Restaurante Garzarán en Utiel
Restaurante Garzarán
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
17,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
17 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
6.0
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
5.0
Comida COMIDA
5.7
Precio medio entorno ENTORNO
5.0
RCP CALIDAD-PRECIO
7.5
garbanzos
revuelto
ensalada
manetas
albondigas
comedor
Tarta de almendra
Manitas de cerdo
Gazpacho Manchego
Opiniones de Garzarán
OPINIONES
3

De regreso a Valencia por la A3 parada en Utiel para comer y vamos, por recomendación, a este local que no ha cambiado nada desde la visita del amigo Oti. No mejoro la descripción que hizo y solo digo que ha cambiado la camarera (ahora extranjera) pero sigue siendo amable y cercana; creo que pocos platos del menú deben haber cambiado porque la cocina es de lo más clásica, incluyendo las presentaciones y hasta me atrevo a decir que tampoco la vajilla y las copas; un papel sobre la mesa te informa del menú del día. Mantiene su bodega acristalada muy superior a lo esperado y mantiene la curiosa forma de pago al salir en la barra sin más, como si te tomaras un café.

Cuatro para comer sin que ofrezcan nada fuera de menú ni  en comida ni en bebida con lo que todas las mesas que vi estaban en el mismo tema aunque quizás en el fin de semana cambie. Un buen pan, los cacahuetes y el vino de la casa (Castillo de Utiel tinto) con gaseosa más el agua sobre el mantel individual; un folio que te cuenta los platos del día con 9 primeros y 7 carnes más 5 pescados para los segundos; los postres bien luego cantados a pie de mesa y supongo que equilibrando existencias.

Lo que comimos:

. revuelto de patatas y jamón: de aspecto básico y referido como normal, con muy poco jamón. Fallido.

. garbanzos en salsa x 3: resultó ser a modo de potaje con algo de cerdo (embutido, manetas..). Caliente y necesario. Más que bien.

. albóndigas: guiso casero sencillo y honesto sin más; acompañan unas pocas verduras y patatas fritas muy básico.

. manetas de cerdo guisadas x 3: buena ración, bien guisadas, tiernas pero algo faltas de punch en la salsa que sigue estando cargada de pimentón pero pimentón dulce; un pimiento de piquillo y unas patatas fritas ya fríos fueron sus notas de color. 

Rematamos con unos postres caseros:

. natillas: referidas como bien

. tarta de calabaza: cumple sin más; adorna unos pequeños rastros de chocolate caliente.

. mousse de café: referida como correcta sin más.

  • garbanzos

    garbanzos

  • revuelto

    revuelto

  • ensalada

    ensalada

  • manetas

    manetas

  • albondigas

    albondigas

  • comedor

    comedor

Utiel siempre ha sido un lugar de paso para nosotros. Como mucho, parada a comer en los legendarios de la N-III. Esta vez, aprovechando que había que llevar al mayor a pasar unos días, decidimos adentrarnos y comer aquí por recomendación, no sin antes hacer una visita a una bodega de la zona.

Garzarán tiene un aspecto más moderno en la entrada y zona bar que en el propio comedor. Éste, pese a ser interior, no da sensación de agobio en general por su acondicionamiento, altura techo, iluminación, temperatura, etc.

Las mesas quedan algo juntas y están vestidas con mantel y servilletas de papel, con un cuenco de cacaos cortezudos aguardándote. Estos detalles, junto a la comanda tomada por el dueño, veterano y con gracia, cantándote y vendiéndote algunos de los numerosos platos del menú, nos empujó a declinar la carta, la cual supongo que existirá. Sonaban bien muchos, por lo que en este primer envite no nos íbamos a complicar la vida.

Con el vino pasó lo mismo, no vimos carta, lo que pasa es que aquí ya no nos íbamos a conformar con el vino y gaseosa. Así que ante nuestro interés, el hombre nos soltó la segunda frase para el recuerdo; "Entonces lo que queréis es un vino de los buenos ¿no?". La primera fue cuando nos tomó nota; "A ver ¿Cuántos semos?". Me dijo un par de bobales y me quedé con el desconocido, El Gran Loco 2013. Un bobal fácil pero con identidad. Cuenta con una pequeña bodega acristalada en la sala muy aseada y con un número, pienso yo, más que suficiente. Saca copas correctas para su servicio, las de la mesa son de batalla, bien para el agua como mucho. De hecho, pedimos una botella grande de agua y una Coca-Cola para el pequeño.

Con el menú de 13 €. te sacan de antemano una ensalada valenciana corriente y acto seguido sirven con bastante celeridad, luego tienen una buena organización de todas esas opciones a las que aludía antes.

El resultado ya cambia algo.

El gazpacho manchego estaba bueno, aunque pienso que la torta tiene que tener mayor protagonismo, tanto en cantidad como en tamaño. Estaban melosos, como debe ser, y contaban con un toque distinto con esas verduras de troceado muy pequeño, pimiento rojo y verde, champiñón... que aportaban.

La lasaña de verduras de mi hijo la probé y perfectamente me la hubiera pedido. Me sorprendió que la eligiera, porque la lucha es constante en casa con las verduras. El relleno era de espinacas y zanahoria y la bechamel no la inundaba.

Los segundos consistieron en salmón plancha, pechuga de pollo plancha y manitas de cerdo que fue mi elección y a las que suspendo. Este plato ha de tener una salsa propiamente dicha y el pimentón pecaba de exceso yo creo que por estar desligado de ésta. Por lo demás tiernas, cosa que no basta.

Los postres son todos artesanos y de ración generosa. Mi tarta de almendras pesaba lo suyo, un adoquín, bien trabajada, con toda la almendra concentrada en la base y su parte flan arriba. Los otros fueron natillas y tarta de queso con arándanos. Correctos todos ellos.

Finalmente un cortado y una manzanilla.

La cuenta la pagas al salir en la barra, curioso.

  • Tarta de almendra

    Tarta de almendra

  • Manitas de cerdo

    Manitas de cerdo

  • Gazpacho Manchego

    Gazpacho Manchego

Si estás por la zona de Utiel visitando bodegas o en alguna escapada, Garzarán puede ser una buena opción.
Se accede al local por una zona de bar, con una larga barra, tras la cual encuentras un comedor de paredes forradas en madera y mesas bien montadas. Mantel y servilletas de papel y copas correctas. El comedor es grande, pero además se puede ampliar (abriendo una puerta corredera que hace de pared) para organizar bodas, bautizos y comuniones. Sin embargo, mantiene un menú diario muy interesante de 11€, 13 si es fin de semana, que merece la pena. Cocina sencilla pero con raíces y bien ejecutada. Probé un revuelto de trigueros, setas y gambas muy rico, al igual que el gazpacho manchego. Cruzeta ibérica y manitas de cerdo bien ejecutadas. Los postres dejan algo que desear, pero no está mal el precio que pagas por el menú. Por cierto, incluye un vino tinto y gaseosa, que oye tiene su gracia. En carta tiene alguna cosa interesante a precios comedidos, sobre todo de la zona.

Cuando vuelva a pasar por la zona, pediré a la carta, pues me parece que puedes encontrar cosas interesantes.

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