Después de bastante tiempo he vuelto a este coqueto restaurante en el corazón del barrio del Carmen. Hemos tomado su menú de arroz, que por 26€ es abundante y muy atractivo, my ricos los entrantes, con unos boquerones riquísimos, su ensalada de flores... muy buena y una magníficas clochinas valencianas. Los arroces eran -supuestamente- 2 medias raciones de los 2 arroces del día, en realidad podíamos haber comido cuatro personas.... Destacar su espectacular arroz de sepia 'bruta' y su atractivo y fino arroz de verduras con un toque de jamón. De postre hemos compartido una adictiva torrija con helado de horchata de chufa... que esta de lujo. Muy buen café y el detalle de invitarnos a las copas de sobremesa... Hemos tomado un pago de Cirusus, un chardonnay con un toque de barrica que ha acompañado muy bien la comida. Buenas copas y un servicio cariñoso y ateno, de esos que te hacen sentir como en casa.... Tengo que volver con más frecuencia...

Estuvimos hace unos años cenando y solo recordaba su ambiente extremadamente tranquilo y su ensalada con flores.
Hace unos días decidimos volver a probar sus populares arroces. Era un sábado completamente fallero, imposible comer sin reserva casi en cualquier restaurante de Valencia.
Éramos 4 personas y nos ofrecieron un menú especial de fallas por 26 euros que consistía en un detalle para abrir boca, un entrante, arroz y postre.
Para empezar nos sirvieron una bandeja con tres variedades de pan rebanado: tierno, rústico y negro, acompañado de tomate triturado, sal en escamas y aceite de oliva. Además nos sacaron un platito con longaniza de pascua con un corte longitudinal muy fino. El pan negro buenísimo, el tomate y la longaniza muy sabrosos. También nos trajeron, por cortesía de la casa, un aceite de oliva "Santa Clara" que estaba tan bueno como nos anticipó el camarero.
- Gazpacho helado, que consistía en una típica bola de helado regado con aceite de oliva con un sorprendente sabor a gazpacho casero.
- Ensalada con tomate raff, aguacate y arenque. Tomate troceado con intenso sabor, que hoy en día se agradece mucho, crema de aguacate con una textura tan suave que resultaba ligero, y pedacitos de arenque muy rico. Todo ello muy bien aliñado. Una ensalada sencilla pero con un muy logrado contraste de intensos sabores. 
- Arroz meloso con cigalas y setas. Espectacular! Servido en una cazuela de la que salieron unas raciones bien generosas y un par de cigalas por persona. El arroz mejoraba conforme reposaba dejando al final un sabor completo en el que se podían distinguir perfectamente sus ingredientes. Lástima, que no pudimos terminarlo, había que dejar sitio al postre.
- Fresas con jugo de lichi granizado y crema de yogur. Postre original y muy bueno, pero no excesivamente destacable.
Finalmente tomamos café, que estaba muy bueno pero me pareció pasadito de precio (2,50 €) para ser café solo.
Para beber nos mostraron las cervezas disponibles y la carta de vinos.
Primero tomamos una cerveza valenciana que me encantó "Altura de vuelo". Tenía una especie de aroma dulzón parecido a la miel que la hacía diferente.
Respecto al vino optamos por un Finca Terrerazo 2006 (38 €) del que poco más se puede añadir a lo comentado en el foro, redondo. Nos ofrecieron probar otros dos (Mas de Sella y Sexto Elemento) muy buenos, todo un detalle de la casa.
Mantelería, cubertería, cristalería y demás, en general, todo correcto.
El servicio muy pero que muy amable y atento.
El local es acogedor, decorado en tonos blancos y ocres, con una luz cálida y ambientado con velitas en las mesas. No se si es porque no hay demasiadas mesas o porque la distancia entre ellas es más que correcta, pero se respira un ambiente muy tranquilo y relajado. 
En el piso inferior hay un pequeño comedor que parece más orientado a celebraciones, y los baños, que resultan muy curiosos porque tienen un gran ventanal a los restos de la antigua muralla musulmana que le da un toque de originalidad.
En resumen, muy buena relación calidad-precio, buena materia prima bien elaborada y presentada, servicio agradable y entorno acogedor.
Incluyo el vino en el precio.
Muy recomendable! Volveremos!

El restaurante trabaja básicamente con un menú, aunque hay una carta que suele ser complementaria al anterior. Dicho menú de 26€ consiste en un detalle de la casa, en nuestro caso sardinas ahumadas, pan con aceite, sal y tomate, una ensalada, correcta y variada, una arroz a elegir, siempre entre dos alternativas (no se obliga a que la mesa opte por el mismo), nos decidimos por el de pollo (deshuesa y troceado) con setas de temporada, abundante y fantástico, y un postre a elegir entre tres alternativas. Probamos el carpaccio de piña con helado de mandarina y el helado de calabaza con arrop ligero. No viemos en esta ocasión la carta de vinos, ya que se nos ofreció "Lonecesario", vino de la variedad bobal que no conocíamos y que nos gustó mucho (15€). El precio incluye dos cafés y dos copas de vino blanco (verdil).
Servicio muy correcto y atento.
Recomendable.

Situado en pleno barrio del Carmen, junto a la plaza El Tossal. Dispone de dos comedores, uno en la planta de acceso y el otro en el sótano, en el cual está a la vista, parte de la antigüa muralla. Decoración minimalista, todo en blanco y tonos crudos. Mesas bien vestidas y bien separadas. Confortables sillas. Buena vajilla y cubertería.

La carta no la ví, ya que en fallas ofrecen un menú único por 35 euros (iva no incluido), que se compone de:

• Pan con tomate triturado y sal de escamas.
• Pate de aguacuate, con pan de pita.
• Entrantes:
o Ensalada de frutas y flores.
o Esgarraet.
o Patatas bravas
• Principal: arroz meloso con rape, cigalas y setas.
• Prepostre: carpaccio de piña, coco y naranja.
• Postre: natillas modernas (helado de galleta maría y espuma de natillas).

El servicio es atento, dispuesto y con ganas de agradar.

La carta de vinos es curiosa y un tanto arriesgada, ya que sólo oferta vinos de la Comunidad Valenciana y está organizada al estilo de fichas separadas, con tres colores que identifican los distintos tipos (blancos, tintos y dulces). Los precios son un tanto elevados en las referencias más modestas (llegan a triplicar el precio en tienda). Las copas son buenas (Riedel), la temperatura de servicio correcta y el servicio del mismo profesional.

Nuestra experiencia fue para comer con el menú descrito de fallas. Todas las elaboraciones estuvieron correctamente presentadas y bien realizadas a excepción del arroz, falto de sabor y pasado de cocción. Para beber, tras unos refrescos, aguas y cervezas (inedit a 10 euros la botella de 750 cc) tres vinos distintos (con el oportuno cambio de copas): Ardilla (vino de la casa), 12 volts (Mallorquín fuera de carta) y Maduresa. Cafés junto con los postres. La cuenta final ascendió a 410.94 euros para ocho comensales.

El pasado lunes, fuimos por temas de trabajo cinco personas. Estubimos comodos, con una atenciñon muy correcta y también cercana. Optamos por el menu con un par de entrantes al centro. Un gazpacho helado (bastane bueno), unos calameres rebozados con su tinta y una ensalada bastante original (para lo que puede ser una ensalda). Nos propusieron un par de arroces para conpartir (buena idea) uno era de calamares y ajos tiernos y el otro de setas y conejo, ciertamnente deliciosos. El postre correcto (personalmente no soy muy de dulce). Para beber cerveza, pero pude fijarme en la carta de vinos, muy arriesgada ya que practicamente todos eran de la comunidad Valencia. Un local muy recomendable para comer BIEN. Para cenar, tengo que probarlo.

Local con buen gusto, arroces a mediodía excelentes, aunque poca variedad.
Trato muy bueno.
Carta de vinos escasa pero acertada.
Precio asequible.

Primera visita a este restaurante . Comida de trabajo para 5 . Pedimos menu ( 26 euros mas iva ) . Empezamos con aperitivo detalle de la casa : zumo de tomate y fresa . Fuera del menú incorporamos de entrantes : berberechos ( muy buenos ) y pulpo sobre base de patata y teja de pimentón ( bueno ) . Como primer plato del menú : ensalada de brotes con tomate , boquerones y aguacate . De segundo compartimos dos arroces : arroz al horno sin horno ( sin el toque normal de tostado ) , arroz con coliflor , bacalao y sepia . Ambos muy buenos . Regamos la comida con 2 botellas de Alvarez Nölting . De postre una especie de tarta de chocolate ( tipo brownie ) con helado de vainilla . Mesa comoda , buén coperio y ambiente tranquilo ( decoración en plan minimalista y con luces indirectas ) . Servicio muy atento . No hay que perderse la visita a las ruinas de la muralla existentes en los servicios ( sotano ) . Volveremos . RCP un poco alta si te sales del menú , entre vino y extras se nos fué a los 50 euros pax .

Bonito local bien decorado, con cocina a la vista. Buen servicio de mesa. Personal atento y agradable, buen trato.
En la mesa, varias rebanadas de pan tomate natural triturado, aceite de oliva y sal.
Un aperitivo consistente en un caldo de cocido con pelota servido en en unos pequeños pucheros de loza blanca.
El menú de mediodía de 26,00.-€ compuesto de una ensalada de brotes tiernos con pulpo y aguacate y dos arroces melosos uno de sepia y coliflor y el otro de pollo y conejo con judías finas verdes. Correcto
Carta de vinos interesante, pero sólo con D.O. Valencia, Alicante y Utiel Requena. Invita a que clientes que no están acostumbrados a probar vinos de nuestra Comunidad tengan ocasión de hacerlo y darse cuenta de que aquí también sabemos hacer buenos vinos. Faltan vinos del tramo de 15 a 20 €.
Calabaza asada con helado de queso y membrillo.
Como despedida visita a un resto de muralla de la Valencia árabe, que se conserva en el sótano.
Local recomendable y tranquilo, sin estridencias, donde comer un mediodía de trabajo se convierte en un placer.

La verdad es que el sistema en mi opinión de un menú de 26 € es pobre si detrás no existen otras opciones. Visitamos por segunda vez el tossal el pasado 29 ó 30 de diciembre. Éramos 6 comensales y pagamos por el menú más 3 entradas y 2 botellas de cune 274 euros. La comida bien pero sin pasarse; la ensalada del menú normal y los dos arroces que compartimos bien pero sin excelencias. En cuanto al vino me parece un insulto al cliente que no tengan otra opción que los vinos valencianos. Me ofrecieron como alternativa solámente cune (rioja), que por cierto la segunda botella que pedimos llegó empezada a la mesa y nos la cobraron por copas, eso sin preguntar.
En resumen creo que no hace honor al cartel que tiene, ni por su calidad, ni por su servicio ni mucho menos por su carta de vinos (por favor eso no es una carta de vinos si todos son del mismo palo) donde el comensal no puede optar. Lo siento, me decepcionó

Hacía tiempo que no visitamos El Tossal, así que decidimos volver a ver que tal. La formula con la que trabaja este restaurante ya está más que explicada: ensalada (en este caso de perdiz escabechada), un arroz a elegir entre dos opciones (arroz con bacalao y setas o arroz con magro, coliflor, brocoli y tacos de jamón)que van variando, postre y café por un total de 26€. Opción de alguna entrada adicional fuera del menú. El local sigue siendo frio, que se ve compensado por la calidez del servicio, muy cercano y familiar, perfecto su equilibrio (atención/información/libertad del comensal). Carta de vinos singular, ordenada por fichas y color en atención al tipo de vino. Solo vinos de la Comunidad Valenciana. Algunos vinos caros, pero se pueden encontrar referencias interesantes a precios más comedidos.
Probamos los dos arroces, muy bien ejecutados, para beber optamos por un Sueños de Megala. En postres elegimos carpaccio de piña con helado de limón y calabaza asada con helado de queso mascarpone. No hay riesgos culinarios, pero lo que hacen lo hacen muy muy bien. Muy recomendable.