Si y no
Recomendado por personas de origen japonés, regentado por un ex del KABUKI WELLIGTON y con predisposición por encontrar un pequeño tesoro en la restauración japonesa dela capital, el resultado final es de cierto sabor agridulce.
Como ya se ha explicado el local es más bien feo, lo que no ayuda mucho a sentirte a gusto (decoración de segunda mano de un bar-restaurante de cualquier origen, proximidad de las mesas, etc…).
El servicio de vino es por supuesto inexistente, con un par de propuestas a precio desorbitado, motivo por el que recurrimos a un cava, igualmente a precio de oro.
El sushi, hay que reconocerlo, es fantástico, piezas no muy grandes pero perfectas en su composición y resultado final.
En busca de algo mas, posiblemente no acertamos en la elección, la recomendación del filete de ternera con salsa de miso no vale nada. Debimos recurrir al más conocido “tempura de carabinero”.
La sensación es que es un restaurante de sushi fantástico, pero tanto por el ambiente como por el precio, hacen que otras elecciones de alto nivel como el MILLAMA FLOR BAJA o restaurantes sin tanta pretensión como el SAKE DINING HIMAWARI sean mas recomendables.