Visto por los comentarios en distintos portales nos decidimos a reservar para 11 personas (LA FAMILIA) reservamos el famoso arroz con bogavante, empezamos con unos entrantes y vemos que ofrecían un aperitivo de cortesía le comentamos al camarero que si para esta mesa no nos tocaba y nos contesta maleducadamente que se habían acabado ahí queda la cosa seguimos pero si se le pedía alguna falta no nos la traía y le comento quien es el dueño se llama Felipe y tenemos unas palabras el en un tono muy grotesco y pienso yo nos ha tocado el día luego observo que solo se ríe con sus amigos, en relación con la comida normal PULPO lo venden así la patita, ENSALADA DE LA CASA y CALAMAR CONGELADO. Se quería llevar los platos de los entrantes y estábamos a medias porque el arroz estaba ya, le digo que deje el arroz en el medio, los platos etc. que nos tenemos que acabar lo que había, nos deja las cazuelas y digo madre mía que cazuelas todas rotas y el arroz pasado por demás llamó a Felipe se lo comento y me dice que eso es lo que hay el caso es que nos dio el DÍA. (Con las cazuelas de hierro fundido tan preciosas que hay y si las prefiere de barro que estén en condiciones porque eso sanidad no lo permite).

No comparto algunos de los comentarios anteriores. Local amplio situado en el Polideportivo de Picassent. Trato amable y rápido por parte de los camareros. Amplia carta detallada, aunque no esté un menú para celiacos, como ocurre en muchos lugares. Nos sirvieron aperitivo mientras pedíamos la comanda.

De entrante: 

* Pulpo a la brasa: buena ración y en su punto de cocción.

* Plato fuerte: Arroz con bogavante. Fuimos por comentarios de amigos y no defraudó. Uno de los mejores arroces con bogavante que he degustado. El chef Felipe sirve la cazuela de barro en la mesa, cuando faltan dos minutos de cocción, y sugiere que repose 5 minutos antes de servirlo.

* Postre: Helado con fresas.

* Bebida: Cervezas y vino blanco del Alto Turia.

Buenísimo el arroz con bogavante, y las paellas valencianas y otros arroces que desfilaban por las mesas de alrededor tenían buena pinta. Sin lugar a dudas, volveré al Poli de Picassent.

No tienen la carta que por normativa deberían tener de alertemos. Soy celiaca y no controlan los platos y me han puesto salsa sin saber si era con gluten. Tampoco tienen postres sin gluten, solo fruta. La comida regular en general. No lo recomiendo a nadie que tenga alguna alergia o intolerancias.

dia 9 de junio. Comida de ocho amigos. Fuimos adrede desde Serra por recomendacion de otro amigo. No es Ferran Adria pero tampoco hace falta. Vieiras al ajillo con verduras y boletus. Revuelto de morcillas con cigalas y crujiente de xirivilla. Alcachofas guisadas con Pedro Jimenez y Foia. Y para acabar, Caldereta de arroz con bogavante, riquisimo. Vino Marina Alta, blanco. Postre crep de turron con chocolate caliente. Servicio agil y correcto. El dueño amable con una sonrisa perpetua. 25 euros por cabeza. Local comodo en plideprtivo extenso. Para volver en plan desenfadado.

He idovarias veces a este restauranta, siempre entre semana y por trabajo y lña verdad es que siempre que he ido ha cumplido con creces mis expectativas y las sensaciones han sido buenas. L averdad es que acostumbrado a los menus de 12-15 euros de entresemana, este sitio por algo mas ofrece muchisimo mas. El tan nombrado arroz con bogavante es espectacular de verdad, queda en su punto de sabor, pero lo que mas sorprende por su originalidad es el calamar, servido entero y decorado con cortes trasversales con una mezcla de cebolla caramelizada y adornado con algo que parecen ñoras o tomate deshidratado...simplemente muy rico..Estas dos cosas con una ensaladita y un vino valenciano por menos de 30 euros por persona de verdad es que en mi opinion merece la pena. Como digo siempre por motivos de trabajo pero para mi se puede ir perfectamente para cualquier otra celebracion o motivo mas especial de fin de semana.

Si algo es verdad del poli es que su arroz con bogavante es unico en toda españa si lo atinan es un gusto para el paladar, solo eso, lo demas no vale la pena. No deja de ser un restaurante de polideportivo.

En gastronomía, como en muchas otras cosas, no hay nada peor que querer y no poder. El "restaurante" del polideportivo de Picassent hace tiempo que tiene fama de ser un buen local especialista en arroces y cocina valenciana, en el que se unen la creatividad de un joven chef formado en la alta cocina con los precios módicos de un local perteneciente a un polideportivo. Y a simple vista la cosa pinta bien, pues es difícil encontrar mesa durante todo el fin de semana sin reserva, y eso que el aforo es grande.
He estado comiendo este mediodía, y he comprobado que ni lo uno, ni lo otro. Se trata de un bar de "poli" con pretensiones de buen restaurante que se encuentra muy lejos de alcanzar dicho calificativo. El local, vulgar. La acústica, malísima: un ruido ensordecedor. El coperío muy flojo, acorde con la sucinta carta de vinos: resulta difícil escoger un vino que valga la pena. El servicio poco atento, poco profesional.
Los entrantes mediocres: patatas bravas de extraño sabor, jamón y queso resecos y eso sí, las clóchinas valencianas muy buenas, todo hay que decirlo. El arroz seco de bogavante estaba "hervido", caldoso, de tercera categoría. El postre que pedimos consistió en unos canutillos de helado de turrón con chocolate caliente: la pasta durísima, el chocolate más frío que el turrón.
Sinceramente, no entiendo qué ve la gente en este local, a no ser que su clientela esté formada por vecinos que prefieren la comodidad de tener cerca la piscina y las zonas ajardinadas del polideportivo. Espero no volver.

Típico bar que con pretensiones de restaurante se encuentra en el polideportivo municipal, lo que no se si es una ventaja.
El servicio es pésimo, y recuerda un poco a la ventanilla de un ministerio, pedirle a la camarera, supone un autentico esfuerzo por no coger la nota y hacerla uno mismo. La relación calidad precio no esta lograda, y no puedo por lo menos que sentirme con la sensación de haber pagado por más de lo recibido. Los platos en su elaboración han de mejorarse sensiblemente y falta la mano de la madurez o quizás la receta tradicional siempre saque de un buen apuro. Intentar adentrarse en la carta de vinos resulta imposible y nada recomendable, hay que recurrir a las denominaciones de origen y quizás no todas reseñadas sean las más acertadas.
El local carece de decoración, comodidad, o cualquier valor que pueda destacarse, únicamente que en verano la piscina se encuentra al lado y el local muy cerca como para no caer en la tentación. Unica explicación por la que pueda repetir en este local.
Nada recomendable.

Buena calidad. Excelentes arroces: Paellas de toda la vida, un rroz con bogavante que quita el sentido y estupendas Carnes a la brasa. Menú diario y salón para celebraciones. Los postres originales y esquisitos. Lastima que el local, de propiedad municipal no esté acorde con la calidad del servicio. Felipe, cocinero y propietario gestiona desde hace muchos años este local y ahora con su hijo titulado en cocina mejora en calidad aunque el precio haya subido algo y las raciones hayan mermado... Este local al estar situado en el Polideportivo cuenta con jardines y zona de juegos, ideal para ir con niños pequeños.