Me habían llegado rumores de diferentes fuentes informativas acerca de este local, así que aprovechando el fin de semana en San Sebastián decidí ir a conocerlo.

Local pequeño y estrecho, casi siempre hasta los topes... por algo será.

No es un sitio para disfrutar del vino, si acaso un txacolí bien tirado.

Hasta aquí los contras. Los pros: UNAS TAPAS PARA GOZAR. Yo no los llamaría pintxos, no es el típico sitio con los pinchos en la barra para elegir. Llegas, miras la pizarra, eliges, te pides una cervecita y esperas un poquito a que vayan saliendo de la cocina. Suelen pedir unas cuatro comandas cada vez, pues el sitio es muy pequeño y la gente es abundante, así que el encargado de atender y cobrar a veces se estresa un poco.. jejeje. Pude probar en las dos veces que fui lo siguiente:

.- Foie sobre compota de manzana: muy bueno.
.- Carrillera de ternera al vino tinto: espectacular.
.- Presa ibérica: buena.
.- Tempura de bacalao: original.
.- Croqueta cremosa de mollejas de cordero: riquísima.
.- Oreja de cerdo: deliciosa.
.- Rissoto: muy bueno.

Me quedé con ganas de hacer un pleno de la pizarra.

Personalmente me encantó el concepto, y a pesar de que la comodidad brilla por su ausencia y el servicio del vino es inexistente, no veo justo penalizar mucho estos dos conceptos, pues las tapas que próbé compensan con creces las carencias. Aconsejable llegar con tiempo, sobre todo por la noche, pues a las 22:30 pudes encontrarte con que la cocina empieza a cerrar.

Volveré seguro.

Poco que añadir a lo ya comentado hasta ahora. Pinchos de buen nivel, aunque el tema del vino no parece preocuparles. El bar es incomodo por lo estrecho que es y concurrido que suele estar. Tuvimos que comernos los pintxos de pie en la calle para evitar que en algún empujón alguien nos tirara la bebida encima.

Loados sean los veremeros por sus sabios consejos.!. Quedé divinamente al recomendar este bar de pintxos, el mejor que probamos en la parte vieja de Donosti. Del vino y local ni hablamos, ya sabemos a lo que vamos. Además suelo pedir zuritos en estos sitios. A destacar la tempura de bacalao y el chipiron, dignos de cualquier menu degustación de restaurante de autor. Todo lo que probamos delicioso. Lo malo es que empezamos por éste la ronda, lo que desmerecio al resto y nos obligo a volver a él para acabar con buen regusto. Muy recomendable

Gracias veremeros. Espectaculares los pinchos de este bar. Tomamos un risotto pasable y una oreja de cerdo y una carrillera impresionantes. Esta última casi al nivel de la de Bodeguita Romero en Sevilla. Lástima que llegamos con el estómago casi lleno. No es un sitio para disfrutar del vino sino para gozar, y de qué manera, de las tapas y tomarte alguna cerveza o algún txacolí. Imperdonable si vas a San Sebastián y no pasas por allí.

No hay que perderselo. No se quedan cortos los comentarios. En mi caso tomé el risoto de chipiron, muy rico, la ESPECTACULAR tempura de bacalao, una cosa deliciosa, en su punto jugoso pero crujiente por fuera, el foie, delicioso, para disfrutar del primer al último bocado y una carrillera jugosisima que se deshacia en la boca. Del vino ni idea, ya que tenía que volverme a Madrid conduciendo nada mas salir. Me quedé con ganas de volver a probar las otras suculentas cosas de la pizarra.

Un motivo más para enamorarse de San Sebastián. IMPRESIONANTE. Todos los pinchos están buenísimos y el ambiente es muy animado. Eso si, está a tope en horas punta. Id pronto y coged un buen sitio en la barra. Nosotros acuidimos tras verlo recomendado en varias guías, al igual que a otro que se llama ALOÑA BERRI, del que os recomiendo huir como de la peste, pq los pinchos no están mal, pero te tratan fatal.. Disfrutad de La Cuchara!

Tremendo! El local es pequeño, pero es un bar de pinchos, no un restaurante. Hablemos primero de vino. Nada de carta, tienen un par de tintos, un par de blancos y algún chacolí. Temperatura inadecuada y en recipiente aun más inadecuado. De modo que suspenso en ese apartado. Pero llegamos a la cocina. ¡Qué cocina! Cada pincho mejor que el anterior. Allí probe la carrillera más impresionante, espectacular y deliciosa que
se pueda imaginar. Una témpura de bacalao, de "foto en el paladar", pechuga de pato laqueada impresionante, un chipirón relleno de cebolleta que se hace la boca agüa sólo de recordarlo y un risotto muy rico (por criticar algo, fue el pincho que menos me gustó).
El servicio: pues gente muy maja, la verdad.
Mi puntuación sobre 10 es esta...
Servicio del vino: 3
Comida: 9
Entorno: 5
Si piensas ir por el vino, ahorrate el viaje, pero desde luego merece la pena ir por todos y cada uno de sus pinchos (al menos, por los que yo probé ;)

Bueno, mesas donde sentarse hay fuera, creo recordar, y con la rasca que hacía esta semana santa, pues...coincido plenamente con los anteriores comentarios en que La Cuchara es algo distinto, parecido en cierta manera a la cocina en miniatura de El patio de Ramuntxo (del que partí para después acudir aquí). degusté excelente pintxos (si se pueden llamar así) como la crema de txangurro, el canelón de asados, otra espectacular carrillera o las alubias con chipirones. qué os puedo decir... que después de visitar estos dos bares, salí de donosti plenamente satisfecho.

Creo que es uno de los tres mejores bares de pintxos de Donosti, con el mérito añadido de que han sido los primeros en atreverse a dar un vuelco al Pintxo introduciendo la alta gastronomía en el platito de 10 cm. y dando lugar a lo que se ha llamado mini alta cocina. Originalidad, técnica, saber hacer, atrevimiento y buen gusto que culminan en una carta espectacular con autenticas joyas gastronómicas en un ambiente de Bar de Pintxos.
El servicio del vino es básicamente de taberna, en cualquier caso hay que tener en cuenta que uno de los miembros de sala fué somelier en Berasategi.

Curioso bar de pintxos platillos "creativos" en la parte vieja de Donosti en el corredor al lado del Museo de San Telmo. Es el emplazamiento actual de Alex Montiel a quien "probe" por primera vez en el Aram de la calle Aragon de Barcelona y gran olvidado de los cocineros catalanes (quizas por falta de un buen marketing manager??). Interesantes platillos y buena variedad de vinos a copas. Para ser un bar de pintxos hay hasta mesas donde sentarse. Todo un lujo.