El hermano maño del navarro 33.

En el mítico Casa Lac, en pleno Tubo zaragozano, ha abierto recientemente las puertas esta sucursal del renombrado Restaurante 33 de Tudela.

El comedor está en la planta alta, en una coqueta y recogida estancia, decorada respetando los elementos y el estilo del centenario edificio que lo alberga. Buen equipamiento, acertada iluminación, correcta separación de las mesas.

Y en cuanto a la cocina… Señoras y señores: aquí se viene a comer verdura. Estamos hablando de un superespecialista de este género: máxima calidad, profundo conocimiento, experta mano y estudiada sucesión de creaciones.
No manejan otra cosa que no sea la mejor materia prima de la ribera del Ebro, navarra por lo general, pero también de la aragonesa. Tudela, Zaragoza… donde mejor verdura encuentran, ahí están prestos a adquirirla (incluso en algún caso ellos mismos se la cultivan en huertos propios).

Como no podía ser de otro modo, optamos por el menú degustación, al que añadimos de inicio un plato que se nos antojó, con lo que quedó así la comanda:

Ensalada de cardo rojo.
Espárragos naturales.
Cebolleta confitada al chardonnay.
Crema de calabaza amarilla con picatostes.
Milhojas de patata confitada con borrajas.
Puerritos fritos dos veces.
Penca de acelga rellena con jamón y veloute de hongos con holandesa en pomada.
Alcachofas de nuestra huerta con jamón.
Pochas con piparras jóvenes en vinagre.
Torrija con helado de vainilla y trufa de chocolate.

No voy a valorar plato a plato, sería demasiado largo. En general comentaré que resulta espectacular ver cómo consiguen sublimar el sabor de las verduras, combinarlas con pericia e imaginación y secuenciarlas de modo que se van realzando unas a otras. Van "in crescendo", tanto en sabor como en contundencia.

Carta de vinos aceptable, bien tratados. Tras algunas dudas, dada la extraña pareja de baile que se iba a gestar esa noche, nos decidimos por una buena garnacha oscense, La Miranda de Secastilla.

Impecable servicio, profesional, manejando perfectamente los tiempos.

Es curioso observar la reacción de la gente antes y después de ir a este local. Las iniciales reflexiones y preguntas, del corte de:
“¿Cómo?, ¿que sólo vamos a comer verduras?” / “¡Vaya aburrimiento!” / “¡Nos quedaremos con hambre!” / “¿Y qué bebemos, blanco toda la noche?
…dejan paso a la salida a otras del tipo:
“¡Pero qué bien hemos cenado!” / “Yo no me he quedado con hambre, ¿y tú?” / “No se echa en falta para nada un plato de carne o pescado” / “¡Hay que ver que bien acompañó la cena esa garnachita!”

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