Comida para dos, unas ricas croquetas de boletus para compartir, y de segundo el chateaubriand para dos, mitad carne blanca (cordero) mitad carne roja. Predominio de carne, solomillos, chuletas, entrecottes, chuletones... etc, cocinados de diferentes formas.
La carne muy buena de sabor, la sirven en una bandeja grande con verduras y patatas.
Bebimos un tinto de Bodegas Stratvs, prescindible completamente; bajo mi punto de vista, de los tintos de Lanzarote, el Ariana y poco más, quizá ese syrah de El Grifo que llaman 'Reserva' (a 24 euros en bodega) también esté bien, a mí en la cata que hice en la bodega no me convenció.
En cualquier caso el restaurante es recomendable, servicio atento y correcto y buena comida, con una RCP razonable.
Ah por cierto: nos dejamos olvidados una cámara de vídeo, y al volver por la tarde allí nos la tenían guardada: muchas gracias.