Viendo las valoraciones anteriores (2008), quizá las cosas hayan ido cambiando. Ni barato, ni abundante, ni de calidad. Además el servicio estaba completamente despistado y sólo un camarero intentaba atender a toda la sala, mientras el otro se iniciaba en el mundo de la informática.
Carta de vinos, inexistente, pedimos cerveza. De entrantes un surtido de pintxos bastante buenos, el pan un poco reseco, pero dentro de lo aceptable. Una ración de alcachofas con jamón (obviamente congeladas). Segundos; unas kokotxas muy buenas y una mísera rodaja de merluza donostiarra, sin embargo buena. Postres, clásica cuajada y leche frita. Café. Total 100 euros!
Un escándalo. no hay por donde cogerlo. Suavemente le pregunto al maitre si aprobó en matemáticas y me dice que sí. Que el menu más lo fuera menú, más una rebaja... Como ya tengo unos cuantos años de experiencia en ir a comer al restaurante y las he visto de todos colores, pago y punto. Pero volver, no volveré...

Sumarme al comentario anterior. No es un habitual y hacía mucho tiempo que no lo visitaba. Hoy se dió la circunstancia y entré.

Te proponen una amplia carta-menú de mediodía, imagino que por las noches no estará disponible, de precio muy ajustado (16€) y con gran variedad de opciones. Vino cosechero Rioja o Ribera, incluido. No ví la posibilidad de comer a la carta pero imagino que también será posible.

Existe la posibilidad de pedir otros platos que los sugeridos en la opción de menú, pagando un complemento variable en función del plato, una gran idea a mi criterio.

La carne excelente, entrecot, filete, (el xuletón no lo vi), la merluza también, vi un cogote en la mesa vecina impresionante, en fin, una sensación muy agradable a un precio muy,muy ajustado. Postres caseros, genial cuajada.

Carta de vinos inexistente, pero los tienen expuestos, los clásicos Viña Ardanza y similares. Copas normalitas, pero bien. Es lo que hay.

Una muy buena opcion de comida casera vasca sin complicaciones y sin dejar temblando la cartera.

Cuestión de probar en una cena, y ver si ha sido suerte o es la tónica habitual.

Comida de las de verdad, honradez y profesionalidad. Amplia carta tanto escrita como fotográfica(todo un detalle). No hay carta de vinos pero te recomiendan y ha sido excelente. Variedad de pescados y carne supertierna. Pinchos frios y calientes. Hoy eramos dos comensales, (seis pinchos, una ensalada soberbia de tomate,unos pimientos del piquillo con sofrito de ajos, un chuletón excelso a compartir, una crepe de manzana, dos café con leche, un rioja de crianza y un pan buenísimo....todo ello servido por profesionales y atendidos por el propio dueño: 65 euros. Recomendable cien por cien.