Restaurante La Bicicleta en Hoznayo
Restaurante La Bicicleta
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
47,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
108 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.8
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.6
Comida COMIDA
8.1
Precio medio entorno ENTORNO
8.1
RCP CALIDAD-PRECIO
7.8
"Champan" de sauco
Pepino dulce picante, Tatin de hortalizas de nuestra huerta y aspic de puerro
Merengue de pimiento en textura  y chipotle
El Chef esperandonos en la barra de su cocina
La Gilda, Anchoa, aceituna y piparra,
Patata soufflée rellena, tartar de atún rojo
Vista del comedor principal desde nuestra mesa
Vista de la cocina a la vista desde nuestra mesa
Aperitivo : Bao de costilla, sardina marinada, polvoron de aceite, Kimchi
Aperitivo : "Txangurro Roll" Brioche de centollo, holandesa y crujiente
Aperitivos : Bocadillo aireado de queso curado y lomo bajo
Aperitivos : Pastrami de cordero ahumado, eneldo y estragón
Rodaballo, berberechos, rebozuelos, fideos de calamar y jugo de sus espinas
Machote, flor de calabacín, rebozuelos, alioli de aromáticas y ensalada  de brotes
Gamba roja atemperada y ajoblanco  de guindilla vasca
Pochas de Isla , borono, papada ibérica y chorizo Alejandro
Ostras Gillardeau  al natural con gel de manzana y cremoso de limón y jengibre
Comedor principal
fresas
bonito
arroz
mejillón
antxoa
Opiniones de La Bicicleta
OPINIONES
11

Nueva visita al restaurante La Bicicleta en Hoznayo. galardonado con una estrella Michelin( duplicada con una estrella verde) y un sol Repsol.

Pocos cambios han habido, desde nuestra visita en agosto del año pasado, en el restaurante del Chef Eduardo Quintana y de la sumiller Leticia Canales, aparte el funcionamiento del circuito del menú que ha cambiado algo y que explicaré ulteriormente. Me permito recordar que la cocina de Eduardo Quintana, de raíces vasco cántabras, es una cocina de autor, de Km 0, realizada con productos ecológicos de temporada y de proximidad suministrados por pequeños productores locales y en procedencia de su huerta de 1Ha de superficie situada a 1 Km del restaurante donde, entre otros productos, cultivan sus guisantes lagrima, tomates, plantas aromáticas, frutos rojos, flores, etc... para abastecer el restaurante.

Llegamos al restaurante tres personas a las 20h30 para tomar el menú degustación "Vuelta" escogido en el momento de efectuar la reserva (mismo nombre del menú que el año pasado pero diferente en contenido pues los menús cambian cada mes). En cuanto llegamos nos recibieron y nos acompañaron a una mesa situada en el patio-jardín del restaurante, en donde nos ofrecieron un aperitivo de "Champan" de sauco acompañado de unos buenos snacks de Pepino dulce picante, Tatin de hortalizas de nuestra huerta y aspic de puerro, y nos trajeron la carta de vinos para que escogiésemos el que iba a acompañar nuestra cena, para a continuación invitarnos, como ya hicimos en nuestra precedente experiencia en el 2022, a visitar en el jardín diferentes bancales que representan los cultivos que realizan en la huerta que poseen en el exterior. Como la vez precedente, fue una visita muy didáctica, interesante y muy amena y en donde rodeados de tomateras, tomamos el ultimo snack Merengue de pimiento en textura  y chipotle para pasar después a la barra del Chef en la cocina, donde continuamos la verdadera degustación de los entrantes del menú elegido, preparados in situ delante nuestro y pudimos probar el vino escogido, que nuestra sumiller nos sirvió y nos hizo catar en la barra.

He aquí el desfile de entrantes:

La Gilda, Anchoa, aceituna y piparra,

Patata soufflée rellena, tartar de atún rojo,

(Las fotos de los siguientes platos, aparecerán en el primer comentario)

Bocadillo de rabas, crema de ajo y cebolla frita,

Carabinero, pil pil de ramallo, huevas de trucha

Pan al vapor de costilla, col fermentada y lubina

"Cigala Roll". Brioche relleno de cigala, holandesa y gambas

Como ya dije en mi comentario precedente en los menús de este tipo es imposible de detallar cada bocado pues la crónica se haría interminable, decir únicamente que todos estuvieron a una gran altura.

Una vez finalizados estos pases nos acompañaron hasta la que iba a ser nuestra mesa, situada en el mismo comedor que en nuestra visita precedente. La sala, de ambiente minimalista, es luminosa y está decorada con gusto entremezclando la piedra y la madera. Las mesas son grandes, con sillones confortables, bien vestidas con buenos manteles blancos de tela, buena vajilla y cubertería y copas de calidad, creo que eran Riedel. El servicio de sala fue muy bueno, profesional, cordial y amable. El servicio del vino, fue bueno, pero en esta ocasión no estuvo a la misma altura que en nuestra visita precedente que rozó la excelencia con el servicio de la sumiller Leticia Canales. Al llegar a la mesa nos estaba esperando nuestra botella de vino y un platillo de mantequilla y unos brioches para acompañarla.

Los platos principales fueron :

Chipirón de guada ñeta, tartaleta de shitake de la Cavada

Bogavante en dos pases, estilo "chili crab" y su taco

Royal de cochinillo, tarta San Marcos de hinojo y foie

No me queda mas que decir lo que ya dije mas o menos en el 2022, un verdadero festival de texturas y de sabores, platos muy bien cocinados y de gran nivel con un gran dominio de la técnica. Una cocina de sabores intensos y presentaciones muy originales, que sorprende, llena de creatividad, que hace trabajar a fondo las papillas gustativas y perfectamente elaborada. Una verdadera cocina de autor.

El pan que acompaño la parte salada fue muy bueno.

De postres tomamos :

Hoja de higuera y su gelatina, mantequilla tostada, pera confitada

Hojaldre de nuestra casa, crema inglesa tostada, hierbaluisa, preparada delante nuestro por el Chef

Todos los postres fueron excelentes.

Para beber tomamos una botella grande de agua mineral y una botella de vino blanco Belondrade Quinta Apolonia 2022. Vino de la Tierra de Castilla y León. Belondrade y Lurton - La Seca -Valladolid. Vino ecológico.. Cepajes 100% Verdejo. " "Vino fermentado en barrica. Agricultura respetuosa. 3 meses en barrica de roble. Quinta Apolonia procede de viñedos propios con una edad media de 8 años de edad. La vendimia es manual en el momento óptimo de maduración. En bodega, las uvas de Quinta Apolonia fermentan en depósitos de acero inoxidable y en huevo de hormigón. Después se realiza un assemblage con el vino que se utiliza para elaborar su hermano mayor, Belondrade y Lurton que procede de viñas de 80 años y está fermentado en barrica." Vino joven, fresco, con buena acidez, y persistente en boca que se bebe muy fácilmente. .

Finalizamos con 3 buenos cafés y unos excelentes petits fours:

Macaron de manzanilla y calendula

Marshmallow de citricos

Lemon Pie

Pastas de mantequilla

La cuenta ascendió a 144,40 €. Muy buena RCP. Cocina creativa de alto nivel en un ambiente desenfadado y como ya escribi en mi anterior crónica haciendo hincapié en la sencillez, la empatia, la simpatía y la profesionalidad de todo el personal que nos hizo sentir muy a gusto, incluido el Chef que representa todas las virtudes enumeradas anteriormente. Tal vez seria interesante que volviesen a integrar el servicio a la carta, como cuando fuimos a visitarles por primera vez en el 2017, lo que daría mas libertad de acción a los clientes que los visitan habitualmente.  Cuando volvamos a Cantabria volveremos a visitarles. Muy recomendable

  • "Champan" de sauco

    "Champan" de sauco

  • Pepino dulce picante, Tatin de hortalizas de nuestra huerta y aspic de puerro

    Pepino dulce picante, Tatin de hortalizas de nuestra huerta y aspic de puerro

  • Merengue de pimiento en textura  y chipotle

    Merengue de pimiento en textura y chipotle

  • El Chef esperandonos en la barra de su cocina

    El Chef esperandonos en la barra de su cocina

  • La Gilda, Anchoa, aceituna y piparra,

    La Gilda, Anchoa, aceituna y piparra,

  • Patata soufflée rellena, tartar de atún rojo

    Patata soufflée rellena, tartar de atún rojo

Como ya se ha comentado el restaurante prolijamente con anterioridad, paso directamente a la comida.

Menú "La Escapada", el largo.

Empezamos en el huerto con unos aperitivos muy sabrosos:

- Sopa de lombarda y colinabo dulce picante.
- Crujiente de aromáticas.
- Merengue de brócoli y pastel de cebolla.

Fue una delicia tomar el aperitivo al solecito.

Pasamos a la barra:

- La Gilda. Anchoa, aceituna y piparra. Deliciosa.

- Patata suflé rellena de tartar de atún rojo y yema curada. Una explosión de sabor.

- Carabinero, pilpil de ramallo y huevas de trucha. Suave y delicado.

- Navaja curada, escabeche de mejillón, naranja y hierbabuena. Lástima que solo hubiese una...

- Pan chino (mantou) de costilla, verdel y polvorón de aceite. Exquisito mar y montaña.

- "Cigala Roll". Brioche relleno de cigala, holandesa y gambas.

- Pastrami de cordero ahumado, daikon agridulce y estragón. Tres ingredientes que no suelo comer. Nos encantó la combinación.

Y llegamos al comedor:

- Rodaballo, jugo de cítricos y maíz, jengibre y teja de alga nori. Precioso y muy sabroso.

- Endivia, habitas, beurre blanc de vermouth y eneldo. Muy delicado.

- Vieira, tallarines de apionabo, kimchi de espinaca y tempura. Creíamos que el kimchi se comería el sabor de la vieira, pero no. Sabores equilibrados.

- Espárrago blanco a la brasa, café (para mí, sin café), crema de miso y mantequilla. Siempre me ha parecido complicadísimo hacer un buen plato con espárragos, y este me pareció excelente, incluso sin el café.

- Guisante, presa ibérica y gamba alistada. Otro mar y montaña que nos encantó.

- Bogavante al estilo "Chilli Crab", ñoquis de cúrcuma y boniato. Fantástica combinación.

- Royal de cochinillo, trufa, zanahoria y remolacha. Más efectista que efectivo.

Y pasamos a los postres:

- Tulipán, yuzu, hierbaluisa y remolacha. Este no me entusiasmó precisamente.
- Mochi de boniato, helado de laurel y empanadilla de queso Braniza. Nunca habría dicho que me gustaría...

- Hojaldre, crema inglesa, avellanas y helado de mantequilla tostada. Riquísimo, tanto junto como por separado.

Para beber, dos botellas de agua, una botella de Colonia Las Liebres Brut Rosé 2014 (50 €) con su cubitera, una copa de Tokaji Aszú DisznókŐ 6 puttonyos 2016 y un cortado.

Con el café nos trajeron unos petit fours: Macaron de mandarina, marshmallow del bosque, tarta de chocolate y lemon pie. Muy buenos todos, pero de la tarta podría haberme comido un trozo de tamaño estándar; es decir, una porción de las grandes :-D

Nos gustó mucho que nos fuesen enseñando la casa a medida que tomábamos el menú. Presentaciones muy cuidadas y servicio muy atento y profesional.

Agradecimos que nos diesen el menú impreso a la salida, aunque también lo cuelgan en su web.

La principal pega: nos pareció algo caro para lo que es y dónde está.

Cinco años habían pasado desde que descubrimos el restaurante de Eduardo Quintana y Cristina Cruz, La Bicicleta de Hoznayo (Entrambasaguas - Cantabria)  y ya era hora de renovar la experiencia. Desde entonces ha habido algunos cambios importantes, pues desde noviembre del 2017 poseen una estrella Michelin y desde el 2020 también una estrella verde (gastronomía y sostenibilidad) asi como un Sol Repsol desde el 2022.

Pocos cambios en cuanto a la situación, sigue estando ubicado en la misma casona montañesa del siglo XVIII, perfectamente restaurada, con su gran patio ajardinado sino que, ahora si, con un parking para clientes justo a la entrada del restaurante. Nada mas atravesar el umbral de su puerta encuentras a tu izquierda la cocina, a la vista, donde puedes ver cocinar al Chef Eduardo Quintana y a su equipo, y es allí donde se toman actualmente los aperitivos de los menús degustación que detallaré posteriormente.

La cocina de Eduardo Quintana, de raíces vasco cántabras, es una cocina de autor, de Km 0, realizada con productos ecológicos de temporada y de proximidad suministrados por pequeños productores locales y en procedencia de su huerta de 1Ha de superficie situada a 1 Km del restaurante donde, entre otros productos, cultivan sus guisantes lagrima, tomates, plantas aromáticas, frutos rojos, etc... para abastecer el restaurante.

Teniamos reserva a la 20h30 para dos comensales. Tras recibirnos nos situaron en una mesa en el extremo del comedor principal, junto a la que nos dieron en nuestra primera visita y desde la que divisábamos la cocina a la vista. La sala, de ambiente rustico y elegante, minimalista,  es luminosa y está decorada con gusto entremezclando la piedra y la madera. Las mesas son grandes, con sillones confortables, bien vestidas con buenos manteles blancos de tela, buena vajilla y cubertería y copas de calidad. El servicio de sala fue muy bueno, profesional, cordial y amable. El servicio de vino fue excepcional, llevado a cabo por la sumiller Leticia Canales, consistió en presentación de diferentes vinos de los que pedí información con consejos y cata incluida y una vez la elección efectuada, descorche de la botella seleccionada, cata y servicio durante toda la cena. Buena carta de vinos.

Tras indicarnos nuestra mesa, una persona del restaurante vino a buscarnos para hacernos visitar en el jardín diferentes bancales que construyeron durante el confinamiento y que son una muestra de los cultivos que realizan en la huerta que poseen en el exterior, fue una visita muy didáctica, interesante y muy amena y donde comenzó en realidad nuestro menú degustación.

Allí entre los bancales tomamos, el primer aperitivo :  Kombucha y pepino dulce picante,

y tras la visita nos dirigimos a nuestra mesa, escogimos el vino y poco después nos pidieron que fuésemos a la cocina, donde nos esperaba el Chef y donde sentados en los taburetes frente a la barra, continuamos la verdadera degustación de los aperitivos del menú elegido "La Vuelta" a 105 € (proponen dos menús degustación, uno largo y otro mas corto, que cambian cada mes) :

Entretanto la sumiller nos trajo las copas con el vino seleccionado y seguimos la degustación :

Aromáticas/ pesto / Tomates en conserva/jamón

La Gilda, Anchoa, aceituna, aceite y piparra.

Tortilla de patata en texturas y atún rojo

Bao de costilla, sardina marinada, polvoron de aceite, Kimchi

"Txangurro Roll" Brioche de centollo, holandesa y crujiente

Bocadillo aireado de queso curado y lomo bajo

Pastrami de cordero ahumado, eneldo y estragón

Las fotos de los siguientes platos por imperativos técnicos de Verema aparecerán en el primer comentario

Mixto de lengua, emulsión de encurtidos y queso de Prases.

olvidamos de hacer las fotos de los primeros aperitivos, dada la interesante degustación y conversación con el chef y cuando nos apercibimos ya estábamos delante del Bao de costilla.

Imposible de detallar cada bocado pues este comentario se haría interminable, decir únicamente que todos estuvieron a una gran altura.

Una vez terminados los aperitivos nos acompañaron de nuevo a nuestra mesa y continuamos con nuestro menú,

Entrantes :

Sopa fria de remolacha, vieira y ciruela

Magano de guadañeta, arroz cremoso de careta, lemon grass

Berenjena, presa ibérica, gamba alistada y té rojo

Platos principales

Besugo, pil pil de sus cabezas, jengibre

Vaca de Cantabria en tres texturas

Un verdadero festival, platos muy bien cocinados y de gran nivel. Una cocina divertida con sabores intensos y presentaciones muy originales, que sorprende, llena de creatividad, que hace trabajar a fondo las papillas y está perfectamente elaborada.

El pan, que acompañó esta parte del menú fue bueno.

Como postres tomamos

Hierbaluisa, melocotón rojo asado, hielo de Riesling

Babá al ron, frutos rojos, helado de laurel

Un agradable final dulce y refrescante.

Para beber tomamos una botella de agua grande y una botella de vino blanco fermentado en barrica  Valenciso 2020 DOC Rioja. Bodega Valenciso. Cepajes 70% Viura y 30% Garnacha blanca. "Vendimia manual. Viñedos muy viejos, cuidados de forma sostenible en la Rioja Alta. Tras ser transportada hasta la bodega, la uva de  fermenta en barricas de roble procedentes del Cáucaso. En estos mismos recipientes el vino reposa durante nueve meses antes de ser embotellado y comercializado". Es un vino con mucha personalidad, fresco, complejo, moderno y elegante con un largo final. Se bebe muy bien. Nos gustó


Finalizamos con dos  buenos cafés y unos deliciosos petits- fours incluidos en el menú : Macaron de hierbas montunas, Marshmallow tropical, Madeleine con pistacho y albaricoque, Pasta choux de crema diplomat.

La cuenta ascendió a 130,45 €/persona. Buena RCP. Excelente cocina creativa de autor, que no puede dejar a nadie indiferente. Quisiera además hacer hincapié en la sencillez, la empatia, la simpatía y la profesionalidad de todo el personal que nos hizo sentir muy a gusto. Como habréis podido comprender nos gustó muchísimo. Ha efectuado una gran evolución desde nuestra visita del 2017. Evidentemente volveremos a visitarles. Muy recomendable.

  • Vista del comedor principal desde nuestra mesa

    Vista del comedor principal desde nuestra mesa

  • Vista de la cocina a la vista desde nuestra mesa

    Vista de la cocina a la vista desde nuestra mesa

  • Aperitivo : Bao de costilla, sardina marinada, polvoron de aceite, Kimchi

    Aperitivo : Bao de costilla, sardina marinada, polvoron de aceite, Kimchi

  • Aperitivo : "Txangurro Roll" Brioche de centollo, holandesa y crujiente

    Aperitivo : "Txangurro Roll" Brioche de centollo, holandesa y crujiente

  • Aperitivos : Bocadillo aireado de queso curado y lomo bajo

    Aperitivos : Bocadillo aireado de queso curado y lomo bajo

  • Aperitivos : Pastrami de cordero ahumado, eneldo y estragón

    Aperitivos : Pastrami de cordero ahumado, eneldo y estragón

El esfuerzo del equipo de La bicicleta, para actualizar el restaurante y colocarlo al nivel actual tiene mérito y premio ( la estrella). Una casa solariega acoge varios comedores en varios niveles. Comedores acogedores, estéticamente impecables y estimulantes. Nosotros estuvimos en el que está enfrente de la cocina , lo que permite una buena perspectiva del trabajo, pero también se ve desagradablemente afectado por los olores de la misma ( comenzar los primeros platos del menú con los aromas de los segundos, no fue agradable).El servicio es joven a, activo y amable, explicativo también , guardando una distancia adecuada, pero mostrando interés según la demanda y actitud del cliente. Buena carta de vinos, con precios asequibles y múltiples opciones, me gustó y su servicio también. El menú de 75 euros va de más  a menos, le falta algo de consistencia en los segundos ( sobre todo el pato, muy flojo) y en los postres que en comparación con lo previo resultaron más bien decpcionantes.. Los aperitivos fantásticos. Creo que probé la mejor versión hasta ahora de la gilda. Un gilda delicada , con una anchoa de textura y limpieza perfecta( eran Catalinas), con final picante que no impide detectar y disfrutar el resto de ingredientes. Me encantó la pasta soufflé relelna de su tortilla, para comerse más de dos...No entendí l Gillardeau con el caldo lebaniego , hay que darle una vuelta pero el corte de foie y la coca de carabinero y bloody mary compensaron. El paseo en bicicleta es lo mejor  del menú. Canelón de cabrito magnífico, un sorprendente  plato cítrico con pulpo y unas gustosas pochas con chipirón encebollado , excelentes y apetitosas. El arroz con careta a la altura. Luego los segundos de pato y lubina y  los postres decayeron , no poseían consistencia , resultando en mi opinión un tanto anodinos y repetitivos( una pieza de vacuno de la tierruca...no'???. En cualquier caso una buena comida. Si creo que merece la estrella, aunque hay que mejorar, el envoltorio como dice Oscar conseguido.

Aprovechando que hacia malo, un día de esos con lluvia y frescos, nos acercamos al mercadillo de Santoña, es el mejor día, no encuentras circulación en la autovia y puedes aparcar, cosa difícil en un día normal.

Después de tomar un vino y unas anchoas sobadas en La Mutua, local donde puedes encontrar muchísima variedad de latas de anchoa de la zona a buen precio y además por un euro las ricas sobadas en el local, nos dirigimos hasta Hoznayo, a veintipico Km , para conocer el recién estrellado restaurante La Bicicleta .

El entorno, que para mi no suele ser lo importante de la experiencia gastronomica, en el caso del exterior, no es muy atractivo, esta al lado de una general , pero tienes dos o tres locales donde tomar un vinito antes, ya repito que no es algo que me condicione lo mas mínimo a la hora de decidirme ir a comer a un sitio, y así fuese no se podría uno acercar a Casa Gerardo o a Arzak , pero ni me fijo , ni me fío de este valor .

Eso si el interior, reformado, con mucho gusto, cocina a la vista, muy chula , dos mesas en frente para la espera en caso de no tener mesa preparada , y al lado un comedor chulo , además tienen otro comedor interior .

Vajilla y menaje chula, bonita indumentaria y todos los factores de un envoltorio estrella michelín, incluido un buen servicio.

Tienen dos menús degustación y una carta bastante maja, escogimos el menú de 13 platos, incluidos los aperitivos, 65€ iva incluido, eso a tres días de la estrella.

Os relato los enunciados.

Nuestra versión de la Gilda, un pintxo vasco que tiene anchoa en salazon, piparra y aceituna, esferificacion de aceituna y piparra, anchoa rodeándola y caviar de aceite, sabía al pintxo y es lo propio.

Cracker de borono, jamón y huevo, rico crujiente con mucho sabor, íbamos bien.

Corte de foie, naranja y zanahoria, también bien, buen producto y buena combinación, la galleta ondulada empleada a modo de la que se pone en el corte, insípida, quizás para no quitar protagonismo al foie y sus acompañantes.

Vieira, bearnesa y su emulsión, presentada en la concha, nos falto un poco de sabor en la vieira, pero bien elaborada y rico el acompañamiento.

Pulpo a la brasa, kimchi de berza y pimiento, ni fu, ni fa y mas fa, chicloso el pulpo y a mi que me gustan los kimchi, esto ni lo parecería, no tenia la potencia del fermentado de nada, era una crema suave de berza.

Ostra guillardeau guisada en caldo ahumado, vale, bien.

Arroz con jibión de Santoña y caldo de ave, muy sabroso, el arroz al denté de costar masticarlo y todo.

Trompeta de los muertos, muslo de pichón y castaña, plato otoñal, muy de moda en varios sitios, castaña, seta, hongo y caza, rico.

Torrezno de cochinillo, patata y trufa, rico, meloso, añadiendo trufa, quizás demasiado fría y gorda, como para sacar el aroma y sabor, o quizás la trufa de otoño no sea tan aromática, eso si con el enunciado esperaba una parte crujiente, como la del torrezno, nada parecido, pero plato rico.

Lubina a la sal, pesto de algas y crema de chirivia, el único pescado, estaba bien elaborado y el toque dulce de la crema de chirivia acertado.

Pato en su jugo de moras y bizcocho de remolacha, patata suflé, no crujiente, y sobre todo un pato que estaba pasado, pese a estar rojiza la carne, estaba seca y formaba bola, no acabamos el plato.

Brioche, mandarina y helado de laurel, fresco y rico el helado.

Bizcocho Dougall¨s, toffe lustau y helado de caramelo, me gusto, bien.

Luego con el café te sacan unos ricos petit fours, escoges dos de un carrito muy chulo.

Para beber un vino natural cosa que me agrado que tuviesen, les faltaban bastantes, porque estaba renovando la carta, varias referencia a buen precio, espero que sigan así tras la estrellita, blanco La Roche Bezigon 19€, rico y a buen precio, de vez en cuando te llenaban la copa, yo comente que no hacia falta.

Para Uxue unas croquetas, seis de buen tamaño y ricas por 10€ y un par de canelones de pato , uno cubierto de trufa , 19,8€ , postre se comió los de Ana y como siempre algo prueba del menú , pan , para ella 2,5€ , el nuestro incluido en precio menú , dos copas de tinto barrica Paco Garcia , ambas 5,6€ , cortado , 1,7€ e infusión 2,5€ , agua 3€ .

Conclusión, envoltorio michelín, cocina, este día en concreto justita, eso de que michelín se fija en la cocina por encima del envoltorio, me da la risa y los que somos de salir a comer por ahí, lo sabemos, a otro con ese cuento, no puede ser que este local tenga el mismo distintivo que la Mina en Bilbao, Casa Gerardo en Asturias, Ricard Camarena en Valencia o que Solana en Cantabria, pero no porqué no se merezcan que les den una estrella , es una guía privada y puede hacer lo que quiera , pero por comparativa , no es de recibo .

Teniendo en cuenta que a día de hoy este menú es de 85€, sinceramente, prefiero conocer las experiencias de otros, antes de volver, luego ya, si, eso….

Siguiendo con el sistema de puntuación que hay, mi nota en la comida, estaría por encima de un cinco, pero por debajo de un siete, puestos a elegir, le daré 7, es mi primera visita y un día correcto le puede salir a cualquiera.

.

Sentía curiosidad por acudir a este restaurante, por los controvertidos comentarios de gente de mi entorno y otros visionados en internet.

Me intrigaba que unos hablaran muy bien y otros regular o mal.

Me dije a mi mismo la mejor manera de salir de duras es probarlo.

Cuando la decisión estaba tomada, surge la tan deseada por los restaurantes estrella Michelin.

Bueno pensé, este no es el mejor momento y decidí retrasar la visita.

Me animo y veo están cerrados pero la apertura era en breve, así que llamo y me dicen que para el sábado  mediodía les queda una mesa para dos,

Me decante por el menú degustación largo " ya que iba a probar"

Esta en la pagina del restaurante desde el 1 Marzo

No me voy a extender en el mobiliario, vajilla y decoración, tampoco voy a describir la carta plato por plato, pues como dije con anterioridad está al alcance de cualquiera visionarla.

Tampoco voy a dar mi opinión de texturas.......etc

Pero si voy a decir que es una cocina fresca, divertida, preparaciones ligeras con sabores intensos y explosiones continuas de los mismos en el paladar.

Esta cocina pretende divertir y al mismo tiempo sorprender que es lo que consigue, se disfruta en la mesa una pase tras otro.

Realmente está muy bien proporcionada al mismo tiempo, pues los primero platos dan gusto al paladar y los tres últimos arroz, rodaballo y cabrito lo que hacen es dar gusto al estomago, sin desmerecer para nada su preparación y presentación.

Tuvieron la deferencia de cambiarme la ostra que mi paladar no tolera por un carpaccio de carabinero.

No desmerece el servicio de sala que va en sintonía con la cocina, destacando en el mismo a Pablo, por su empatía, sencillez y profesionalidad en el trato, lo cual se agradece.

Ese tipo de servicio simpre se agradece, pues hace mas grata la estancia en cualquier restaurante.

También tiene una muy buena y variada carta de vinos lo cual se agradece dado el perfil tan particular y corto que tengo en ese aspecto.

Conclusión, mi opinión es que es de lo mejorcito de Cantabria, solo espero comprobar que sigan con esa ilusión y creatividad, que no les suceda como a otros, que se dedican más a salir en los medios de comunicación, sin innovar que al fin y al cabo es lo que buscamos lo que acudimos a este perfil de restaurantes.

Dejando claro por supuesto que dentro de un orden cada uno sabe lo que tiene que hacer en su casa, pero en mi caso lo que hago es dejar de acudir a los mismos y buscar algo  como lo vivido ayer en el tiempo que estuve en La Bicicleta.

Por supuesto volvere

No sabíamos muy bien a donde íbamos a ir a cenar el viernes 18 de agosto, pues buscaba un restaurante que no estuviese demasiado lejos de nuestro nuevo alojamiento en la Marina de Cudeyo. En principio tenia pensado ir a cenar a la Bicicleta, pero los comentarios poco homogéneos y mas bien negativos de Verema, me echaron hacia atrás hasta que el día 14 de agosto, mi amigo Jon (Gastiola) publicó un comentario que me hizo cambiar de parecer y ese mismo día realice la reserva.

Situado en Hoznayo, el restaurante La Bicicleta está ubicado en una antigua casona cantabra del siglo XVIII, perfectamente restaurada, con un gran patio ajardinado (sin parking pero con posibilidades de aparcar en sus inmediaciones).  Cuando entras en el restaurante, encuentras a tu izquierda la cocina, a la vista, donde puedes ver cocinar al chef Eduardo Quintana y a su equipo y si quieres picar alguna cosa lo puedes hacer en la barra de ésta. Su cocina, de Km0 y con raíces vascas y cantabras, se basa en los productos ecológicos de temporada y principalmente de proximidad suministrados por pequeños productores.

Llegamos a las 20h30 y nos situaron en una mesa, a nuestro nombre, en el extremo del comedor principal , decorado con mucho gusto, entremezclando la piedra y la madera y con buena luminosidad, desde donde divisábamos toda la sala. Las mesas son amplias, con confortable sillones, muy bien separadas las unas de las otras, bien vestidas con buenos manteles, buena vajilla y cuberteria y buenas copas. El servicio de sala dirigido, si no me equivoco, por Cristina Cruz, es joven, agradable y profesional. El servicio del vino es bueno, ciñéndose al descorche, primera cata y de cuándo en cuándo servicio de copas. Tienen una carta de unas 65 referencias, de diferentes denominaciones y países, predominando los tintos (una cuarentena de ref), y los blancos (unas 25 ref) y haciendo de figurantes 3 ref de rosados y 5 de espumosos.  Una carta con vinos interesantes y precios correctos.

Nos propusieron 2 menús degustación y la carta. Optamos por esta ultima.

Como aperitivo, nos ofrecimos :

Ostras Gillardeau al natural con gel de manzana y cremoso de limón y jengibre ,una por cabeza. Muy ricas.

Como entrantes tomamos :

Pochas de Isla , borono, papada ibérica y chorizo Alejandro Un guiso que estaba riquísimo.

Gamba roja atemperada y ajoblanco de guindilla vasca MC las encontró deliciosas

Como platos principales nos decantamos por

Machote, flor de calabacín, rebozuelos, alioli de aromáticas y ensalada de brotes   Perfectamente cocinado en su punto. Muy sabroso

Rodaballo, berberechos, rebozuelos, fideos de calamar y jugo de sus espinas Igualmente perfectamente cocinado. MC hizo una buena elección.

Los panes de Triticum, (ver foto en el primer comentario), que acompañaron la parte salada, fueron muy buenos.

De postres compartimos :

Bonsai  Soufflé de fresas y vermouth con helado de arroz con leche (ver fotos en el primer comentario). Un bonsai adornado con dos fresas rellenas de chocolate nos fue servido antes del soufflé para ayudarnos a esperar el tiempo de preparación de este ultimo, que estaba excelente,de 10.

Para beber tomamos una botella de agua y una botella de vino blanco joven ecológico Tricó 2012 DO Rias Baixas. Compañia Vinos Tricó.(Salvaterra de Miño) Cepajes 100% Albariño. Tras una vinificación tradicional, pasa una crianza de doce meses en cubas de acero inoxidable.  Me pareció fresco, equilibrado, bien estructurado y con un final largo y agradable.

Finalizamos con dos buenos cafés acompañados de un vaso de agua con jengibre y una galletita (ver foto en el primer comentario).

La cuenta ascendió a 66,55 €/persona. Buena RCP. Buena velada, buena cocina de producto de temporada, cercana del Km0,y muy bien elaborada. Otro restaurante al que volveremos a visitar en otro próximo viaje a Cantabria.

 

  • Rodaballo, berberechos, rebozuelos, fideos de calamar y jugo de sus espinas

    Rodaballo, berberechos, rebozuelos, fideos de calamar y jugo de sus espinas

  • Machote, flor de calabacín, rebozuelos, alioli de aromáticas y ensalada  de brotes

    Machote, flor de calabacín, rebozuelos, alioli de aromáticas y ensalada de brotes

  • Gamba roja atemperada y ajoblanco  de guindilla vasca

    Gamba roja atemperada y ajoblanco de guindilla vasca

  • Pochas de Isla , borono, papada ibérica y chorizo Alejandro

    Pochas de Isla , borono, papada ibérica y chorizo Alejandro

  • Ostras Gillardeau  al natural con gel de manzana y cremoso de limón y jengibre

    Ostras Gillardeau al natural con gel de manzana y cremoso de limón y jengibre

  • Comedor principal

    Comedor principal

Bonito sitio, tiene una preciosa terraza, una zona para tomarte unos combinados y la cocina vista, con una barra y unas mesas donde puedes degustar sus platos. Además tiene más de un comedor muy bien decorados  que resultan muy acogedores.

Este local ha dado un giro de 180 grados. Venía yo con otras intenciones y la sorpresa ha sido inmensa. Tienen carta pero también disponen de dos menús degustación, uno denominado Tapa, que ellos llaman “corto” y otro algo más largo que lo dejaremos para otra ocasión.

Te brindan la oportunidad de pedir el menú sin tener que ser a mesa completa, cosa que me encanta ya que no siempre la compañía tiene tus mismos gustos.

El personal es envidiablemente joven y profesional cien por cien. Con muchas ganas de agradar, cosas que consiguen y con conocimientos de lo que hacen y de lo que ofrecen.

Carta decente de vinos, con propuestas curiosas, cosas diferentes, vinos y cavas ecológicos….  Así que yo me voy de cabeza a por uno de esos cavas que no tiene mala pinta. Un  Rosa Cusiné 2012. De la bodega Parés Baltá, provincia de Barcelona. Uva garnacha con una crianza de 26 meses en botella. Color salmón. Fina burbuja. Nariz que engaña un tanto puesto que en boca resulta un tanto “amargo”. Mucho mejor, así nos aguanta más la botella. Nos ha gustado.

Pues comienza el espectáculo. Nos sacan el pan, envuelto en una servilleta. Panes variados y bien ricos, por cierto. Como Aran va a comer un par de platos, le sacan para que no espere demasiado una croqueta con patatas chips. Bonito detalle.

Pues ahí va el pase del menú Tapa, sin comentarios:

Antxoa, aceituna líquida y ensalada-burbuja

Mejillón al vapor, velo de su agua y crema escabechada

Arroz inflado, remolacha, tartar de gambas y cerezas

Ostra Gillardeau, manzana y  jengibre

Crema catalana de foie y cremoso de maracuyá NO foto

Buñuelo de bacalao y berenjena a la brasa No foto

Habíamos quedado en sacar el plato principal de mi comi ahora así que le toca el turno de degustar su solomillo a la brasa sobre patata, tarta de amanita y cremoso de aromáticas.

Torrezno de cochinillo y cremoso de rebozuelo

Huevo, jugo de champiñón y espuma de amanita

Arroz carnaroli, calamar y jugo de pichón

Taco de bonito a temperado con caldo de ajo y dashi

Sopa fría de frambuesa y albahaca con tartaleta de fresas y limón  El postre de mi menú. Mi compi pide una tarta de melocotón, merengue italiano, créme brûlée y helado de sidra. Este postre lo preparan en directo. Rico y curioso.

Decir que casi todos los platos han estado en mi opinión a un nivel elevado. No puedo poner objeciones, quizás esa sopa fría de frambuesa pecaba de poco sabor, tal vez el “peso” de la compañía, muy sápida.

Yo termino con un buen café, curioso el vaso de agua con jengibre que te sacan para acompañarlo, detallazo. Para Arantza una infusión muy bien presentada también. Y allí que nos aparecen con un carrito de dulces para que elijas los que quieras. Tampoco es que haya demasiada hambre pero un par de ellos nos comemos para no hacerles un feo. Otro detalle a tener en cuenta.

Para ver alguna foto: http://gastiondo.blogspot.com.es/2017/08/restaurante-la-bicicleta-hoznayo-esta.html

  • fresas

    fresas

  • bonito

    bonito

  • arroz

    arroz

  • mejillón

    mejillón

  • antxoa

    antxoa

Está vez mi intuición...estuvo certera.
Local encantador.Servicio amable no...lo siguiente(y eso que viajamos con una par de zagales de 4 años).
Aperitivo. Sandwich de cabracho con mantequilla de carabinero.
Entrantes. Lomo de vaca tudanca en tataki, chips de patata,
cremoso de foie y sésamo tostado
Tiradito de lubina, lima limón y jugo de manzana verde picante.
Principales. Pichón de Bresse en dos cocciones, bizcocho de remolacha
y cacao y jugo de cerveza Dougalls
Rodaballo a la plancha, berberechos, fideos de calamar
y jugo de sus espinas.
De postre. Yogur en cuatro texturas:cremoso/ helado/ bizcocho/ algodón pepino osmotizado, albahaca y sopa de cerezas
Los panes exquisitos, de lo mejor que recuerdo-
Para los mellizos...fish and chips...muy rico
Cervezas, una copa de un blanco (Albariño-Riesling), y cafés-
A destacar, junto con la comida, el trato recibido...de sombrero!
El precio total...130...olé!!

... Local remodelado. Yo nunca había estado, Mila alguna que otra vez.

Una vez estuve a punto de comer aquí, pero el menú no hacía especial gracia y nos fui,os por donde vinimos. Mila tenía recuerdo de mesas súper juntas, barra ruidosa, etc. ¿Local de éxito? No lo dudéis, está casi siempre lleno incluso entre semana.

Ahora el local cuenta con unas mesas muy espaciadas, en lugar de una barra hay una cocina, aunque puedes tanto comer como tomar algo en ella. Terrazas exteriores que con buen tiempo debe ser una gozada, comedores privados, etc.

Nos toca una mesa de seis y nosotros somos cuatro comensales. Estupendo!!

La carta. Muy cambiada. Mila recordaba una gran verdura en tempera, unas estupendas hamburguesas y unas croquetas de fábula. Eso ha pasado a la historia. Ahora tiene un enfoque más japonés, con dos menús degustación y poco más. Es muy escueta.

La ojeamos y con dos pequeñajos decidimos comer lo siguiente. Compartiríamos:

- Rabas. Generosa ración, acompañada de un ali olí y en nuestro caso también limón. El producto, malo no es. Estaban blandas. Ni fu ni fa la verdad

- Tataki de ternera. Me pierdo con las definiciones de este tipo de cocina. Pensé más en un carpaccio y por eso lo pedí. No estaba malo, pero tampoco era la octava maravilla.

- un mejunje de nombre japonés que llevaba pulpo a la brasa, langostino y papada de cerdo. Probé el pulpo y le pregunte a Mila que pensaba. Estaba a un tris de estar malo y según el camarero estaba recién comprado... Nada destacable.

De segundos:

- Las fieras pequeñas entrecot, se les cayó el salero encima, y huevos fritos con patatas, ídem.

- Mila, arroz negro. Estaba bastante bueno, para mí lo mejor de la comida.

- Por mi parte, pica sueños con frutos secos. No pasará a la historia este plato.

De aperitivo nos pusieron una croqueta de pollo.

Los panes, de diferentes tipos. Bastante buenos en general.

De beber, agua,coca cola, Kas de naranja.

Finiquitamos la comida con dos cafés medianos... Dejémoslo ahí. Postres tienen los justos pero parece ser lo mejor de la carta. Nosotros no pedimos nada.

El servicio de sala es correcto. Algo despistados puesto que tanto el agua extra que pedimos como para los huevos fritos casi hay que pedir audiencia con el Papa.

¿Un sitio para volver? Lo dudo bastante. No estuvimos nada cómodos en general durante la comida pero oye, trabajan muy bien así que por algo será!

El total de la cuenta fueron 118€.

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