Restaurante Deli_rant en Valencia
Restaurante Deli_rant
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
18,50 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Lunes
Nota de cata PRECIO MEDIO:
27 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.3
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
5.9
Comida COMIDA
7.5
Precio medio entorno ENTORNO
7.3
RCP CALIDAD-PRECIO
7.8
S3
Falso Nigiri
Trilogía de Hummus
Opiniones de Deli_rant
OPINIONES
14

Buscando alguna novedad por el centro, me encuentro este restaurante de decoración interesante, basado en un ultramarinos selecto para su inmediata degustación.

Me alegra que tenga un excelente apartado de cervezas, de literatura superflua y pitufa, pero que agradezco enormemente.

Tiene una abundante carta que promete, tal vez algo enrevesada en su presentación.

Me decido por un modesto menú de 15 euros, más bebida, que creo condiciona su resultado; directamente proporcional. Así que una triste y vulgar ensalada, pollo con una rica salsa de curry muy suave, aguja de cerdo exquisita y una especie de pasta con bechamel y gambas.

Podían evitar y ahorrarse un cuenco de palomitas insulsas y blandas con algo revoloteando sobre ellas, sin gracia alguna.

Tal vez por su potencial esperaba más, pero su precio resulta razonable. Volveré.

No sé si será algo premonitorio sobre el anunciado fin del mundo pero una perfecta alineación de circunstancias que rodean mi vida laboral se dio para poder disfrutar de un fin de semana completo libre. Así que, sin perder un minuto, me vi buscando sitio para cenar y reservamos en Deli_rant. Llegamos con retraso a las 22.30 h previo problema de localización gracias a las modernas aplicaciones informáticas.

El local está perfectamente descrito en comentarios anteriores, el ambiente es agradable aunque puede resultar inicialmente algo frío en la estancia de la entrada, la zona de tienda y barra, que es donde fuimos acomodados, con amenas vistas a la cantidad de productos que venden. El salón más amplio estaba cerrado. Tres mesas ocupadas en todo el local.

Nada más sentarnos nos ofrecen la carta de cervezas y vinos. Innumerables referencias cerveceras. Paraíso para “birroadictos”, en nuestro caso no llegamos a las hojas del vino. Para comenzar tomamos una Vipa (pale ale artesanal valenciana) y una CCCP (en referencia a los cuatro tipos de lúpulo que lleva) de barril. Nos obsequiaron con un bol de Chips de Tubérculos y Palomitas de Maíz con Especias.

Es posible pedir a la carta aunque ofrecen menú de 30 €. Todo en ella bien explicado evitando así posibles malos entendidos a la hora de la cuenta. Como reza en la cabecera de la misma “Las sorpresas en el plato, no en la cuenta”. Como queríamos hacernos una idea de lo que se “cuece” allí nos decidimos por cuatro entrantes y un plato, todo a compartir. Al tema:

Trilogía de Hummus. Degustación de diferentes versiones de este tradicional plato a base de puré de garbanzos. Servido en una pieza rectangular, constaba de uno clásico, otro elaborado con albahaca y un tercero con boniato. A destacar los dos primeros. Convincente. (Adjunto foto)

Falso Nigiri de Idiazábal Ahumado y Chipirón. Sobre un lecho de risotto ejecutado con el singular queso de textura lograda, a medio camino entre crema y cuajada, en perfecta simbiosis descansaba el tierno y limpio cefalópodo. El mejor. Método y finura. (Adjunto foto)

Tubos de Rabo de Toro. Cuatro canutos de fina pasta crujiente que albergaban el estofado de la carne. El plato venía acompañado de un vaso de chupito alargado donde se encontraba la salsa del guiso para bañar los comentados cigarros. Originalidad.

Ñoquis bravos. Interpretación de la casa de las típicas bravas hechas con esta pasta de patata y salsa ya distribuida sobre los ñoquis que no me terminó de convencer. Puede que lo menos sorprendente y más prescindible de la cena. Borrón.

S3. Tres solomillos, tres sales, tres salsas. Tres taquitos de carne de calidad que en esta ocasión eran de canguro, buey e ibérico. Al punto. A combinar al gusto con sal volcánica, ahumada y de arcilla y con las salsas para completar el bocado, una dulce con grosellas quizá, otra picante con un fondo que recordaba a hongos y una tercera más cítrica. Completo.(Adjunto foto)

El pan servido, sin cargo, fue una cestita que contenía dos tipos, uno de aceituna negras, de miga esponjosa y corteza tirante, con aroma e intenso sabor y otro blanco tierno.

Como postre, también compartido, tomamos Salami de Chocolate. Tres rebanadas redondas, que simulaban el embutido cortado, de lo que podría ser un bizcocho de mármol de chocolate bastante puro, tupido, consistente, con trozos de galleta y de coquitos de Brasil quizá, incrustados y acompañadas en el plato de una confitura de naranja sabrosa. Tremendo.

Buen café, estoy en racha.

Continuamos bebiendo cerveza, la CCCP comentada y yo me pasé a una Tripel Karmeliet, de grifo que nunca había encontrado, muy bien tirada. Un gustazo. Además tuvieron el detalle de traer a la mesa una bonita botella de agua fría sin cargo alguno, dejándolo claro al servirla.

Servicio amable, profesional, simpático, predispuesto y tremendamente atento a nuestro ritmo de “comensal diesel” contemporizando en todo momento. Menaje correcto acorde con el entorno y buena selección musical de fondo.

En conclusión, fórmula de empresa que aunque puede no ser novedosa o pionera, da la impresión por su forma de ejecutar la idea de que los objetivos los tiene claros. Ofrecen al segmento de sentarse en la mesa un producto de calidad, variado, manejado de forma inteligente que, en general, satisface al cliente. Honestidad y originalidad parecen ser marcas de la casa conjugadas con un punto de riesgo en alguna apuesta hace que sea en definitiva un lugar dife_rent.

  • S3

    S3

  • Falso Nigiri

    Falso Nigiri

  • Trilogía de Hummus

    Trilogía de Hummus

Visita realizada con motivo de la reunión mensual del Grupo de Catas Valencia, en este caso para disfrutar de vinos gallegos.
Curioso local muy céntrico con un toque industrial como se ha dicho pero también con cierta calidez. El lugar donde nos situaron era cómodo, mesa larga para 13 comensales. Correctas la vajilla y cristalería, mucho trabajo para tratar de suministrarnos tantas copas como necesitábamos, resuelto con diligencia y mucho trabajo. El menú, ya cerrado previamente era el siguiente:

1.- Ostras
2.- Falsos nigiri de idiazábal ahumado y chipirón
3.- Salteado de setas con huevo pochado y aceite de trufa
4.- Tacos de lomo de atún con reducción de ponzu
5.- S3 (tres solomillos, tres sales, tres salsas)
6.- Postres variados y cafés

Me pareció interesante la propuesta, en mi caso especialmente el salteado de setas y el lomo de atún, aunque destacaría el buen nivel general de todos los platos.
El pan muy bueno, así como el café, servicio muy atento y profesional durante toda la cena que nos hizo sentir cómodos al mismo tiempo.
No pude ver el resto de la carta ni la de vinos, siendo el servicio a cargo nuestro aunque con la colaboración del personal de la casa siempre que lo requerimos.
Interesante propuesta. El precio no incluye vino

Restaurante de decoración moderna con un toque industrial, al que han conseguido darle una atmósfera cálida y agradable. El local se divide en dos piezas, una nada más entrar con una barra y un pequeño comedor trasero muy cómodo.
He acudido dos veces, de la primera no dejé reseña porque pensé que había que darle una segunda oportunidad, pues salí de allí indiferente. La culpa sobre todo la tuvo un steak-tartar que no me convenció en absoluto y unos entrantes algo monótonos. En esta segunda visita a mediodía fui a tiro hecho y me quedé con lo mejor de la vez anterior, la crema catalana de torta del casar y el pescado ennegrecido con jambalaya que estaba realmente bueno.
Servicio muy atento, tratando en todo momento de agradar al cliente pero sin agobios. Carta de vinos con referencias interesantes y buenas copas.
Para volver de vez en cuando y ver cómo evoluciona.

Acudí a una cena con amigos la "Nit del Foc" (18 Marzo). Puede que esté sobrevalorando el comedor, pero fue una gozada el remanso de paz que me supuso un rato allí tras la tarde de trasiego por el centro de Valencia en Fallas.

Tomamos unas cervezas de la extensa carta con los entrantes(creo que había al menos cinco páginas de cervezas distintas)

Decidimos probar el menú (2 entrantes, plato principal, postre y café por persona, 30 euros) Nos dejamos aconsejar en los entrantes y probamos prácticamente un poco de todo. Lo que más me gusto fueron "tubos de rabo de toro" que tenían algo de oriental y de español.

Como plato principal me decidí por los tres solomillos (de ternera, de caballo y de canguro) Estabán buenos y jugosos.

Con el plato principal bebimos "Habla del Silencio" Un vino de Extremadura que mereció una segunda botella.

Los postres me parecieron originales. El que más me sorprendió fue el de uno de mis amigos "Huevos Fritos con Patatas". Era un arreglo de dulces y frutas asemejando huevos y patatas fritas (con sartén incluida)

En conclusión, creo que lo añado a mi lista de restaurantes a revisitar.

Curioso concepto que incluye la tienda de delicatessen y el restobar.... Con una carta no muy amplia, cargada de imaginación, pero más basada en la cocina de producto que en la creativa. Hay algunos platos de fusión y yo destacaría en concreto los que hacen guiños a la cocina cajun. Pedimos entre otras cosas de entrantes Crema catalana de torta del casar, el Falso Nigiri sushi de idiazábal ahumado y chipirón
 o el Huevo pochado con patatas y trufa
, todos ellos sabrosos y con muy buena factura. De plato fuerte opté por un pescado ennegrecido con jambalaya (cocina cajún), especiado y ligeramente picante, que me resultó algo 'seco' pero rico. La carta de vinos no es muy larga pero resulta atractiva. Optamos por algunas de las abundantes cervezas de su carta. No tomé postre pero si un buen café. Servicio amable y cercano. Decoración funcional y moderna, de línea clara.

Gràcies als comentaris d'altres usuaris de Verema, vaig decidir anar a sopar a aquest restaurant. Tres persones, menú degustació a 30 € sense cap sorpresa. Així ho diuen i és veritat: "Menú sin sustos", on s'inclou aigua, pa i cafès. Només van a part els vins, tots francament originals i poc coneguts, a preu ajustat. També disposen d'una envejable carta de cerveses de tots els països, especialment cerveses artesanes.
D'entrada, la carta pot semblar estranya i incomprensible, ja que juguen a una intriga amb noms de fusió entre oriental, valencià i, sobretot, de Nova Orleans. Però el cambrer de seguida està disposat a fer totes les explicacions oportunes i a orientar. Vam decidir compartir els entrants i no va tenir cap problema a modificar les racions perquè fossin múltiples de tres. I sense modificar el preu.
El menjar fou sorprenent, més per la presentació que pel gust, ja que una aparent fusió tan estranya i eclèctica no amaga l'essència del producte principal i en pràcticament tots els plats et donen l'oportunitat de barrejar les salses a part.
Racions suficients, plats al punt de cocció, bons ingredients i ambient tranquil i agradable.
Posats a fer fusions amb la Lousiana, vam opotar per un vi de california McManis a 21€, amb un canvi de copes més amples. Tot un encert.
Cafès amb diversos tipus de sucre (canyella, vainilla, taronja i violeta). Tot ben servit, net, polit, atent. Tot el servei destinat a ser útil, a no molestar i a fer l'àpat agradable.
Com a detall del local, cada taula pot regular la intensitat de la seva il·luminació.
Al final, vaig comprar a la mini botiga que tenen a l'entrada sis cerveses artesanals de València. Embolicades en una capsa de cartró resistent amb nansa per facilitar-ne el transport.
Quan arribi a casa i les asssaboreixi, recordaré la bona estada en aquest restaurant.
Molt recomanable, fins i tot amb nens: hi havia dues taules de família completa, silencioses i atentes al menjar.
Una lleugera música de blues acompanya aquesta fusió racional i ben pensada.
Plats a destacar: croquetes de carbassó i feta amb tzaziki, fals nigiri de calamars (quin calamars tan gustós i ben cuit!), tàrtar de bou tallat a mà, dorada salvatge feta al punt amb crosta picant (el picant sempre és opcional), tres filets (ànec, bou i porc) amb tres salses... En fi, tots els plats tenien el seu punt agradable i de bon gust.
I a cada taula, diverses sals per combinar amb un oli verge i, com sempre, el vinagre de Mòdena. (Una pregunta: no hi ha cap tipus més de vinagre?)
Per acabar, només puc dir una cosa: gràcies per fer bé les coses, tant a la cuina com al servei. Fins aviat. Prometo tornar.

El restaurante es muy agradable, con tres espacios diferenciados y terraza. Probamos el menú degustación, cetrándonos en la comida cajún y nos gustó mucho: buena elaboración y raciones adecuadas. Destacable la carta de cervezas. Así que, en principio, todo apuntaba a una cena de las de sobresaliente. Lamentablemente, no pudo ser así. Los entrantes y los primeros salieron muy rápidos, sin problemas, pero la llegada de los segundos se fue eternizando. Lo que se repitió en los postres y al pedir la cuenta. Resultado, éramos dos, entramos a las 10 y salimos a la una de la madrugada! El restaurante no estaba ni mucho menos lleno, así que no queremos imaginar lo que puede ser una noche con todas las mesas ocupadas.
Lo dicho, una lástima.

Cena de amigos , lugar relativamente nuevo y bien situado en una perpendicular a la calle de la paz.
Fusion entre tienda y restaurante. Bonita y curiosa decoracion (muy delirante). Menaje bueno, quizas las copas de vino podrian mejorarse un poco. Carta de vinos justa pero interesante y una muy buena seleccion de cervezas , tanto nacionales artesanas como de abadia belgas.
De aperitivo de la casa, palomitas con curri y chips de yuca.
La cena consistio en una espectacular crema catalana de torta del casar, plato que junto con los dos o tres tipos de pan que ponen (negro de olivas , de pueblo y de frutos secos ) estaba de chuparse los dedos.
Canutillo de Rabo de toro con su jugo, huevos poche con patatas, figatells con cous cous y un par de solomillos.
De postre tarta de queso y chocolate y copa delirant, fresca mezcla de caramelo crema inglesa y mango .
Todos los platos a compartir .
De beber, varias cervezas de aperitivo , Una botella de fino Lustau (15€) y un Habla del silencio (creo que 18 €), remate con buen cafe y varios Gin tonics de Millers con fever.
No puedo valorar la atencion , que fue muy buena, puesto que estabamos solos en el local (es lo que tiene valencia en Agosto).
Como digo , agradable y bien resuelto , volvere

Cena improvisada para 2!

Todo para compartir, degustamos:

- Croquetas de calabacin con feta ( buenisimas!)
- un montadito de vieira rebozada( que estaba jugosisima!)
- Huevo con patatas con aceite de trufa
- Los 3 solomillos ( pato, cerdo y buey) con tres salsas, una de tomate picante ( con chili), otra de limon( que mata demasiado el sabor de la carne) y la otra que no recuerdo de que era, pero era perfecta!

Postre:

Chocolate: 2 chocolates, uno caliente y el otro frio, con petazetas( ingenioso)

De beber: Agua

Me gusto mucho la decoración del local y el servicio fue amabilisimo, aunque hay que decir que eramos la unica mesa del restaurante

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