Alavaro siempre ha ido un pasito por delante . Y lo ha hecho con convencimiento, con respeto y con ilusión a raudales. Cambio de decoración, quitar manteles, acercar al comensal a la cocina, casi permitirle comer en la cocina. En mi opinión, un acierto que se consolidará en el futuro y que ofrece en Bilbao una oferta gastronómica única a un precio más que razonable. El menú se afina, se equilibra, gana enteros estéticos, adquiere cada vez más personalidad, es distinto, divertido, a la vez sus caldos , sus bases son potentes, impactantes, divertidos???. Creaciones como el foie con a la cerveza deslumbran, ¡que presentación¡, qué conjunción de sabores y texturas¿¡, eso sí, retiraría la gamba, mejor a un ladito del foie , que se la come..Evoluciona en platos ya míticos, como la cebolla de Zalla, que en mi opinión, como la Ortua de Eneko , debería estar siempre disponibles. El menú de 10 platos ya está suficientemente comentado, a mi entender sobresaliente. Sorpresas, cambios, probamos muchas cosas en ciernes, me fascinarosn el pilpil de navajas y un maravilloso postre dulce marino que deslumbarría en cualquier menú, muy en la linea de Aponiente. Parece capaz de todo, con ideas, con coherencia y con personalidad. El tiempo dirá, de momento , el sábado noche, hasta la bandera