Teniamos ganas de ir a este restaurante del que me habian hablado bien y aprovechando una oferta de Internet en que todos los platos de la carta son al 50% ( excepto bebidas, cafe y servicio), acudimos a cenar. El local tiene dos plantas y la decoracion es muy agradable algo modernista sin estridencias y con mesas amplias, bien separadas y bien vestidas. El servicio muy profesional y atento. Pedimos:
Entrantes:
- Medio kilo de gamba roja: muy buenas 38 euros ( pero que se quedaban en 19 ¡¡¡¡)
- huevos trufados sobre patatas gallegas. Estaba muy bueno pero no dejaba de ser los tipicos huevos rotos tan de moda
Segundos:
- Solomillo al carbon de encina (tienen parrilla) . Estaba muy bueno si bien no era el tipico solomillo tierno. parecia mas bien un trozo de lomo alto. Aun asi, esplendida carne
- Sapito negro al horno. Impresionante. Rapito de racion que te presentan y preparan. Con unas patatas panadera buenisimas. La unica pega es que estaba solo templado
Vino: Martúe Syrah a 18 euros
Estabamos llenos y no pedimos postre. Comentar que pusieron unos aperitivos consistentes en un cuenco con chistorra y 2 copitas con ajoblanco. El cubierto lo cobran a 1,95
Detalle de la casa: sorbetes de mandarina y frascas de orujo y pacharan en la mesa con los cafes.
Quedamos muy satisfechos con el servicio, el local y la comida. La carta de entrantes es muy extensa y repetiremos para probarlos porque los platos que pasaban tenian muy buen aspecto. En cuanto a los vinos, el surtido es bueno con predominio de Riojas.

El precio puede irse a 70 euros por persona sin promocion pero pagamos por todo esto 87 euros ¡¡¡ lo cual esta muy pero que muy bien para los tiempos que corren. Da gusto ver que algunos hosteleros se pongan las pilas en la crisis. Decir que el local estaba casi lleno, como es logico...

En una pequeña edificación con forma de cubo entre la Estación de Chamartín y el Paseo de la Castellana han levantado un local moderno que sorprende por su fantástico trabajo arquitectónico y de decoración (de muy buen gusto).

El servicio es muy agradable y esmerado.

Su cocina fantástica, lo mejor de la tradición riojana con toques de modernidad que sorprenden por sus resultados. Impagables los corazones de alcachofas (espectaculares), en un futuro espero probar las habitas, pero es difícil elegir entre tantos platos interesantes. Raciones abundantes.

Entre los platos destaca la paletilla de cabrito lechal (perfecta y sabrosa), cocochas de merluza al pil pil…, y gran cantidad de platos de los que es difícil elegir. La comida de diez.

La carta de vinos es muy extensa, en especial de D.O. Rioja (de la que no se puede destacar elección alguna, creo que no ha habido mucho riesgo y faltan bodegas con vinos consagrados, pero es sólo mi opinión), pero tal es la variedad de la carta que siempre hay una elección adecuada. En mi caso MARQUES DE GRIÑON SUMMA VARIETALES 2005 (muy buen vino).

El servicio de vino correcto (sin mas), pero como la temperatura del vino fue perfecta no puedo mas que maravillarme(en mi caso es un factor de referencia y me sorprendió sobremanera). Precio final conforme a la calidad del restaurante (50-60 euros)

Lugar muy recordable por su calidad en los fogones, atención del personal y al trabajo en la decoración. En especial para ir en pareja. Felicidades UN LUGAR