Teniamos ganas de conocer El Vinagrero pero nunca habia ocasión ya que aunque esta cerca de todo queda a desmano tambien de todo…
Finalmente con mesa reservada una semana antes ( lo que no habria hecho falta) acudimos a comer tres personas con ganas de dejarnos llevar y aconsejar.
Nada mas llegar nos ofrecieron algo de beber.Pedimos unos vermut Miró ..bueno yo no porque veniamos de tomar vermut de grifo de Bodegas LLoret que comentó aquí porque merece la pena acercarse para el aperitivo. Como este ultimo lugar creo que no da para escribir un comentario completo , solo dejo asi constancia.
Con los vermut se acerco el dueño, Fernando, que con su mujer en los fogones regentan el negocio familiar que cumplio 100 años en el 2010.
Nos sugirio un recorrido por toda su cocina con los platos mas representativos y aquí ya vimos que si algo hay que destacar en la labor de este hombre son las ganas de agradar y de hacer que el cliente se sienta en su casa … o mejor.
Llego tambien el momento de los vinos y al pedirle recomendación y por nuestros comentarios, quedo algo preocupado por el “nivel” y por si no acertaba… Pero de nuevo, remarcar su humildad y sus ganas llegando a una eleccion que creo que fue muy acertada. Pensamos que aunque queriamos solo vinos de la tierra y tintos , quiza los inicios mas ligeros perderian fuerza con esos Jumillas, Bullas o Yecla por loa que los entrantes mas ligeros los acompañamos con Gotes del priorato para continuar con La Monda de Castaño ( que personalmente fue el triunfador de la comida a RCP imbatible: 15€) y terminar las carnes con Maybri que resulto tambien un acierto y al que nos invitaron.
En cuanto a la comida compartimos lo siguiente:
- Aperitivo de la casa: una pequeña tosta de queso y con una excelente anchoa
- Boquerones rellenos. Fernando se disculpo por el tamaño explicando que ahora entraba pequeños. Muy buen punto de fritura y rebozado. Dos por persona : uno relleno de pimiento y el otro no recuerdo de que.
- Puntillitas con habitas beby: sencillas y ricas
- Zarzuela de rape. Un buen trozo de rape con dos almejas, una pequeña cigalita y una buena gamba roja. La salsa de mojar pan
- Pastel de zarangollo. Un clasico reinventado en un pudin con una base de morcilla y acompañado de tempura de verduras muy ricas
- Costillas de cordero segureño con ajetes y patatas . Lo mas flojo. De nuevo Fernando se disculpo porque al ver salir el plato le disgustó el tamaño de las chuletas que en este caso eran muy grandes. Ya nos aviso que no eran lechal. Eran 6 piezas y comimos una cada uno porque es verdad que a pesar del tamaño no estaban malas
- Entrecot fileteado. Lo mas normalito. Bueno pero nada rememorable. Nos explico que dependiendo de la fecha tiene carnes mas novedosas pero que el negocio iba como iba… 56% de paro en La Union y que tenia que hacer malabares para seguir dando calidad y variedad. Y lo entendimos perfectamente.
Para los postres que no recuerdo el nombre… uno de chocolate muy y rico le pedimos que nos hiciera un maridaje sorpresa. Y tras mostrar su preocupacion se fue al almacen y aparecio con una botella de Olivares del 2004 excelente de la que dimos cuenta. Tambien nos sirvio otro vino dulce que no recuerdo pero que quedo eclipsado por este ultimo.
Con todo esto y con Fernando en la mesa compartiendo un Olivares, nos dieron las 20:00 de la tarde. Nos regalo la otra botella del 2004 que le quedaba y nos recomendo un sitio para tomar un GT.
En resumen, que salimos mas que satisfechos de un lugar mas que corecto y con la impresión de haber “hecho un amigo”. Quedamos emplazados a una comida en enero de la que se hablara…
Las circunstancias mas adelante en la noche hicieron que ademas él se preocupara de un imprevisto : nos llevo un coche la grua... Y ahi estuvo con nosotros hasta solventar el tema. Gracias Fernando
Todo lo comido y bebido, comentando que hubo invitaciones de la casa, ascendio a 158,70 € para 3 personas. Un apena que la crisis no deje expansionarse y expresarse a Fernando.
En mayo visité de nuevo la zona de la Manga del Mar Menor y como cada año me dispuse a ir a mi restaurante favorito de la zona que es el vinagrero.
Fuimos a cenar y nos encontramos con la sorpresa negativa de que Fernando, el responsable y propulsor del proyecto gastronómico del Vinagrero sólo estaba por las mañanas debido a un reajuste de su plantilla. Obviamente la cosa cambia ya que, desde mi punto de vista, un local es la imagen de quien lo gestiona y si éste no está presente sistemáticamente el resultado final se resiente.
La persona responsable del restaurante en las cenas nos trató correctamente y supo escoger los platos adecuados acordes con nuestras peticiones. La comida excelente. El servicio y la carta de vinos mejorable. Los responsables de noche deberían mejorar en este aspecto.
En conclusión : La crisis también ha afectado al Vinagrero. Espero que este comentario ayude a reflexionar sobre el futuro de un restaurante que basaba toda su esencia gastronómica en la sencillez,la honestidad y en el toque personal de Fernando.
Lo que realmente me sorprende de El Vinagrero es la sencillez con que afronta la cocina. La sensatez de una cocina de producto, buen producto, con elaboraciones correctas, donde no se buscan los alardes técnicos. Solo que el cliente se sienta tranquilo.
Ésto, aun siendo una virtud, puede llevar a un cierto conformismo culinario. Poco a poco se van encontrados nuevas formas de expresar los sentimientos culinarios, por parte de MAri y su pequeño equipo en la cocina, y por parte de Fernándo y su gentil servicio de sala.
Carta de vinos cuidad, con precios justos y referencias intereantes, el la última visita bebimos As Sortes y Bollinger, varias veces.
La gran lucha de un local así es la permanencia en una urbe dolida por la crisis, en una zona donde el turismo gastronómico no tiene excesivas etapas de parada, en una comunidad que no aprecia en exceso los esfuerzos de un local, que siendo centenrio, ha decidido acometer el futuro con la cabeza en su sitio y dando pasos más que correctos.
Desde una correcta croqueta, unos boquerones rellenos, una esalada de asados, unas brochetas de gamba, vieira y rape, un bacalao con verduras. Todo bueno.
Pese a la estupenda colección de aceite, sería deseable encontrar algún pan menos industrial, algo más real y popular hecho en los alrededores.
Platos ideales para compartir. Precio más que correcto.
Uno de los mejores restaurantes de la región murciana, ubicado en pleno dentro de la localidad minera de La Unión.
De entrantes degustamos: Calamar en tempura (sensacional, fresco y dulce), Brochetas de rape y langostino y Ensalada de verduras asadas (buena materia prima).
De plato principal: Chuletón de ternera angus (buenísima la carne) y mi acompañante Bacalao confitado.
Postre: Pirámide de chocolate.
Bebida: Cervezas y vino Finca Luzón de Jumilla (monastrell y shyrah).
Decoración del local con motivos de flamenco y fotos de cantaores del Festival del Cante de las Minas de La Unión.
De acuerdo con el comentario anterior de Jordi B., con una calidad y elaboración que supera a muchos restaurantes de la capital murciana.
Resulta difícil encontrar un restaurante que te sorprenda positivamente día si y día también. A través de un amigo murciano que siempre me recomienda bien, llegué al casco antiguo del pueblo de "La Unión" para conocer el restaurante de Fernando que es la cara visible del Vinagrero. La gracia del asunto es que no hay carta ya que los platos van cambiando a diario en relación con la materia prima de la cual dispone. La verdad es que nos dejamos aconsejar y el resultado fue fantástico.
Ah! Si hay carta... la de vinos que es muy ajustada en precios y posee una amplia variedad de denominaciones de origen especialnente loco-regionales.La última vez que fui me recomendó un vino fuera de carta (Juan Gil 18 meses) que estaba para morirse.
Pero lo mejor es la comida, donde se intuye la mano de el "alma mater" del Vinagrero que curiosamente es la mujer de Fernando (siento no recordar su nombre pero es famosa en la zona). Para muestra de lo dicho : Pastel de Zarangollo, Bacalao confitado con verduras, brocheta de rape y gambas, variedad de carnes.... una pasada.
Me he decidido por fin a hacer estos comentarios porque creo que El Vinagrero es un sitio de imprescindible visita si estás en la zona del Mar Menor para disfrutar de una excelente comida acompañada de un buen vino y un agradable entorno.