Difícil de expresar con palabras

Estuve comiendo en Diverxo el pasado sábado, día 4, a mediodía. Veníamos de patear medio Madrid el día más frío de lo que llevamos de otoño y eso, quieras o no, te condiciona positivamente a la hora de sentarte a la mesa: helados, hambrientos y con unas ganas locas de descubrir la cocina de David de la que me vengo empapando desde hace un par de años a base de articulillos, comentarios de los usuarios, etc...

La sensación a la salida y también hoy, dos días más tarde, es la de un diez en todos los aspectos: la sala y su decoración, el mobiliario y la amplitud/separación de las mesas, la acogida, el trato durante el servicio y la despedida del personal, el menaje (vajilla, cubertería, cristalería...), el tempo de la comida, la bodega y el servicio del vino, las explicaciones en los platos... todo cuadró a la perfección.

Y, por supuesto, LA COMIDA, que nos emocionó y nos hizo sentir unos privilegiados por tener cierto don de apreciar las buenas experiencias gastronómicas que no todo el mundo tiene y por podérnoslas permitir aunque sea una vez en la vida y con los tiempos tan difíciles que estamos pasando.

Una vez nos atendieron y nos retiraron los abrigos, tomamos unas Manzanillas y cerveza antes de pasar a la sala, en el sofá de los fumadores, je, je. Aún siendo fumador, se agradece no permitir fumar en la sala, cosa que le da un ambiente de limpieza y que permite saborear al máximo cada una de las degustaciones.

Tomamos el menú ExtenXo: 100 €. Ciertamente no recuerdo de cuantos platos se compone (apetitivo + 7 salados + dos dulces?). Es el menú intermedio y quedamos saciados sobradamente. Recordar los platos con todos sus ingredientes me resulta complicado, pero léanse los comentarios anteriores pues, al decirles que era nuestar primera visita, muchos de ellos son los clásicos del restaurant.

A manera de apuntes decir que en las distintas degustaciones disfrutamos de mejillón de roca, oreja de cerdo, morcilla, capón, carabinero, buey de mar, gamba, cochinillo, raya... El producto excelso, la preparación sublime y la presentación extraordinaria nos dejaron en un estado que podríamos definir como felicidad máxima.

Acompañamos de un As Sortes y un Castro de Valtuille a precios rezonables y servidos extraordinariamente por todos y cada uno de los profesionales de la sala. Buena carta de vinos.

Lo único que no rayó a la altura de todo lo demás fué el café. Entiéndaseme que es una apreciación personal y que, seguramente, se trabaja con un café y una máquina excepcional, pero los tres comensales coincidimos que mejores cafés hemos tomado. Por sacar un pero.

Por todo ello, quiero dar las gracias a todos los miembros del equipo de sala y, por supuestísimo, de cocina (los tapados) que nos facilitaron tamaña experiencia. Y enhorabuena a David Muñoz por capitanear este proyecto tan maravilloso. Tardaremos en olvidarles.

  1. #1

    Antoni_Alicante

    Acabo de comprobar que mi comentario sobre DiverXo coincide con el comentario sobre restaurantes número 100 en mi lista de participaciones. Pura casualidad, pero ¡gran manera de celebrar el centenario! Je, je.

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