Cena para cuatro y con expectacion por mi parte ya que conocer la cocina de Quique Dacosta estaba entre mis deseos… Llamada unos días antes y “el grande” esta completo por lo que tenemos que conformarnos con Vuelve Carolina. Yo iba con la idea de un StreetXo- DiverXo. Es decir que si bien no es lo mismo, si que el mix de sabores y juego de los productos hace que en StreetXo te hagas una idea de lo que es Dabiz en el templo DiverXo.
Pues bien…. Decepcion total aquí. La cocina de Carolina no es la de Quique con seguridad. La carta es lo mas parecida a la carta de Yakitoro, con profusión de tacos, pan bao, brochetas, etc. Pero lo peor no es eso, lo peor es que salvo un plato, lo que pedimos era olvidable totalmente. Paso a contar.
Lleganmos y nos acomodan en una amplia mesa y aquí si que me hago ilusiones porque tienen una esplendida carta de vinos por botellas y copas. Pedimos unos martinis y yo un Bota de Fino Macharnudo 54 que me transporta a otra galaxia. Buen comienzo.
Para beber empezamos por un Viognier Vallegarcia y luego pasamos a un San Clodio. Aciertos los dos.
A todo esto, el chico que nos toma nota, y al que pedimos consejos y hacemos preguntas sobre el tamaño de las raciones se muestra antipático, no…. Lo siguiente. Afortunadamente luego nos sirvió una chica super amable que resultó ser hija de una persona bastante cercana a Verema.
En fin… pasemos a lo que comimos:
• Pan Bao frito de papada a la llama con salsa hoisin. Mas pan que relleno. Prescindible
• Gambas bravas: este si nos parecio original y bueno. 3 gambas rojas sobre un contraste de texturas curioso y con un toque picante
• Steak tartar. Sin pena ni gloria
• Taco De rape adobado, crema de comino, tirabeques y cilantro
• De Black angus con guacamole, cebolla roja sriracha y cilantro
Los dos tacos flojitos flojitos y con unas tortillas para devolver a la cocina. Era misión imposible enrrollarlas ya que estaban frias, secas y agrietadas por lo que se rompían. Debian haberlas calentado bastante tiempo antes y se habían secado.
• Para terminar un arroz meloso con pato ( que no vimos) y setas. Exigua racion para 4 personas pero que estaba bastante bueno.
Para terminar el postre Chocolate Oro que no nos dijo nada.
Las raciones son minimas por lo que aunque los platillos parecen económicos, la cuenta se dispara rápidamente.
Nosotros no nos hinchamos y fueron 175 €.
Lo mejor: la compañia ¡¡¡
Lo siento Carolina, pero no vuelvo.