Sorprendente!

Daluán, en el corazón de Morella en una preciosa callejuela bordeada de plantas y enfrentado a un imponente muro propio de la verticalidad del municipio. Las referencias eran muy buena, las expectativas altas… pero pese a todo lograron sorprenderme y enamorarme. Magnífica cocina, creativa, atractiva, con mimo de la materia prima y un continuo juego de engaños … el trampantojo elevado a enigma. Así que, había que dejarse enamorar. Hay también una oferta de cocina clásica propia de la zona, pero yo pretendía descubrir que había tras la imaginación del equipo de este restaurante. Una de las primeras –y agradables- sorpresas, la existencia de un menú para niños, un platito de hamburguesas de colores donde tampoco todo era lo que parecía. Mi enano lo disfrutó y preguntó al final ¡dónde se podrían conseguir esas hamburguesas!
Vamos a por el menú, aunque me temo que no os voy a descubrir todos los “engaños”… el que quiera saberlos que se pase por Morella.
Comenzamos con unos snaks, supuestamente patatas bravas, aceitunas verdes, aceitunas negras, cortezas y chips… acompañados de una copita de AT Roca… buen comienzo, comienzan las sorpresas con un plato sabroso y divertido… donde las aceitunas lo son por fuera, como una esferificación, pero en su corazón guarda un queso fresco.
El aperitivo era un tataki de sandia y atún. La primera por el aspecto y la consistencia parecía atún…. En este caso la sorpresa aparece desvelada en la carta…
El primer plato un gazpacho de tomate, anchoas, escalibada y salsa romescu. Los tomates no son tomates sino unos pimientitos rellenos de la escalibada con aceite de oliva liofilizado. Acompaña un vasito que es un agua de tomate y esencia de pepino, sabe a gazpacho pero es incoloro. Muy bueno y enormemente sápido.
Y de repente llega un helado, un magnum clásico.. que no era dulce… sino salado, relleno de una de mousse de espárragos y jamón. La conjunción del sabor de la corteza del “helado” y del relleno, espectacular.
El siguiente plato unos espaguetis carbonara, donde… demonios, los espaguetis ¡son de de patata! El resto de los ingredientes, bacon, champiñones y queso completan el plato presentado en uno de esos recipientes de cartón que vemos en las películas americanas para las comidas orientales. Muy rico.
El plato de pescado un rape al cava con aire de remolacha, un montaje espectacular dentro de una botella de cava partida por la mitad… un plato sabroso, con una textura magnífica y el pescado perfecto de cocción.
El siguiente plato una hamburguesa de secreto ibérico y foie. Tremendo de sabor, textrua espectacular… te lo comes en nada y te quedan ganas de más…
El postre ya más convencional: un calipo… pero un “calipo de la rogativa”, de nuevo sorprendente abrir el helado y descubrir los sabores tradicionales … una infusión de te de roca, bebida reconstituyente típica de las rogativas del pueblo.
Y quizás por el apego hacia el producto local, el postre final debía reflejar el elemento central de la repostería local, los flaons… lo que uno no espera es recibir los ingredientes por separado y tener que hacer tú el plato. La mezcla da lugar al sabor exacto de un flaó con una textura cremosa.
De repente se dan cuenta de un fallo en cocina… ¿vaya! Y nos llega un plato olvidado, una latita de conservas… pero ¡ah sorpresa!, es una lata que contiene un magnífico brioche con un refrescante escabeche ligero de cítricos. ¡Un puntazo!
Quizás por ello, cuando te llega la jaulita de una freidora con unas croquetas morellanas, no te sorprende descubrir en ellas el último de los postres, un postre de chocolate que te deja con muy buen sabor de boca.
Muy buenos café.
El servicio del vino muy bueno, con buen coperio y si bien la carta no es muy larga la selección es muy interesante, incluyendo los vinos de los alrededores. Además el vino se conoce, se explica y se aconseja con criterio.
Comimos en la terraza, en un agradable día de este otoño que es más bien verano…. Respirando la atmósfera única de este bello pueblo.

  1. #1

    Abreunvinito

    Por lo que cuentas un menú de trampantojos. Diversion garantizada y buena cocina.

  2. #2

    Paco Higón

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    Efectivamente, un espectáculo visual bien correspondido por los sabores de los platos...

  3. #3

    Obiwan Ferran

    Uf, un 10 de Paco Higón no es cualquier cosa! Veo que van evolucionando favorablemente. Qué ganas de pasar por Morella y hacerles una visita!

  4. #4

    Paco Higón

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    La buena cocina es buena en cualquier sitio... pero ofrecer esa cocina tan lejos de núcleos de población grandes, con una competencia basada en precios muy comedidos y cocina muy clásica... tiene un mérito estratosférico.

  5. #5

    Obiwan Ferran

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    Lo entiendo perfectamente. De hecho yo he tenido una comida de mucho nivel también en Cal Fuster, en Serrateix.... Vamos, donde cristo perdió el gorro ;-)

  6. #6

    Aloof

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    si te ha gustado preparate para los proximos menus.

  7. #7

    Paco Higón

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    Ya he visto el de temporada... ¡y tiene una pintaza! el problema es que la distancia lo hace poco asequible....

  8. #8

    Paco Higón

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    Pues eso, el mérito de mantener una cocina de nivel lejos del cliente con poder adquisitivo es una baza que no todos pueden sobrellevar...

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