Nueva visita al restaurante La Bicicleta en Hoznayo. galardonado con una estrella Michelin( duplicada con una estrella verde) y un sol Repsol.
Pocos cambios han habido, desde nuestra visita en agosto del año pasado, en el restaurante del Chef Eduardo Quintana y de la sumiller Leticia Canales, aparte el funcionamiento del circuito del menú que ha cambiado algo y que explicaré ulteriormente. Me permito recordar que la cocina de Eduardo Quintana, de raíces vasco cántabras, es una cocina de autor, de Km 0, realizada con productos ecológicos de temporada y de proximidad suministrados por pequeños productores locales y en procedencia de su huerta de 1Ha de superficie situada a 1 Km del restaurante donde, entre otros productos, cultivan sus guisantes lagrima, tomates, plantas aromáticas, frutos rojos, flores, etc... para abastecer el restaurante.
Llegamos al restaurante tres personas a las 20h30 para tomar el menú degustación "Vuelta" escogido en el momento de efectuar la reserva (mismo nombre del menú que el año pasado pero diferente en contenido pues los menús cambian cada mes). En cuanto llegamos nos recibieron y nos acompañaron a una mesa situada en el patio-jardín del restaurante, en donde nos ofrecieron un aperitivo de "Champan" de sauco acompañado de unos buenos snacks de Pepino dulce picante, Tatin de hortalizas de nuestra huerta y aspic de puerro, y nos trajeron la carta de vinos para que escogiésemos el que iba a acompañar nuestra cena, para a continuación invitarnos, como ya hicimos en nuestra precedente experiencia en el 2022, a visitar en el jardín diferentes bancales que representan los cultivos que realizan en la huerta que poseen en el exterior. Como la vez precedente, fue una visita muy didáctica, interesante y muy amena y en donde rodeados de tomateras, tomamos el ultimo snack Merengue de pimiento en textura y chipotle para pasar después a la barra del Chef en la cocina, donde continuamos la verdadera degustación de los entrantes del menú elegido, preparados in situ delante nuestro y pudimos probar el vino escogido, que nuestra sumiller nos sirvió y nos hizo catar en la barra.
He aquí el desfile de entrantes:
La Gilda, Anchoa, aceituna y piparra,
Patata soufflée rellena, tartar de atún rojo,
(Las fotos de los siguientes platos, aparecerán en el primer comentario)
Bocadillo de rabas, crema de ajo y cebolla frita,
Carabinero, pil pil de ramallo, huevas de trucha
Pan al vapor de costilla, col fermentada y lubina
"Cigala Roll". Brioche relleno de cigala, holandesa y gambas
Como ya dije en mi comentario precedente en los menús de este tipo es imposible de detallar cada bocado pues la crónica se haría interminable, decir únicamente que todos estuvieron a una gran altura.
Una vez finalizados estos pases nos acompañaron hasta la que iba a ser nuestra mesa, situada en el mismo comedor que en nuestra visita precedente. La sala, de ambiente minimalista, es luminosa y está decorada con gusto entremezclando la piedra y la madera. Las mesas son grandes, con sillones confortables, bien vestidas con buenos manteles blancos de tela, buena vajilla y cubertería y copas de calidad, creo que eran Riedel. El servicio de sala fue muy bueno, profesional, cordial y amable. El servicio del vino, fue bueno, pero en esta ocasión no estuvo a la misma altura que en nuestra visita precedente que rozó la excelencia con el servicio de la sumiller Leticia Canales. Al llegar a la mesa nos estaba esperando nuestra botella de vino y un platillo de mantequilla y unos brioches para acompañarla.
Los platos principales fueron :
Chipirón de guada
ñeta, tartaleta de shitake de la Cavada
Bogavante en dos pases, estilo "chili crab" y su taco
Royal de cochinillo, tarta San Marcos de hinojo y foie
No me queda mas que decir lo que ya dije mas o menos en el 2022, un verdadero festival de texturas y de sabores, platos muy bien cocinados y de gran nivel con un gran dominio de la técnica. Una cocina de sabores intensos y presentaciones muy originales, que sorprende, llena de creatividad, que hace trabajar a fondo las papillas gustativas y perfectamente elaborada. Una verdadera cocina de autor.
El pan que acompaño la parte salada fue muy bueno.
De postres tomamos :
Hoja de higuera y su gelatina, mantequilla tostada, pera confitada
Hojaldre de nuestra casa, crema inglesa tostada, hierbaluisa, preparada delante nuestro por el Chef
Todos los postres fueron excelentes.
Para beber tomamos una botella grande de agua mineral y una botella de vino blanco Belondrade Quinta Apolonia 2022. Vino de la Tierra de Castilla y León. Belondrade y Lurton - La Seca -Valladolid. Vino ecológico.. Cepajes 100% Verdejo. " "Vino fermentado en barrica. Agricultura respetuosa. 3 meses en barrica de roble. Quinta Apolonia procede de viñedos propios con una edad media de 8 años de edad. La vendimia es manual en el momento óptimo de maduración. En bodega, las uvas de Quinta Apolonia fermentan en depósitos de acero inoxidable y en huevo de hormigón. Después se realiza un assemblage con el vino que se utiliza para elaborar su hermano mayor, Belondrade y Lurton que procede de viñas de 80 años y está fermentado en barrica." Vino joven, fresco, con buena acidez, y persistente en boca que se bebe muy fácilmente. .
Finalizamos con 3 buenos cafés y unos excelentes petits fours:
Macaron de manzanilla y calendula
Marshmallow de citricos
Lemon Pie
Pastas de mantequilla
La cuenta ascendió a 144,40 €. Muy buena RCP. Cocina creativa de alto nivel en un ambiente desenfadado y como ya escribi en mi anterior crónica haciendo hincapié en la sencillez, la empatia, la simpatía y la profesionalidad de todo el personal que nos hizo sentir muy a gusto, incluido el Chef que representa todas las virtudes enumeradas anteriormente. Tal vez seria interesante que volviesen a integrar el servicio a la carta, como cuando fuimos a visitarles por primera vez en el 2017, lo que daría mas libertad de acción a los clientes que los visitan habitualmente. Cuando volvamos a Cantabria volveremos a visitarles. Muy recomendable