenario precioso como es el Mercado Central, un entorno perfecto para los amantes de la gastronomía y la mano de Ricard Camarena detrás de esta iniciativa tan atractiva, que ha tardado en llegar, pero que lo ha hecho cuando tenía que hacerlo. Volveremos al Central Bar.

Este verano lo he visitado dos veces para almorzar. Este sábado fue en plan bocadillo mas alguna tapa.

Tomamos:

Bocadillo del día (queso fresco, pesto...)
Bravas, con ese aceite de fondo que a mi particularmente me gusta.
Ensaladilla

Agua y un refresco
Realmente el producto más fesco no creo que pueda ser. El servicio como siempre muy agradable y lleno aun siendo agosto....

Para mi el entorno es de 10, pues soy un enamorado de esa superficie modernista.

Qué decir,

Buena materia prima, elaboración inteligente y precios razonables. Y aunque nombrado lo último, no menos importante, el servicio. Rápido, profesional y agradable, algo que escasea en la mayoría de locales últimamente.

Hemos almorzado mi madre y yo, ella el bocata del día, HAMBURGuESA (4,5 EUROS), hecha al punto, queso, y salsita de mayonesa con tomate natural, pan artesanal. Mi madre dice que estaba increible. Yo me decanté por croquetas de pollo. IMPRESIONANTES. No recuerdo el precio, pero hamburguesa, 2 croquetas, copa de tinto, y agua 10e.

RECOMENDABLE 100% para los amantes de "la BARRA".

Una de las genialidades de Ricard Camarena.

Montar un bar-restaurante en un Mercado Central como el de Valencia… ¿A quién se le ocurre?... ¿A qué reputado cocinero se le puede ocurrir? Pues a Ricard Camarena.

Llevaba yo meses pensando en visitarlo y al fin surgió la oportunidad. Fuimos a almorzar, vestidos de romanos, a eso de las 10.30 hrs.

Una delicia. Nos costó algo encontrarlo, pero ahí estaba esa isleta que conforma el “Central by”. En pleno Mercado Central. No deja de sorprenderme la idea.

Tienes que sentarte en la barra, no hay otra. Pero es amplia, las banquetas cómodas… Sensación de modernidad y limpieza.

De entre las variadas opciones que ofertan, nos decantamos por:

• Ensaladilla rusa Ricard Camarena
• Berenjena-soja-miso
• Buñuelo de bacalao
• Croqueta de pollo rustido

Pues todo con sencillez, buen gusto y “toque”: la ensaladilla, como la de mamá; la berenjena, quizás el plato más especial, una generosa y carnosa porción de berenjena bañada por un caldo de consistencia y concentración media con la soja como protagonista y con la dura piel como bajoplato; el buñuelo, de diez, de libro; y la croqueta rustida, con la gracia de ese perfilado sabor de pollo “tocado” de un punto metálico…

Una correcta oferta de vinos por copas, yo tomé una copita de ese cava resultón y fresquito llamado Castellroig, una gozada a estas horas.

Hemos almorzado como reyes.

P.D.: si esta valoración estuviera en un ficticio apartado de "bares", las notas serían mucho más altas, pero al estar entre restaurantes... no puedo ponerlas más altas en conciencia, por no cometer agravios comparativos (entre ellos con el propio Canalla Bistro, que tendrá forzosamente que tener mejor puntuación que el Central Bar)

Sábado por la mañana, me acerco al mercado central de valencia para hacer unas compras y de paso ver si tengo suerte de poder picar algo en Central bar.
INCREIBLE, dos sillas libres, mi mujer y yo nos acercamos para sentarnos al mismo tiempo que una camarera muy alta nos hace saber que están “reservadas” al instante se gira y dice: “Mamiiiiii, ven aquí que hay dos!!”. Sin palabras…
Menos mal que otra de las camareras, luego descubriríamos que se llamaba Carolina, nos mira con una encantadora sonrisa y nos ofrece “un huequecito mientras queda algo libre…” De no ser así nos hubiéramos perdido un festín. Nos dejamos aconsejar totalmente por ella y comimos:
Ensalada de alubias con bacalao: fresca y sabrosa
Boquerones marinados: en el punto justo de sal y vinagre
Cigalitas con ajetes: espectaculares de tamaño, sabor y cocción
Berenjena-soja-miso: suculenta, inesperada totalmente
Calamar plancha: correcto
Coca de pisto, bonito y piñones: sensacionales la masa, el pisto y el bonito
No somos de postre, pero nuestra camarera nos aconsejó que probáramos uno, y nos decidimos por el flan de huevo con nata y nueces caramelizadas, que estuvo extraordinario en presentación (un bote de cristal) sabor y textura.
Todo ello acompañado por dos copas de Mestizaje blanco, dos de Mestizaje tinto y dos de Cava Castellroig.
Relación calidad-precio inmejorable, comida estupenda y servicio fenomenal, ¿Qué más se puede pedir?

Recononozco,que aun siendo de Murcia, soy un enamorado de Valencia y siempre que puedo me desplazo allí a descubrir sitios nuevos. En este caso el descubrimiento fue este "central bar" que además de estar en un entorno fantástico se come de maravilla y con unos precios contenidos. Aunque soy un forofo de Camarena, tengo que destacar el maravilloso servicio por parte de su hermana al frente de este local.
Tan bien me fue, que en el plazo de un mes que estuve en España visite el local tres veces, saboreando casi todas sus tapas y probando los vinos por copas de los cuales como ya está muy elaborado por otros foreros destacaría la "coca de pisto con bonito" y la "ensaladilla ricard camarena", de los vinos,muy bueno el artadi tempranillo y absolutamente sublime el "do ferreiro". De los postres, que también me gustaron mucho, destaco el flan de nata y nueces. El precio es la media de los tres días.

No describo más del local ya que poco se puede aportar. Destacar que hay más asientos de barra que antes, más variedad de carta y sigue estando casi todo el rato de la hora del almuerzo lleno. mantiene abierto horario hasta despues de las 15 horas para una comida rápida.

Un bocadillo Ricard Camarena con lomo, mostaza, queso, cebolla se acompañó de dos copas de Artadi tempranillo 2010 (a 3€) y un carajillo

Buena cocina, rapidez de servicio, raciones amplias y calidad de producto. Un poco caras las copas de vino.
Luego a disfrutar de un extraordinario mercado central y hacer la compra de caprichos para el fin de semana.

Ya tenía ganas de probar alguna de las tapas de este exitoso Central Bar. Suelo acudir una vez por semana al Mercado (una buena costumbre que me he auto-impuesto) y hoy hemos aprovechado que la barra estaba tranquila para hacerlo.

Tapas

Sepionet, puerros y tocino

Fritura de raya y salmonetes

Media ración de croquetas de pollo

Media ración de buñuelos de bacalao con ali-oli de miel

Muy destacable el Sepionet (minis) y los buñuelos y correcta la fritura. Las croquetas no me han convencido tanto.

Para beber tres dobles de cerveza, una agua con gas y dos cortados.

Buen servicio, ágil y diligente en un gran entorno donde elegir todo tipo de viandas y delicatessen, además de pasar un rato agradable descubriendo nuevos puestos. El próximo reto visitarlo un sábado.