Me recomendaron este restaurante y realmente hizo honor a las maravillas

Me recomendaron este restaurante y realmente hizo honor a las maravillas que me hablaron. El restaurante es pequeño y acogedor, cosa que se agradece. Nada más empezar se realiza una cata de aceites de oliva virgen. La carta de vinos demuestra su voluntad de buscar vinos novedosos y diferentes. Catamos un Eneas 2001 fantástico por 16,95 euros. El menú degustación fenomenal, muy completo y divertido (32 euros), destacando una taza de patata, pie de cerdo y ceps de lujo, y un aperitivo de nata de oveja con manzana asada que te prepara para lo que viene después. Hicimos un Grifo Dulce de Lanzarote muy bueno (buena carta de dulces), con restos de carbónico, que nos puso el Xef, Artur, que nos atendió en todo momento. Os aconsejo que lo visiteis pronto, pues subirá como la espuma, y sólo abren las noches de los jueves, viernes y sábados, y los medodías de los sábados.