No comparto la opinion de los anteriores.Estuve hace poco por la fiesta de carnavales tuve un trato muy amable y acogedor por parte de los camareros y una comida casera que merecia la pena probarla al igual que sus gambas.Espero que los anteriores comentarios no os echen para atras y os perdais la buena comida.

Mi experiencia en este restaurante ha sido de las peores que he tenido últimamente, sin ser muy exigente con las comidas por mi parte, el menú del día (05-08-2012) fue de lo peorcito que he comido, éramos 5 y los comentarios fueron al unísono, los chavales comieron todo por tener hambre después de haber participado en una competición deportiva, lo mejor de la comida fue el postre pero el primer y segundo plato fue nefasto.
Cuiden la cocina si quieren no perder clientes, aunque sea menú a 12€ la elaboración debe ser más cuidada.
Arroz negro con calamares: súper seco, los calamares reducidos por exceso de recalentamiento. Yo este plato siempre me lo han puesto caldosito o por lo menos no tan exageradamente seco.
Pasta con bechamel: la bechamel ausente y tirando a ácidos por el tomate o vete a saber por qué.
Lomo adobado a la plancha: pasado y seco, se hacía bola en la boca.
Huevos fritos con chorizo y beicon: dos trozos de chorizo que más bien era para hacer bocadillos por estar demasiado curado para presentarlo con los huevos y el beicon no lo pusieron (fueron advertidos los camareros).
Por mi parte no hay más oportunidades para este restaurante.

Como Karlvin ya ha explicado cómo es el local, me centraré en nuestro almuerzo.

Esperamos unos 10 minutos en la terraza para conseguir mesa. Otro cuarto de hora para que el camarero se fijase en nosotros. Cuando finalmente nos atendió, a nuestras preguntas sobre qué podían ofrecernos se limitó a decirnos un par de platos. Tuvo que levantarse mi mujer para entrar y mirar en la barra qué había, preguntando al camarero de la barra, algo más afable que el de la terraza. No nos dieron carta de tapas, ni de vinos. Tampoco pudimos ver los precios. Copas bastante regulares. Sin carta de vinos. Nos ofrecieron un blanco de Rueda y un par de tintos de Toro. Finalmente tomé un blanco de malvasía, después de sonsacar al camarero. Justito de temperatura.

Tomamos 4 croquetas de gambas (buenas), 5 kalandrakas (similar a un San Jacobo con el añadido de chorizo, muy pesado), 1 pincho de tortilla (reseco), 2 cortezas (pasables), una copa de malvasía de la zona, 1 mosto, 1 corto de cerveza y 1 agua. En total, 20 euros, sin ticket ni factura.

Mientras me cobraban en la barra, pregunté por el dueño (no estaba) y comenté al camarero de la barra quién nos había recomendado el local. Pusó cara rara, habló con alguien y me pareció que me iban a decir algo, justo cuando me di la vuelta para irme.

No pienso volver, ni aunque me lo recomienden.

Centrico bar de tapas, con buena selección de estas, con terraza bajo los soportales frente a la plaza mayor, de los de toda la vida, donde predominan los productos autoctonos como embutidos y quesos, entre otros. Tomamos un Arroz a la zamorana con costilla, calamares fritos (muy buenos), de los que gusta repetir, cecina de vaca (solo correcta) y una parrillada de setas sobre un fondo de jamon iberico...de sobresaliente. De beber, varias cervezas cada uno, y cafés.
Nos recomendaron pedir Patatas a la Toresana (las bordan) pero no había ese día, no tocaba. Otra vez será!