La nota común que tiene este restaurante, las distintas veces que lo he visitado, es el equilibrio entre la seriedad, el rigor y el método, de una parte y la creatividad y la imaginación de otra. Estas notas se personifican en Yvonne y en Enrique; la primera, rigiendo la sala con destreza y el segundo elaborando los platos(pese a su juventud) con maestría.
Es una cocina que auna técnica, en la elaboración, con la frescura, del producto natural, del mercado.
Es cocina fácil, ágil, nada indigesta. No está sujeta a ningún corsé.
Desde que accedes al local, percibes una sensación de bienestar, que aumenta, con el paso del tiempo, y ello, desde mi punto de vista, se debe a la conjunción de distintos factores:
1.- EL LOCAL: Es moderno, limpio de decoración, fácil de movimientos, amplio. Una iluminación nada agresiva permite que te relajes, que disfrutes del momento.
2.- LAS MESAS: De tamaño amplio. Con una holgadísima separación entre ellas, te permitirá mantener tu intimidad, serás el dueño de "tu" conversación, que no se verá perturbada por la mantenida en las mesas vecinas.
Están vestidas de forma, más que notable, en lo que, a mantelería, cubertería y cristalería, se refiere. Estás a gusto, estás cómodo.
3.- EL TIEMPO: La cadencia de presentación y retirada de los platos, roza la perfección. Exactitud germánica, Yvonne está`presente.
La temperatura de los platos la justa; servidos éstos, puedes empezar a comer, están en el punto óptimo para poder apreciar todos sus matices.
4.- EL PERSONAL: Respetuoso, discreto, educado, nada intrusivo, atento en el trato y a la necesidad del comensal (relleno de copas, reposición de panes...), casi didáctico, pues, las explicaciones de Yvonne expresarán, con exactitud, lo que, la elaboración del plato puede transmitir.
Si conocen tus preferencias, puedes tener la seguridad, que, éstas serán satisfechas.
5.- LA PRESENTACION: armonía en la composición y puesta en escena. Todos los componentes, están presentes, no sólo fisicamente sino que transmiten con fidelidad lo que cada uno representa. Ninguno eclipsa al otro. Se complementan, entre sí, hasta lograr el resultado perseguido. El ingrediente principal es lo que es.
6.- EL VINO: Carta de vinos francamente completa, tanto por lo, que, se refiere a denominaciones nacionales, como extranjeras; especial mención merecen, en cuanto a éstas últimas, las de origen alemán. Algunos "joyas" a precios ajustados.
Muy buena relación precio-calidad.
El servicio del mismo, por conocimiento, por técnica, por servcio, por cuidado, EXCEPCIONAL.
Dicho lo cual, paso a exponer, lo que, supuso mi última experiencia:
NATILLA DE CANGREJO CON HUEVAS DE ARENQUE: Cremosidad plena de sabor. El cangrejo está presente en cada bocado, pero de manera fina, elegante. Tras introducirlo en la boca, aparece tímidamente, para permanecer presente hasta que un sorbo de vino limpia la esencia que se ha fijado en tus papilas. Delicado.
SALMON CURADO CON AGUACATE: Juego de dos texturas diferentes; firmeza en el pescado, suficientemente cauterizado, sin perder jugosidad; cremosidad, en el aguacate. Complementarios entre sí, mantienen, cada uno su sabor y personalidad. Plato equilibrado.
CROQUETAS DE BACALAO CON ATASCABURRAS Y TRUFA: Las croquetas se caracterizan por una cremosidad y suavidad difícil de lograr, con este pescado. Se deshacen, casi explotan, en la boca.
BONITO EN ESCABECHE EMULSIONADO DE PERDIZ Y TRUFA: El bonito firme, pero cauterizado por el juego del escabeche. Sabe a lo que es, es decir, bonito. El matiz de la perdiz refuerza el plato. La trufa lo potencia. Agradable.
PICHON DE LOMBERS CON SEPIA DE PLAYA, CONTRASTES VEGETALES Y TRUFA SILVESTRE: Potencia, sabor, fuerza del pichón con un justo punto de cocción que permite apreciar todo su sabor. La sepia con ese matiz dulzón, suaviza el plato. La trufa lo perfuma. Excelente Mar y Montaña. Para repetir una y otra vez. Plato que no quieres que se acabe.
LUBINA DE PLAYA CON GUISO DE GARBANZOS, CALLOS Y TRUFA SILVESTRE: El pescado firme, muy firme. Se nota que la pieza utilizada, es de una gran frescura. Sabor, fuerza que queda resaltado por la compañía de un caldo sabroso, pero equlibrado. Los garbanzos, de una gran mantecosidad. La trufa, perfume en el plato. Digestivo y suculento.
PIÑA GIN-TONIC: Equilibrio entre la frescura de la fruta y la elaboración del Gin-Tonic. Se compenetran. Cumple su cometido: limpia la boca.
PETIT FOURS: Excelentes. Siendo de destacar, un financier de turrón?( a mí, así, me lo pareció), una go,inola cítrica, plena de sabor y una mini-trufa, de chocoalate amargo; ésta última, excelsa.
En resumen, restaurante en constante evolución y mejora, productos naturales. Técnica depurada y cocina sana.
Va a más, a mucho más.
El precio es sin vino.
Dear friend, ya sé, que, la curiosidad no es una nota de tu personalidad, tan solo eres un gran amante del conocimiento y del saber; era otro amigo "no bebedor" que no pertenece al grupo. Nuestro querido Javier46 dice, absolutamente, la verdad.
Creo, que, esto se resuelve, yendo "todos", la próxima vez; ¿Verdad?
Un abrazo.
Comentario supercompletísimo!! Muchas gracias, así da gusto. A mi marido le han invitado en alguna ocasión, pero yo tengo pendiente conocerlo. A ver si tengo suerte y también me invita alguien, por ejemplo... mi marido! Un saludo! :-)
Me alegro que te haya gustado el comentario, pero realmente te sentirás feliz cuando lo pruebes.
Un cordial saludo.
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