Venimos por primera vez a este pequeño gran restaurante en pleno corazón del eixample barcelonés. Se encuentra ubicado en una zona muy céntrica dónde han aparecido diversos restaurantes con el mismo concepto, tipo terrabacus, cata 1.81, sucoa, etc...los cuales he probado recientemente.
Como he dicho, el restaurante es pequeño, unas 10 mesas no más, barra grande y de seguida me llama la atención sus 4 neveras grandes de vinos. Sin duda el vino es aquí un elemento más que importante.
Pedimos 4 platillos para compartir todos.
Coca de sardinas: muy pero que muy buena. En el terrabacus la sirven casi idéntica, pero algo más rancia y con menos cantidad (igualmente muy buena que quede bien claro).
Canalones de seta y trufa blanca: como el camarero nos advierte es el plato fuerte. Tremendo. No soy un experto en canalones pero puedo decir que este estava exquisito, y por 8€ vale mucho la pena.
Carpacio de ternera con coca de foie: quizás el plato más flojo, pero igualmente bueno. El carpaccio era de gran calidad dado el color rojo que presentaba era muy vivo.
Tataki de atún con guacamole suave: lo pedimos por insistencia de mi pareja, acertamos de lleno. pleno al quince. Riquisimo, suave, nada pesado en cuanto a sabor, ligero, muy agradable de comer después de llenarse con el canalón. Solemos comer japonés cada semana o cada 15 días y puedo decir que este atún era excelente.
de postre brownie de xocolote blanco con te verde: muy bueno, trabajado y hecho al momento ya que tardaron un poquiiito más que los otros platos.
Dos copas de vino: un Viernes (mencía) y un sirah que no recuerdo el nombre. Ambos bien servidos, correcta temperatura, explicación y copa generosa.
Servicio más que correcto, cariñoso, familiar y atento.
Volveré, y no pocas veces.