se come fenomenal y sobre todo tiene una muy buena RCP.

Su fuerte son los productos de temporada, las setas principalmente y la caza, lo demas también muy bien preparado y con unos precios medios bastante asequibles.

El jamón en esta zona no acaba de "cuajar", ya que aunque lo adquieran de pata negra de bellota, dada la humedad de la zona, si no se consume pronto, se deteriora bastante.

En general muy bueno.

Estando en el precioso pueblo de Hervás y en temporada de setas estaba claro donde comer.

La sala no es muy grande pero se está muy cómodo con mesas amplias, sillas amplias. Ambiente clásico muy agradable.

El trato muy profesional y atento. Restaurante casi lleno entre semana.

Vajilla y mantelería en consonancia con el estilo del restaurante. Copas del vino de buena calidad.

Carta de vino muy corta, insuficiente, extremadamente clásica llegando en Rioja a poco más de Marqués de Cáceres, Ramón Bilbao... Buenos precios. Elegí un almirez a 21 euros.

Dos cartas de comida, la habitual y la de setas de temporada.

Pedimos:

Migas (buenas pero sin entusiasmar).
Ensalada de Amanita cesárea (entusiasmó, cantidad y calidad del producto).
Arroz cremoso de perdiz con gurumelos (brutal, sabor del fondo, punto del arroz, un vicio).
Solomillo de ciervo con boletus edulis (muy bien la carne y los boletus pero me arrepentí de no haber elegido también arroz, lo que debe ser laudatorio del arroz y no peyorativo de la carne).
Postre a compartir, tarta de castañas (jugosa, nada seca).

Café, agua y pan 42 euros pax.

Salimos encantados del restaurante y del pueblo.

Pues si estaba completo... aun en epoca de crisis,por algo sera...Para empezar pedimos croquetas de niscalos y jamon,muy buenas,gran sabor a jamon y con tropezones,hoy en dia es raro.Tambien jamon iberico de bellota,aun cortado a maquina,es de los mejores que hemos probado.De segundo eligimos pulpo ala parrilla y chuleton de retinto,los dos platos buenisimos y perfecto el punto.Para postres puding de castañas y canelo de membrillo con mousse de queso,los dos muy buenos y raciones justas.Para beber pedimos agua y unas copas de vino blanco de Rueda y de tinto D.O.Ribera del Guadiana,cafes y chupito dde PX,resumiendo un placer para los sentidos...

Estando en la vecina provincia de Salamanca pasando el puente de Todos los Santos no podiamos dejar pasar la ocasión de visitar de nuevo este interesante restaurante de la pintoresca localidad de Hervas, en el norte de Cáceres. La oferta gastronómica de este local se ve ampliada en esta época del año por la incorporación de un buen número de platos de setas. Para 6 personas (dos de ellas niños) pedimos lo siguiente:
- Croquetas caseras variadas: en esta ocasión eran de calamares en su tinta, puerro y carne de ternera y como las veces anteriores estaban deliciosas.
- Croquetas de niscalos con jamón ibérico: perfecta elaboración, si bien la potencia gustativa del jamón hacía que el níscalo casi pasara desapercibido
- Ensalada de Amanita caesarea salteada con vinagreta de piñones: muy buena
- Migas extremeñas con huevos rotos: convenientemente aligeradas del componente graso, resultaban muy agradables.
- Lomos de bacalao fresco al horno con laminas de Boletus: pasable, sin más
- Rape con arroz con setas: delicioso
- Milhojas de solomillo de ciervo con boletus a la plancha y salsa cabernet sauvignon: no convenció, pues la salsa de vino tinto no contribuía a suavizar el sabor a caza de la carne, eso sí, muy tierna.
- Carrilleras de ibérico con chantarelas y salsa de PedroXiménez: excelente plato
- Cabrito al modo de Hervás con pimentón de La Vera y patatas fritas: como en las anteriores ocasiones estaba para chuparse los dedos. Un valor seguro en este restaurante
- Postres: Croquetitas de chocolate liquidas fritas al aroma de naranja, Leche frita con helado de vainilla y canela, Pudín de castañas sobre salsa de natillas, Sorbete de mandarina con explosión de peta zeta y Rollitos de membrillo rellenos de queso. Todos tenían un nivel notable, así como una estudida presentación.
Respecto a los vinos, cuentan con una carta reducida, en la que tienen protagonismo los extremeños. Tomamos un excelente Habla Nº 7 2007 que estaba soberbio.
El personal de sala es muy agradable y profesional.

Dificil acceso, pero vale la pena.
Local pequeño, acogedor y con servicio voluntarioso, aunque con deficit.
Comida, que es lo que de verdad interesa, mas que suficente en raciones y muy bien presentada.
Un cabrito soberbio, las croquetas perfectas y la tabla de quesos extremeños muy acertada. Postres y sorbetes apetecibles.
No tomamos vino

Despues de leer tan buenas criticas, y dado que estabamos cerca, decidimos visitarlo.Encontramos buena decoracion y buen ambiente.El recibimiento fue amable y educado.De aperitivo nos pusieron un pate de la casa con cebolla caramelizada (bueno).De primero jamon iberico (muy bueno aunque cortado a maquina)y croquetas caseras (buenisimas).De segundo milhojas de solomillo iberico ymanzana con salsa de cerezas (exquisito)y solomillo a la parrilla,foie y salsa de oporto (bueno y abundante).De postre leche frita de la casa y fresones rellenos de mermelada de violeta (ambos de lo mejor que hemos probado en cuanto a postres).Con el cafe trufas heladas.
Todo mas agua, copa vino tinto (payva), cafe 76,50 euros.

Me recomendaron con mucho interés este restaurante desde Valencia y ya que estaba por la zona no quise perder la ocasión.
La carta es bastante tradicional, con toques de creatividad. Con ediciones especiales en épocas de producto estacional.
El servicio muy correcto. El ambiente acogedor.
Tomamos migas extremeñas, bacalao con bechamel de setas, croquetas muy buenas, milhojas de solomillo con foie, sorbetes de distintos sabores, etc. Todo exquisito.
La carta de vinos con mucha representación de las grandes zonas españolas. Tomamos Liberalia Cuatro del 2005 a 16 euros. Muy buen precio.
Sitio muy recomendable.

http://www.ojoalplato.com/archives/2791

Volvemos a salir satisfechos en esta segunda visita a este honrado restaurante extremeño. En esta ocasión las croquetas, esta vez en tres versiones: ternera, patata y chipirón en su tinta, están todavía mejor. Este sencillo condumio, junto con el cabrito al estilo de Hervás, son merecedores del sobresaliente. Probamos también el gazpacho de remolacha, tomate y gambas, y una ensalada de frutas, foie y vinagre de frambuesa, ambos entrantes resultones y agradables. Los postres pedidos: soufle de chocolate y trufas heladas, siendo lo más flojito, superaron también el aprobado.

Una de las opciones más interesantes de la pintoresca localidad de Hervás. El local, de líneas clásicas y distribuido en dos alturas, es agradable. La atención al cliente es también digna de mencionar. En la carta dominan los platos de cocina regional, con pequeños toques de autor. Disponen también de una carta especial para la temporada de setas. Probamos de entrantes jamón y lomo de bellota, que no es desde luego lo mejor de la casa, croquetas variadas (de queso, de hongos, de bacalao, de chipirones en su tinta), perfectas de sabor y de elaboración, y zorongollo, que es una ensalada de pimientos que nos supo a gloria. De platos fuertes solomillo de retinta (bueno, sin más), solomillo ibérico con manzana (muy bueno) y cabrito al estillo de Hervás, un guiso delicioso que por si solo ya justifica la visita a este restaurante. La carta de vinos es cortita, pero con cosas interesantes. Tomamos un excelente Viña Puebla Selección 2007. Los precios son quizás algo más elevados que los que se estilan en la zona, pero creo que están plenamente justificados. Para volver en otra ocasión.