Disfrutar

No es sencillo analizar la experiencia recibida del que es uno de los restaurantes más reconocidos y prometedores del país cuando al día siguiente tienes reserva en El Celler de Can Roca (cinco días después me sigo preguntando qué ocurrió en Girona…), pero si bien existen diferencias, hay un punto en la que los dos coinciden: DISFRUTAR, y es que mi sensación desde el primer minuto en el ABaC es la de un disfrute absoluto:

1. La localización y el diseño del restaurante es sobresaliente, la terraza en otra época del año tiene que ser una gozada.
2. La vajilla muy moderna, con uso de materiales (piedra) para presentar las distintas propuestas, la cubertería por supuesto fantástica, pero si algo merece ser la pena destacado es la cristalería, es sencillamente magnifica, sin palabras.
3. El servicio muy profesional y atento en todo momento. Además, gracias a la juventud del equipo hay una excelente sensación de proximidad y cercanía, que en mi caso agradezco y aprecio sobremanera.
4. El servicio de vino excelente. De la mano de Fernando Pavón se nos explicó, apreciamos y nos deleitamos con alguno de los mejores tintos de la carta (carta, por otro lado, de precios exagerados). A pesar de la recomendación de Fernando de que el menú GRAN ABaC pide vinos blancos, nos decantamos por tintos.
5. El único pero es, entiendo que tiene que ver con el hotel y su clientela, la inusitada cantidad de niños que hay en las mesas, algo poco normal en restaurantes de esta categoría. Nada alarmante, pero me sorprendió.

La recomendación de Fernando fue en primer lugar LA LLOPERETA 2011, un Pinot Noir de la Conca de Barberá, un vino sorprendente y muy curioso, fantásticamente servido, como igual ocurrió que el priorat de 2008 PLANOTS (garnacha y cariñena), un vino de lujo que se adaptó a la perfección con la propuesta gastronómica:

De inicio, acompañando el “Nitro Cocktail”, se nos sirvió un fantástico cava, no recuerdo el nombre.

Un denominador de las propuestas del menú GRAN ABaC (3 entrantes, 9 platos y 3 posters) es la potencia de los distintos salsas que les acompañan, como ocurrió con la fantástica carne de buey, con los interesantes ñoquis de parmesano, con la ostra de ternera y sake (en el Ten´s la ostra me llamó más la atención), con el foiegras asado y la excelente gamba de Palamós.

Tres de las propuestas que más me gustaron fueron:

Sorprendente la “butifarra del perol” magnifica composición con corazón de tomate, suave butifarra y helado de pan con tumaca. Plato de 10 en especial el helado: imposible y perfecta elaboración de un clásico de la cocina catalana.

Los “mini lomos de bacalao con guisantes y trufa negra” y la “yema de huevo con pure de patata parmentier”, que sin ser platos de 10 me encantaron, el primero me pareció una maravilla y el segundo muy ingenioso y sorprendente en todos los sentidos.

Con el PLANOTS en la mesa, aparece el Bistec tártaro ahumado, interesante y como en todas las propuestas la técnica de Jordi es sobresaliente.

Como platos principales me pareció excelente el salmonete, el único pero es que sobraban a mí entender los panes de tomate, pero el resto de la combinación es sencillamente de 10, y la tal vez menos llamativa la ternera menuda.

De los postres me quedo con la extraordinaria rebanada de pasión y chocolate, sencillamente increíble.

Acompañando los magníficos cafés varias pastas que devoré sin criterio por imposibilidad de apreciar más sabores, recuerdo que la trufa era buenísima.

La sensación final que la técnica y capacidad de sorprender de Jordi Cruz es muy buena, quien soy yo para juzgarla, realmente es un chef magnifico y sus propuestas sorprendente (se va a hartar de recibir galardones), pero la sensación final según mi subjetiva impresión es que el ABaC no ha llegado todavía a un nivel de un Quique Dacosta, de lo que nos ocurrió al día siguiente en Girona o el DiverXO (con quien según el “criterio” de la Guía Michelín se ha peleado por obtener la tercera estrella), en cualquier caso hay que celebrar y considerarnos afortunados por tener un nivel tan extraordinario en nuestra gastronomía.

Un único pero: si nos encontramos ante un restaurante en donde se dan tanta importancia a la imagen y detalles, la no presencia de Jordi en la sala a pesar de que fue requerida es cuanto menos sorprendente…, pero si a David Muñoz tampoco se le espera y no lo considero relevante, pues tema zanjado.

La verdad es que en el ABaC se disfruta y he DISFRUTADO muchísimo.

Recomendado por 3 usuarios
  1. #1

    manubcn

    Pues enhorabuena por el disfrute, lo tengo a 100 metros de casa y todavía pendiente, pero caerá.
    Esperamos con interés el comentario de tu experiencia en el Celler.

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