Restaurante La Cascada en Tías (Lanzarote)
Restaurante La Cascada
País:
España
Provincia:
Dirección:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
23,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
31 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.6
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
6.5
Comida COMIDA
8.1
Precio medio entorno ENTORNO
7.4
RCP CALIDAD-PRECIO
8.1
Opiniones de La Cascada
OPINIONES
4

Nos decidimos por este restaurante porque exponen una vitrina con unas carnes magnificas y ademas estaba recomendado por Jupiter por ello.
El restaurante es enorme y se comunica con La Bodega que es el restaurante de al lado con quien tambien se comparte carta. En los días que estuvimos yo diría que es de los locales con mas trasiego de personas.

El servicio es muy profesional y rapido (cosa rara en la isla).
Ponen unas aceitunas y mojos como aperitivo.

Dado que el 99% del publico es extranjero y los camareros casi que tambien, pensamos que directamente le señalaríamos la pieza que queríamos para evitar errores. Y asi lo hicimos. La cena consistió en:

- Huevos de corral de Conil con jamon ibérico : bueno pero era mas bien un revuelto
- Chuleton de novillo para dos: espectacular

Regado por una botella de La Planta . La carta de vinos bastante completa aunque en los peninsulares la mayoría eran clasicones. Poco mas que comentar porque todo estuvo muy bien

En resumen, excelente opción para comer una buena carnaza.

Excelente RCP

Comida para dos, unas ricas croquetas de boletus para compartir, y de segundo el chateaubriand para dos, mitad carne blanca (cordero) mitad carne roja. Predominio de carne, solomillos, chuletas, entrecottes, chuletones... etc, cocinados de diferentes formas.

La carne muy buena de sabor, la sirven en una bandeja grande con verduras y patatas.

Bebimos un tinto de Bodegas Stratvs, prescindible completamente; bajo mi punto de vista, de los tintos de Lanzarote, el Ariana y poco más, quizá ese syrah de El Grifo que llaman 'Reserva' (a 24 euros en bodega) también esté bien, a mí en la cata que hice en la bodega no me convenció.

En cualquier caso el restaurante es recomendable, servicio atento y correcto y buena comida, con una RCP razonable.

Ah por cierto: nos dejamos olvidados una cámara de vídeo, y al volver por la tarde allí nos la tenían guardada: muchas gracias.

Tras leer la opinión de Wyllys, acudí junto a mi pareja a este restaurante con una cierta cautela. Muchas veces habíamos pasado por su escaparate y el gran número de guiris apiñados en las mesas de la entrada nos desanimó de entrar. Pero, claro, una valoración positiva de un usuario de Verema debe ser tenida en cuenta, y olvidando viejos temores, nos acercamos a uno de los camareros y preguntamos si tenían una mesa libre para 2 personas.
No las teníamos todas con nosotros porque siendo martes noche (semana de pascua), todas las mesas a la vista estaban completas y, cómo no, de guiris.
En breve nos atendió una encantadora responsable del servicio que nos acompañó a un comedor interior, con pocas mesas, muy espacioso, con una decoración minimalista con motivos vinícolas, donde se respiraba sosiego y tranquilidad. Enseguida comprendimos que el sitio prometía más de lo que su entrada dejaba entrever.
Con una organización muy estudiada, empezaron a pasar sincronizadamente por la mesa diferentes camareros. Uno nos trajo 3 cartas, la del restaurante, la de tapas y la de las especialidades; nos centramos en esta última.
Pedimos una ración de de croquetas de boletus para compartir (fantástica), y luego un solomillo de cebón (grueso, sabroso) y un entrecote también de cebón (muy bien presentado, estupendo). Con el vino de la casa que habíamos solicitado (Alkorta crianza) nos trajeron un aperitivo de aceitunas verdes en aceite con un punto picante (ricas, ricas) y, oh cielos, 2 croquetas de boletus, que ya nos avanzó el acierto de lo que vendría a continuación. De postre compartimos unos profitelores con chocolate caliente (ordinarios, nada que ver con todo lo anterior). Le añadimos un poleo menta y un café solo, y nos salió la cena por 70€ en total.
Nuestra satisfacción fue tan alta que la próxima vez que volvamos por Puerto del Carmen repetiremos sin duda alguna.

La verdad es que la ruta gastronómica aconsejada por el amigo de verema Santiago (La Dama), durante los pocos días que he permanecido en la isla es difícil de superar, tanto por la suculencia de los platos, extraordinarias materias primas y minuta final, por lo que si en alguna ocasión alguien se decide a visitar la isla, seguro que con la amabilidad que le caracteriza estará encantado de poder ayudar. Siendo mi última comida y estando indeciso entre dos restaurantes, tuve que hacerle una última consulta sobre la elección, y por supuesto fue un acierto total haber acudido a este local....aunque a su juicio ambos eran fantásticos. Se le conoce también como restaurante La Bodega ó Bodeguita.
Nada más entrar, la atención del personal que nos asistió fue extraordinaria, y visto que éramos siete comensales nos pasó directamente a uno de los reservados, lo cual nos permitió al margen de intimidad disponer de un espacio amplio y muy holgado. Pero no podía dejar escapar la oportunidad de visitar su interior y resto de dependencias, así como la parte destinada a bodega y otros reservados más amplios en función del número de comensales.
El comedor principal con mesas de madera, buena separación y presentación de las mismas de batalla. En cuanto a la decoración resulta bastante rústica pero elegante, sin sobrecargos, con algunas dependencias siendo la piedra la protagonista de sus paredes, en perfecta combinación con la madera, barricas a la vista y cantidad de jamones ibéricos colgando sobre la barra principal. Tipicidad castellana. El único pero las sillas que no resultan excesivamente cómodas, sobre todo para larga sobremesa.
Los entrantes consistieron en un plato variado de quesos denominado de Uga (7.50€), Croquetas de jamón caseras (5.50€), Ensalada con brotes de soja, queso, jamón, frutos secos con aliño dulce (7.25€), Pastel de cabracho (7.50€), Croquetas de morcilla caseras (6.50€), Huevos estrellados con patatas y jamón (8.75€). Todas las raciones bondadosas con mención especial para las croquetas de morcilla y pastel de cabracho...sencillamente espectaculares.
Solo haré descripción de los platos individuales, ya que nos habían aconsejado igualmente degustar las excelentes carnes que dispone este local, y cuando nos las presentaron, sencillamente alucinábamos por el tamaño de las mismas...pero con un sabor y textura fantásticos.
Chuletón de cebón (18€). Entrecot de ternera (14€). Solomillo ibérico (14€). Lomo alto de ternera a la piedra (16.50€).Chuletón de buey (15.50€). Chateaubriend (16€).
No hubo posibilidad alguna de probar los postres puesto que se llegó demasiado lleno. No obstante disponían de productos de elaboración casera.
La bodega resulta bastante atractiva, con algunas primeras marcas, diversidad de D.O. y por supuesto buen abanico de vinos del terreno, principalmente blanco. En nuestro caso tomamos una botella de Grifo Semidulce (13.50€) y una botella de La Dama de Aldonia (28.50€). Las copas para el vino muy correctas, al igual que la cristalería, cubertería y vajilla, haciendo constantes cambios entre platos.
Como siempre iniciamos con los típicos refrescos (cervezas, coca colas etc.), y terminando con los café.
El servicio en todo momento pendiente de las necesidades, atento, muy amable y profesional.
Poco más se puede pedir.

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