Restaurante Urgora en Torre (Condado de Treviño)
Restaurante Urgora
País:
España
Provincia:
Dirección:

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Precio desde:
48,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
48 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.2
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
5.0
Comida COMIDA
7.0
Precio medio entorno ENTORNO
8.5
RCP CALIDAD-PRECIO
7.8
Opiniones de Urgora
OPINIONES
2

Ya lo describe el anterior comentario como un sitio precioso, decorado con mucho gusto. Ideal para una cena romántica en una noche de verano.
Hemos cenado el menú largo de primavera, aún no lo han cambiado al de verano y la verdad es que con la noche que hacía casi me alegro.
- Ceviche de anchoas del cantábrico con huevas, ensalada de primavera y aliño de yogur griego. Me ha gustado el resultado, la mezcla de sabores, un poco ácido por el your pero rico.
-Menestra de temporada con panceta confitada sobre burrata y aceite de trufa.Muy sabrosa, demasiado salada la panceta pero bien.
-Churros de bacalao con espuma de ali-oli y coulis de cereza.Original plato en forma de churros, un poco excaso el bakalao y muy rico el ali-oli con la cereza.
- Papillote de lubina y langostinos con guisantes y parmentier al tomillo limón. Plato correcto, tal vez un poco demasiado hecho lo que lo ha dejado un tanto seco pero se dejaba comer.
- Presa ibérica con puré de frutas, salsa moscatel y pimiento chips.
Estupenda la carne, hecha a la parrilla, casi hubiese preferido que no hubiese ni salsa, los dos hemos pensado que era lo mejor de la cena.
- Bizcocho de naranja con helado de chocolate y crocante de almendra.
- Tarta rota de fresas al rioja con crema pastelera.
Estupendos postres, ambos dos, muy buena la conjunción de sabores, un estupendo remate para un menú largo, con raciones más que decentes.
El trato muy correcto con una música de fondo acorde al lugar.
Para beber nos hemos decantado por un Txomin Etxaniz 2011, hacía tiempo que no lo tomábamos, con eso de probar.... Pero creo que es un txakoli refrescante que está más que correcto.
En definitiva, creo que merece la pena probarlo. Volveremos cuando cambien el menú a pesar de la hora que tenemos de viaje hasta allí.

A pesar de llevar abierto 15 años, es un restaurante desconocido para la mayor parte del público. La mayoría de quienes lo conocemos nos hemos enterado de su existencia por el sistema boca-oído ya que apenás se ha publicitado. Se ubica en el Condado de Treviño, comarca que por azares de la historia pertenece a Burgos, pero que se enclava en plena provinvia de Álava. Es precisamente de este territorio de donde procede la mayor parte de su clientela, pues la capital, Vitoria, se haya a poco más de 20 km.

El local, que combina acertádamente la piedra, el estuco, la madera y la cerámica, tiene muchísimo encanto. Los colores pastel de las paredes ayudan a crear un espacio sumamente acogedor, al igual que la estufa de leña (imitación) con la que se caldea la estancia.

No cuentan con carta, sino que disponen de un menú fijo que cambian cada estación (se muestra en la web). Éste consta de 3 entrantes, dos segundos y dos postres, con un precio de 38€+IVA (existe también una opción más reducida, que consiste en los mismos tres entrantes, pero eligiendo después un segundo y un postre, y que cuesta 29€+IVA).
En esta ocasión pedimos el menú largo, que consistió en lo siguiente:
- Cóctel de porrusalda con crujiente de bacalao y aceite de pimentón.
- Lasaña de morros de cerdo, hongos y calabacín con ensalada de escarola ecológica.
- Morcilla asada con pera, yema de huevo campero y emulsión de piquillos.
- Salmón Noruego confitado, menestra crujiente de verduras y salsa de calabaza con toque de ahumados.
- Rabo de buey guisado al vino tinto y deshuesado, con puré de patata violeta
- Tartita de manzana, helado de leche merengada y coulis de membrillo.
- Copa de tiramisú con nueces al natural y caramelo de café.
Todos los platos, unos más logrados que otros, alcanzaban un nivel, cuando menos, aceptable, si bien observamos algunos pequeños descuidos, como una temperatura algo baja en la lasaña o algún resto duro en el rabo deshuesado. Curiosamente resultaron éstos, junto con la morcilla, los platos que más gustaron. Las raciones son bastante generosas a pesar de ser un menú largo.

Respecto al apartado del vino, es éste claramente el punto más flojo. Su carta es reducidísima: una dodena de riojas, un ribera, algún blanco y poco más. Sus precios ajustados. Copas correctas, aunque mejorables. Tomamos un decente Contino Reserva 2006 (24€) servido a temperatura adecuada.

Servicio agradable y cercano. Volveremos en unos meses, cuando cambien el menú, pues por lo que pagamos es difícil comer mejor.

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