Ultimo almuerzo en la isla y nos decidimos por Amura ya que no podíamos dejar de ir después de los comentarios leidos.
Tras un paseo y un vermut en el puerto, llegamos al restaurante que ya esta bien descrito pero que a mi me sorprendio porque me imaginaba algo mas sobrio y me encontré con una agradable y bonita casa inmaculadamente blanca en una terraza de ensueño. Esta montado con un gusto excelente.
Enseguida el encargado nos asigno mesa muy amplia y agradable y nos entregó las cartas. Por fin pedimos un Stratvs malvasía (porque en muchos sitios no tenían) y nos encantó. Quiza el mejor de todos los vinos tomados. Servicio de vino muy bueno con buenas copas y la carta tambien me parecio bastante completa.
Como aperitivo unos chips de batata y unas aceitunas y mantequilla con hierbas
Los panes muy ricos. Elegimos de aceitunas y de queso
Pedimos lo siguiente:
• Fritura de gambas y chipirón. Correcta fritura que tardó un poco en llegar y no estaba del todo caliente. Pero buena
• Rissotto de carabineros: sobresaliente. Quitó protagonismo a todo
• Filete de cherne con un acompañamiento que no recuerdo que tambien estaba riquísimo
Acabamos con dos cafes
Habriamos tomado un gin tonic en la terraza pero teníamos otros planes para el ultimo dia y no pudo ser.
En resumen, buen sitio con buen servicio y entorno señorial. La cuenta ascendió a 79,72€