Un clásico de Lanzarote

Tercera vez que venimos a este bonito restaurante de estilo colonial, situado en el lujoso entorno del puerto deportivo de Puerto Calero. No voy a describir de nuevo el restaurante porque ya ha sido hecho en otros comentarios, recordar simplemente que las mesas están bien vestidas, bien separadas las unas de las otras y que dispone de buenas copas. El nuevo chef es Manolo Barrachina que remplaza a German Blanco, ahora chef y propietario de La Tegala.

Cenar en la terraza acompañado con una suave música de piano en directo es un verdadero placer. Así había sido en cada una de nuestras visitas anteriores, pero esta vez desgraciadamente nos colocaron en una mesa rodeada por una parte de una familia con niños pequeños, que no hacían mucho ruido - totalmente soportable- pero por la otra por una familia de al menos 12 personas que chillaban de manera inconsiderada para intercambiar sus ideas y que nos impidieron prácticamente, ya no digo de escuchar la música del piano si no de entendernos entre MC y yo.

A parte de ese desagradable problema, en el que el restaurante no tiene ninguna responsabilidad y, que nos fastidió un poco la velada, la cena no estuvo nada mal.

Comenzamos compartiendo un Tartar de atún y aguacates. Muy bueno

Seguimos con los pescados del día :

Filetes de Vieja a la plancha, Excelentes, perfecta cocción
Filete de Pámpano a la plancha. Excelente, cocción en su punto

Ambos acompañados con unas excelentes papas arrugadas y unos buenos mojo

Tomamos 2 buenos postres:

Tiramisu con helado de café y Texturas de café con chocolate

Buen pan. Regamos la cena con una botella de Bermejo (Malvasía seco) en su perfecto punto de frescura y tomamos una botella de agua.

Finalizamos con 2 cafés.

Pagamos 51,37 €/persona. Buena relación calidad-precio. La próxima vez volveremos pero miraremos bien antes de instalarnos.