Obviaré el tema de decoración, mantelería,... ya que fue como siempre. Vasos y copas Riedel.
5 para cenar. Uno se decantó por el chuletón de 300 gr., que me pareció que tenía algo más de grasa de lo que me gusta, pero que comentó que estaba bueno y en su punto (pasado, pasado,... sigh!).
Los demás tomamos unas cuantas tapas:
- Tartare de pulpo con wasabi - Bien, aunque hubo quejas de que picaba mucho. Para mi gusto, bien de picante, tirando para flojito.
- Patatas bravas - Algo menos buenas de lo normal me parecieron. Encontré la salsa algo falta de sabor y picante, y alguna patata me pareció pelín dura.
- Croquetón de ceps - Muy bueno.
- Brochetas de langostino con allioli - Muy buenas.
- Pincho de anguila caramelizada con foie - Lo mejor de la cena. Delicioso.
- Pincho yakitori de pollo y chistorra - Muy buenos.
- Alcachofas con foie - No las probé. Parece que estaban muy buenas.
De postre, sorbete de mojito (triunfó), tartufo de tres chocolates (algo insípido), y taten de manzana con helado de canela (muy bueno).
Una botella de Leix (no recuerdo la añada), una copa de Calcari (tampoco recuerdo la añada) una cerveza y varias aguas.
Algunos de los vinos me parecieron algo caros, con precios x2, aunque hay que decir que eran vinos con precios en bodega alrededor de 10 euros (es lo que tiene comprar en bodega...).
Fue un detalle que nos diesen mesa sin reservar y teniendo el local prácticamente lleno. Adelf, como siempre, afable y atento. Encontré a Eva más centrada, más tranquila. Espero que no se altere por culpa de clientes como nosotros ;-)
Por mi parte, obvia decir que volveré :-)