Cada vez me cuesta más opinar sobre algunos de los restaurantes que visito

Cada vez me cuesta más opinar sobre algunos de los restaurantes que visito, me pregunto qué debo valorar en ellos, qué es lo que hace que un restaurante sea bueno, muy bueno o excepcional. También me pregunto si es que me he vuelto demasiado exigente (aunque con lo que se paga hay que serlo) o si me creo unas expectativas muy altas que pocas veces se cumplen. Para mí un restaurante de estrella Michelin debe ser excepcional. En este caso en Els Casals de Sagás todo estuvo bien, buen entorno, buen servicio, muy buena materia prima y platos sabrosos, sin defectos. Pero vuelvo al principio: ¿es eso suficiente para dar una estrella Michelin o se debería exigir más originalidad o genialidad? Comí muy bien, pero me faltó algo más que, por poner un ejemplo, sí encontré en Alkimia. En cuanto al menú degustación que tomamos, no entiendo como tres de los platos llevaban colmenillas (por muy buenas que estén) o como uno de los platos es un huevo frito con puré de patatas y sobrasada (repito, por muy buenos y naturales que sean el huevo, las patatas y la sobrasada). Postres y petit fours flojos. No obstante, algún día volveré a comer de carta, creo que será mejor. En conclusión, todo muy bien aunque esperaba algo más…

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