Genial...como todos los recomendados

La verdad es que la ruta gastronómica aconsejada por el amigo de verema Santiago (La Dama), durante los pocos días que he permanecido en la isla es difícil de superar, tanto por la suculencia de los platos, extraordinarias materias primas y minuta final, por lo que si en alguna ocasión alguien se decide a visitar la isla, seguro que con la amabilidad que le caracteriza estará encantado de poder ayudar. Siendo mi última comida y estando indeciso entre dos restaurantes, tuve que hacerle una última consulta sobre la elección, y por supuesto fue un acierto total haber acudido a este local....aunque a su juicio ambos eran fantásticos. Se le conoce también como restaurante La Bodega ó Bodeguita.
Nada más entrar, la atención del personal que nos asistió fue extraordinaria, y visto que éramos siete comensales nos pasó directamente a uno de los reservados, lo cual nos permitió al margen de intimidad disponer de un espacio amplio y muy holgado. Pero no podía dejar escapar la oportunidad de visitar su interior y resto de dependencias, así como la parte destinada a bodega y otros reservados más amplios en función del número de comensales.
El comedor principal con mesas de madera, buena separación y presentación de las mismas de batalla. En cuanto a la decoración resulta bastante rústica pero elegante, sin sobrecargos, con algunas dependencias siendo la piedra la protagonista de sus paredes, en perfecta combinación con la madera, barricas a la vista y cantidad de jamones ibéricos colgando sobre la barra principal. Tipicidad castellana. El único pero las sillas que no resultan excesivamente cómodas, sobre todo para larga sobremesa.
Los entrantes consistieron en un plato variado de quesos denominado de Uga (7.50€), Croquetas de jamón caseras (5.50€), Ensalada con brotes de soja, queso, jamón, frutos secos con aliño dulce (7.25€), Pastel de cabracho (7.50€), Croquetas de morcilla caseras (6.50€), Huevos estrellados con patatas y jamón (8.75€). Todas las raciones bondadosas con mención especial para las croquetas de morcilla y pastel de cabracho...sencillamente espectaculares.
Solo haré descripción de los platos individuales, ya que nos habían aconsejado igualmente degustar las excelentes carnes que dispone este local, y cuando nos las presentaron, sencillamente alucinábamos por el tamaño de las mismas...pero con un sabor y textura fantásticos.
Chuletón de cebón (18€). Entrecot de ternera (14€). Solomillo ibérico (14€). Lomo alto de ternera a la piedra (16.50€).Chuletón de buey (15.50€). Chateaubriend (16€).
No hubo posibilidad alguna de probar los postres puesto que se llegó demasiado lleno. No obstante disponían de productos de elaboración casera.
La bodega resulta bastante atractiva, con algunas primeras marcas, diversidad de D.O. y por supuesto buen abanico de vinos del terreno, principalmente blanco. En nuestro caso tomamos una botella de Grifo Semidulce (13.50€) y una botella de La Dama de Aldonia (28.50€). Las copas para el vino muy correctas, al igual que la cristalería, cubertería y vajilla, haciendo constantes cambios entre platos.
Como siempre iniciamos con los típicos refrescos (cervezas, coca colas etc.), y terminando con los café.
El servicio en todo momento pendiente de las necesidades, atento, muy amable y profesional.
Poco más se puede pedir.

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