Hay que reconocer que el sitio tiene muy buenas vistas y es muy acogedor, pero también tiene algunos defectos. Estuvimos cenando 2 personas el pasado día 20 de mayo. Entradas; ensalada de bogavante y crujientes de queso de cabra bastante correctos. En los segundos tomamos ventresca de atún, demasiada cantidad y nada buena. Y entrecot de novillo, muy buena materia y en su punto. El servicio en general fue flojo pero el del vino fue lamentable, pedimos 4 referencias que no tenían en la carta, todas de Toro. Al final nos tomamos un Mauro, que casi nos lo sirven en una copa lamentable en tamaño y en la forma.
No sabemos si la camarera que nos atendió tenia un mal día o esta es la tónica general de este restaurante, pero nos quedamos con un amargo sabor de boca. Espero que tomen nota y tengan en cuenta que el servicio es una parte muy importante en un restaurante.

Estupendo restaurante con estupenda vista a la costa de Málaga. Fuimos 4, compartimos una ensalada de Bogavante, una terrina de Foie, y unos crujientes de queso de cabra. Y pedimos un segundo para cada uno: raciones grande, bien grandes, así que cuidado con no pasarse con lo que se pide. La materia prima de calidad alta y muy buen servicio de vino, copas adecuadas y como nos estábamos muy bebedores, dimos cuenta de un Enate Merlot-Merlot en perfecta temperatura.
La atención muy buena, y con adecuada rapidez.
Precio más que razonable: 50 por persona.
Hay que visitar la cava a la entrada, que acristalada está mantenida a 16 grados.
Sólo una pequeñísima pega, un poquitín ruidoso, ya que habían montado dos mesas grandes a nuestro alrededor. Por lo demás, asombra que un restaurante de esta categoría esté en medio de un lugar tan turístico-balneario como Torremolinos.
Muy recomendable

A tus atardeceres rojos se acostrumbraron mis ojos como el rocodo al camino...
Soy cantor, soy embustero, me gusta el juego y el vino, tengo alma de marinero...
Estas palabras escribas por Joan Manuel Serrat dan pie a la tarjeta presentación de este restaurante.
A lo dicho por mi amiga MarMálaga de lo cual estoy de acuerdo, añado como impresiones.
Cocina tremendamente cuidada con elevados toques de autor, alejados del minimalismo emplatado, donde prevalece por encima de todo la materia prima. El menú degustación un éxito (3 entradas, una carne -presa ibérica-, un pescado -salmón salvaje- y 2 postres", el servicio atentísimo, el tiempo de espera entre platos sensacional.
El vino -el pero- buena bodega -la carta en presentación no está a la altura-, buenas referencias algunas de buen precio y otras -las de siempre- desorbitadas, ¿que ocurrió para poner pero? que tras pedir 7 sí siete vinos y no tener ninguno, y responderme ¡ es que pide usted unos vinos de pocas existencias ! respondí -los que vienen en la carta, pues mie sugerieron fuera directo a su bodega y escogiera yo mismo, todo esto con el 2º plato en mesa. Mi elección Mas borrás 2001 con una pinot noir muy buen tratada, el servicio de copas bueno -con copas distintas dependiendo del vino- la cuenta ... 128€ la pareja. En fin altamente recomendable.

Es la segunda vez que lo visito y salí encantada, al igual que la primera. En aquella ocasión pedimos el menú degustación, y esta vez quisimos echarle una ojeada a la carta. Su variedad de platos elaborados con productos de temporada hacen que la carta varíe cada estación.
Muy buena carta de vinos aunque esta vez nos decantamos por una cena con champán francés. Algo caro pero un entorno inigualable con vistas al mar y a la Bahía de Málaga.

Estuve en el MED el año pasado por estas fechas y comí muy bien. El menú degustación nos dejó muy satisfechos tanto en calidad como en cantidad (teniendo en cuenta que en los menús degustación se prueban un montón de platos). La carta de vinos estupenda, pero les faltó el detalle de la disponibilidad. Cuando fuimos a por la segunda botella de vino, resulta que no tenían del mismo que pedimos primero. Aún así... chapó!!