Escapada exprés a Cantabria para asistir a la interesantísima cata “La Carne y la Luna” en “Sambal” (Noja). Fue a mediodía y… había que aprovechar la noche.
Cuatro amigos ante el peligro. Uno, Dani, tenía ganas de “cocina cántabra de la de siempre”, así que dos de ellos, los autóctonos Gabriel y Compos tuvieron que cavilar para ver dónde nos llevaban a cenar. Que si cerca de Noja, que si en alguno racial alejado, que si en Santander para tomar unos vinachos antes… Tras darle muchas vueltas al tema, acabamos aquí, en El Riojano, un clásico entre los clásicos, y en plena ciudad de Santander, en Río de la Pila ni más ni menos. Eso sí, antes nos tomamos un vinito en Catavinos (más ruido que nueces) y otro en La Cigaleña, a donde prometo volver un día a cenar en condiciones, cómo me gustó este lugar.
El Riojano. Por historia y tradición no va a quedar, pues acaban de celebrar su 75 aniversario, con un breve periodo cerrado que aprovecharon para reformar y reabrir en el 2009 con nueva dirección. Nueva dirección que ha conseguido revitalizar el negocio, bajo las premisas de calidad y tradición.
Con la citada reforma han conseguido mantener ese aire de antigua bodega, de solera, pero imprimiéndole unas notas de “color”, de comedida modernidad y buen gusto a raudales, como esas cubas que forran literalmente las paredes de la tremenda sala, y que han sido usadas como lienzos por varios pintores coetáneos.
La entrada en la sala es impactante, por sus dimensiones, por lo comentado, por la luz tenue, por el ruido de fondo comedido, pese a que estaba totalmente llena… Es rectangular, diáfana, y pese a ello tiene un puntillo intimista.
Parroquia cool, heterogénea, santanderinos de bien. Se palpa que se ha vuelto a poner de moda El Riojano.
Nos acomodaron en, a mi juicio, la mejor mesa: al fondo del todo, a la derecha, con sensación casi de reservado pese a no haber separadores, y es porque está un poquito más apartada y bajo una especie de soportal de madera. Bancos corridos de madera, que mueven para que entres y salgas.
Qué bien se está aquí, oye, pensé. Ya solo falta que encima se coma bien.
No comimos bien: comimos muy bien.
Cantabria en vena. ¿De noche? Sí, de noche. ¿Quién dijo miedo? Somos 4 valientes de Rumoroso, de Torrelavega, de Godella y de Zaragoza. Podremos con ello, así que:
• Anchoas
• Pastel de cabracho
• Rabas
• Bocartes
• Pimientos rellenos
• Callos
• Cocido montañés
• Leche frita, Arroz con leche, Torrijas de brioche, Helado de mantecado
Toooooooooma Cantabria en vena! Tooooooma Geroma pastillas de goma que son pa la tos!
Buahh, qué gozada. Anchoas de las que sólo se comen allá (ahora que, pescarse, no sé dónde se pescan); pastel de cabracho que está en total desuso, pero qué frescura, qué tacto parafinado y qué recuerdos; rabas… de locura, punto de fritura de 10, mordida casi crujiente y saborrrrr dulcecito, indicativo claro de buen género; bocartes de textura adorable y con un rebozado casero casero; pimientos rellenos de carne, grandes, morrones, albardados, fritos y cocinados en salsa de tomate, un pecado; callos, con puntito (fui el único que lo detectó, así que estaré equivocado) de establo, pero es que a mí este puntito me da vida; cocido montañés, que estaba tan, tan malo… que cayeron tres platos.
Bebimos Casona Micaela 2014, albariño y riesling de D.O. Costa de Cantabria, con muy buena acidez y cierto volumen, y cuando llegó “lo duro” cambiamos a El Regajal Selección Especial 2013, un coupage madrileño de muchas variedades entre las que no se encuentra la garnacha, vaya por Dios, potente y esbelto, con mucha fruta y bien integrado ese añito de madera.
Servicio estupendo, siempre educado y atento, con un jefe de sala realmente profesional.
Pereda pa’rriba, Pereda pa’bajo… y dormimos como niños, lo que ocasionó que nos levantáramos con buena gana y nos apretáramos para desayunar uno de mis bocados favoritos: tortilla de patata con una capa de atún y mahonesa y otra de fina tortilla francesa.
¡Viva Cantabria Infinita!
---
P.D.: Mi agradecimiento a Marcos Argumosa por las "gestiones".
Sí!
La verdad es que no recordaba el precio y he visto el comentario de Dani y pone eso.
Mu barato me parece...
Voy a comprobarlo
Menuda cena, a gusto no?
En mi casa los pimientos se hacen de esa manera, rebozados peor con una salsa mas gorda... de hecho, yo no acabo de entender a los pimientos rellenos sin 'rebozar', imagino que por haberlos comido casi toda mi vida (y siempre de carne, mis padres siempre los han hecho de carne).
Saludos
Los pimientos de ahora, bién merecen una visita. Los he comido 3 veces este año y desde que está Luis en la cocina han mejorado. Saludos a los de la pozona.
OK, Compos. Tengo que ir con Luis en la cocina, los pinientos son uno de esos platos de memoria gastronómica y maternal.
isaac
Lo comimos entre todos. "Cucharón y paso atrás". Era una ración de cada cosa excepto el cocido que me parece eran dos. Saludos desde la Capital del Hojaldre, Torrelavega.
Gracias por la aclaración.
saludos
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.