Restaurante La Lluerna (CERRADO) en Valencia
Restaurante La Lluerna (CERRADO)
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
12,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
28 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
6.6
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
6.8
Comida COMIDA
6.5
Precio medio entorno ENTORNO
6.4
RCP CALIDAD-PRECIO
7.1
La "nueva" argamasa de ensaladilla nada que ver con lo anterior...
Para que comparéis precios antes de la escampada directiva...
Hamburguesa buey .
Coca longanizas .
Ensaladilla rusa .
Barra en La Lluerna .
Elías Mora crianza
mil hojas de foie
Opiniones de La Lluerna (CERRADO)
OPINIONES
112

En el corazón del barrio de Ruzafa encontramos este local con 2 ambiente diferenciados, un local de tapas y un restaurante. En el de tapas destaca al fondo la cristalera que protege los vinos que se ofrecen a precio de tienda más un moderado descorche (creo recordar que 4€ por servicio). Decoración moderna, buena separación entre mesas, servicio amable y esforzado, joven y dinámico. Cocina de mercado, bien elaborada y bien presentado con excelente nivel medio. Muy buena carta, con bastantes referencias, tanto nacionales como internacionales. Magnífica RCP.

La Terra del gantxo se despierta y de que modo, en ella florece otro de esos rincones donde poder degustar buenos vinos, a buen precio y con cierta comodidad. Fuimos a cenar en la barra de manera informal, pedimos el pulpo a la murciana , steak tartar, pericana y quesos nacionales, todo regado por una interesante oferta de vinos por copas. Para terminar una Creme Brulee (fantástica) y dos copas de dolÇ de Mendoza. Para haceros una idea del precio pedimos 12 copas de vino entre dos. Otro día profundizaré y me sentaré en una mesa, para dejarme llevar por las exquisitas sorpresas que aun me aguardan.

La carta de vinos tal y como comenta algón compañero usuario, impresionante tanto en precios como en referencias.

Bodega de Ruzafa reformada, con dos entornos diferenciados, uno de restaurante y otro para picar algo y tomar algún vino.
El mobiliario del restaurante no es nada del otro mundo. Funcional y no demasiado cómodo. La distancia entre mesas no demasiado amplia. No hay zona de fumadores (bueno para unos, malo para otros).
Tiene una carta de vinos buenísima. No solo extensa, sino a unos precios en algunos casos increíbles. Los precios son de bodega sin IVA, a lo que hay que sumar sólo 4 euros por botella (no comensal) por el servicio. Si deseas comprar, añade 16% de IVA al precio marcado en carta. Aún así hay cosas muy, muy, muy interesantes.... Yo me llevé 6 botellas a casa. No os digo más.
Bebimos aalto. Dos botellas del 2004. Estupendo, como siempre.
Cenamos de tapas. Todas ellas con cierto diseño. Hasta las bravas tienen una presencia totalmente distinta a lo acostumbrado. De todos modos, su calidad es media. Entran mejor en los ojos que en la boca.
Los postres, muy buenos.
Acabamos las tapas con unos entrecottes y secreto trinchaditos. Muy ricos.
40 Euros por persona, pero comimos mucho y cada botella de aalto son 23 euros (4 comensales).
Volveré a tomar alguna tapa y a comprar vinos. Hay algunas referencias muy difíciles de encontrar en las bodegas tradicionales.

Tercera vez que visito La Lluerna y esta vez no me resistía a dejar un comentario. La primera vez de tapas para cenar, todo muy correcto y una muy extensa carta de vinos a precio más que razonable (a ver cuando nos enteramos que apretando menos en el precio es más fácil que caiga una segunda botella!), las dos siguientes a disfrutar el menú de mediodía, con dos entrantes y dos arroces melosos a elegir, de las mejores opciones de menú que conozco ahora mismo.
12€ bebida aparte. En cuestión de vinos, la primera vez un 2(pi)R, al que quizás le hubiera ido bien jarrear, la segunda un Pasamonte, que dejó buenas sensaciones, y la última un gewurztraminer alsaciano muy bueno, que me perdonen los gewurztraminer locales, pero no hay comparación. Volveré encantada.

El barrio de Ruzafa se mueve, y no solo se mueve, sino que gana en calidad. En él encontramos La Lluerna, local amplio perfectamente decorado, preciosa la bodega al fondo presidiendo la sala. Mobiliario moderno, funcional y cómodas las sillas y mesas.
La carta está basada en una serie de entrantes con alguna carne y algunos pescados para rematar la cena. Me gustan las raíces que se perciben nada más leer la carta, cocina de mercado con clara tendencia mediterránea donde destacaría las cocas de recapte, el steak tartar (no es de alto nivel pero está más que correcto y a muy buen precio) o la pericana.
Bodega extensa a precios de risa (¡algunos más baratos que en tienda!), preciosa de nuevo la bodega acristalada y buenas copas.
El servicio es desenfadado pero profesional, simpático y siempre atento.
Volveremos seguro a probar más vinos y más platos.

Local aparantemente moderno, con dos salas diferenciadas: tapas y restaurante. La bodega es impresionante, por lo que en cuanto al aspecto del local, nada que objetar. Cenamos en la parte del restaurante seis personas. La verdad es que no salimos muy satisfechos. Pedimos un vino blanco, pero en copa le faltaba frio, por lo que tardamos casi media hora en poder comenzar a beberlo. Este es un error muy frecuente en aquellos restaurantes que ofrecen una extensa carta de vinos. O tienes bien diferenciada el frio de tintos y blancos, o necesariamente vas a quedar mal con el cliente, como fue el caso. En cuanto a la comida, nada que objetar salvo las ridículas raciones que nos sirvieron. Esto, tratándose de una mesa de 4 personas es normal, pero siendo 6 personas no es de recibo. Es algo que nos debieron advertir. En fin, ya lo hemos probado y yo por mi parte no creo que vuelva.

Estoy conforme con que no es la Santa Companya 2, tiene un aire pero aunque mejora en amplitud de espacio, no alcanza a tener la personalidad del anterior, y no mejora en ruido. En cuanto al espacio, un poco frío, aunque rompe la frialdad la gran cava en la pared (o cristalera, no lo tengo muy claro, pues además luego cuando entran parece un almacén sin más, pues desde fuera se ve). En cuanto al servicio del vino, aunque tienen muchos y muy variados y a precios buenos (aunque parecen mejores, pero luego le añaden iva y 4€ por el servicio), el conocimiento y el servicio por los camareros no es el adecuado. En cuanto a la comida, buena presentación y muy buenos productos, con un aire a la Santa Companya aunque con más variedad. Quizás hay que darle tiempo para que mejore el servicio. La RCP muy buena.

Lo primero que hay que señalar es que no hay que ir a este restaurante buscando la Santa Companya 2. Este es otra cosa. No tiene nada que ver. Es más grande y por tanto ruidoso. Tampoco la comida es la misma.
Optamos por la zona de tapas. Todo bueno pero sin enamorar. Raciones cortas. Extensa carta de vinos.
Servicio en rodaje. Llevan solo dos meses y parece que todavía no han cogido el tranquillo. La cena fue lenta. Mucho espacio entre plato y plato. Habrá que darle otra oportunidad dentro de un tiempo cuando estén más rodados. También la cocina.

Local moderno y amplio dividido en dos zonas. Hay un menú de 12€ muy interesante a mediodia, pero optamos por tapas por aquello de las prisas. Buenas raciones y excelente todas. Ensalada de espinacas muy tierna , con mucho sabor, presa ibérica con reducción de vinagre de jerez , calamar rebozado con un ali oli muy fino más una coca gorgonzola estupenda. El pan exquisito. Buena referencia de vinos e interesante servicio por copas para probar. Me gustó , lo recomiendo. Para volver porque lo mejor el precio, muy ajustado.

Tenía ya curiosidad por conocer el nuevo local de Luca y Miquele en la calle Sueca. Es un amplio espacio dividido en dos zonas. En una, más amplia e informal, hay una barra y se puede pedir diferentes tapas. Abre ininterrumpidamente de 13 horas a 1. La otra zona, recién estrenada, está enfocada a comidas más formales. Nosotros fuimos un sabado noche y ocupamos una de las mesas en esta zona más tranquila, donde se ofrece como única opción un menú degustación (30€) con cocina de mercado que se cambia semanalmente. A mediodía entre semana tienen un menú de 12€. El menú consistió en aperitivo de bienvenida, tres buenos entrantes, dos platos principales (dorada sobre espinacas salteadas y carrillada ibérica con puré de berenjena y calcots) y dos postres. Me pareció una relación calidad-precio muy buena. La oferta de vinos es muy amplia y se cobran precios de tienda más 4 euros por descorche. Buenas copas y buen servicio del vino a cargo de Miquele. Optamos por un excelente champagne Jacquesson Cuvee 731 (41,80 euros). El café (Illy) también es excelente. Un local que invita a volver con buen planteamiento, buena calidad y buenos precios.

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