Este restaurante está en Lo Pagán , donde suelo ir de vez en cuando, lo conozco desde hace muchos años, de hecho es uno de los lugares donde suelo ir a tomar el aperitivo, ya que tienen una zona de tapas y es de los pocos (único) que sirven vinos por copas de calidad. Sin duda, uno de los mejores restaurantes de la región. Con un servicio impecable. Reservamos por tlf para dos personas, nos comentaron que a partir de las 15:30 tendrían mesa, pero no garantizaban la hora exacta de entrada, por suerte no se demoraron mucho (nos dieron mesa a las 15:40) en la zona de terraza. Mesa vestida con mantel y servilletas de tela blanca, vajilla con serigrafía del nombre del restaurante. Con vistas al mar. Nos tomaron nota; Pedimos una paella de pescado/marisco para dos. Al decirnos que tardaría un poco, pedimos una ración de sepiola, para acompañar las bebidas, mientras esperábamos.... bebidas; cerveza mahou y una botella de vino Belondrade Quinta Apolonia 2017 (https://www.verema.com/vinos/142312-quinta-apolonia-belondrade-2017/valoraciones/1507663-quinta-apolonia ) Tardaron un poquito, la ración vino 5 min antes que el arroz, así que tuvimos que acelerar el aperitivo para que no se reposara demasiado tiempo el arroz (qué no se enfriara). La paella la situaron en una mesa auxiliar al lado de la nuestra ( ventaja). Acabamos con la sepiola (muy rica) y enseguida el camarero nos sirvió parte del arroz (excelente) muy atento también con el servicio del vino.... Pero..... se despistó y después de esperar a que volviese a pasar por allí para, al menos preguntar si queríamos más arroz, y de ahí la “ventaja” mi pareja tuvo que servirse el , al darse cuenta nos pidió disculpa por el retraso, el arroz frío como que no... jjjj. Un despiste lo tiene cualquiera!!! A continuación los postres; una exquisita tarta de milhojas y una tarta de turrón y nata Me consta que el servicio es muy bueno, y un día lento lo tiene cualquiera, pero eso fue lo de menos. Muy recomendable.

es un restaurante con cuatro variantes.

un restaurante, restaurante, con mantelería y camareros uniformados.

un local de fritos (freiduría Venecora) a granel 

un local de mariscos a granel, lo escoges, lo pesan y te lo cocinan.

una heladería.

es un negocio con más de 50 años de existencia y la segunda generación, cercana a la jubilación, ya tiene a la cuarta (diría que era una nieta) correteando por las mesas, atendiendo al teléfono...etc, con la "gracia" que hace que la bisnieta de fundador haga eso, y con las muchísimas cosas para aprender que le quedan pues cualquier "arte" es trabajo más que ADN.....

cenamos un día en la freiduría y otro en el restaurante.

en la freiduría el servicio y los accesorios son totalmente de chiringuito, a tropel, a granel... gente y gente y servicio al trote cochinero del que no vende, despacha..... seguro que ganan dinero a espuertas.

la calidad de la materia prima es buena, los precios a granel no son bajos, pero como puedes elegir...es fácil dar de comer a mucha gente con precios razonables (mezclas calamares, cazón... y vas cuadrando el tema).

lo coges tu, te lo llevas a la mesa, con la bebida, cubiertos a granel... vamos un poco un mc donalds del frito, pero a otros precios....

volveremos pero poco :)

luego esta el restaurante restaurante....que es el que voy a valorar en las puntuaciones. 

aquí todo es otra cosa.

servicio por parte de camareros veteranos, atentos, cercanos...distantes a veces, pero de cerca...correctos, muy correctos.

loza, copas, mantelería, ...etc todo correcto y casi al nivel de los precios....

la calidad de la materia prima excelente...pero a 140 euros el kilo de gamba roja...pues eso...faltaría que fuese mala!....

el vino tiene un trato justito....sin aspavientos y los precios son razonables...

un lugar recomendable para pagar a gusto lo que comes...aunque creo que se les va algo la pinza hacia arriba, normal en una área donde el Mercedes es el vehículo "corriente"....

En el puerto de Lo Pagan se encuentra este afamado restaurante totalmente reformado y con clara decoracion de casa de mariscos y arroces. Al lado tienen una marisqueria parecida al concepto de Romerijo de Puerto de SAnta Maria con precios de no menos 100 euros por kilo sea lo que sea. En la parte baja del local hay una barra que estaba hasta arriba donde mayormente vimos que la gente iba por el marisco. 

Nos ubicaron en la primera planta en un salon tipo asador marinero que se lleno. Habiamos encargado su famoso caldero a las 14.00 pero aun estando casi solos al principio aparecio a las 14.40. Ademas el famoso caldero en 5 vuelcos parece ser que hay que encargarlo expresamente por lo que el caldero fue el tipico arroz con su mujol aparte. Eso si, ha sido el mejor que he comido. Perfecto punto de arroz y de pescado. Intenso pero no pesado ni como para pasar la tarde bebiendo agua como siempre suele ocurrir. Pedimos un vino que nos encantó :Trapío de La Purisima a unos 18 euros. Acompaño perfectamente el caldero. No ponen nada de aperitivo y como el vino era un tinto con mucho cuerpo estuvimos esperando el caldero a "palo seco" ya que queriamos llegar con hambre al arroz por ser muy potente.

Buen servicio y lugar donde se come bien aunque se paga. El caldero no es caro pero el resto de la carta lo es por ser muy buena materia prima por lo que observamos.

La cuenta ascendió a 50 euros

En resumen, recomendable 

Lugar privilegiado en el mar Pinatar.
lugar para disfrutar y degustar
Local amplio y cómodo. Marisco fresquisimo0 directisimo de Lonja
gambas, cigalas... mojama. Perfecta Dorada a la sal, lugar de cuna, y perfeccion
trabajados postres,
El servicio atentisimo

No me vale la escusa, que por ser verano, este restaurante que forra sus paredes, con distinciones, cursos y etc, trate a sus clientes como ganado y además abuse en el precio.
Reserva 22,30, nos sentamos sobre las 23,35 horas.
3 entradas, gambas rojas jugosas en su punto, bacalao marinado (era ahumado con tomate rayado)calamares fritos recomendados, grueso rebozado, chiclosos y recalentados, el pan estaba duro e intratable, lucha con el camarero, decidimos cenar con picos.
Segundos, pedimos algún pescado fuera de la carta, nos dijeron que solo gallo pedro (luego vimos cabrachos y otros pescados que no aparecían en carta y eran servidos en otras mesas), atún a la plancha (lamina delgada, seca e insípida) gallo pedro frito al centro con patatas y pimientos, poca cantidad, pedimos 2 raciones mas, llegan con mas espinas que tajadas.
El vino, pedimos varias referencias (4 ó 5) que no tenian, el camarero nos ofrece un Barbadillo o un Marina Alta que rechazamos, nos recito los vinos que tenian, solicitamos el cambio de copas para los distintos vinos, la mitad de estas eran de agua.
2 Postres sin historia, 3 poleos y un café.
La cuenta, 281,00€, según la nota el Gallo Pedro servido era de 2,5Kg ( lo dudo, incluso pesando las espinas) cobrado a 47,00€/Kg., nos fuimos hartos de guerra con el sujeto, denominado camarero.
Un sitio para no volver nunca y desde luego para no recomendarlo, un mal chiringuito de playa.

He ido varias veces y todas ellas he salido muy satisfecho, a lo expuesto por KARLITO he de añadir el arroz de la casa y recomendar, dificil de superar, carta de vinos tipica de un restaurante de costa donde predominan los blancos y rosados pero aún asi correcta, el precio en una escala 1-5 yo le daria un 3 RECOMENDADO.

Sorpresón en la playa por antonomasia de Murcia, Lo Pagán, Pinatar.
Uno de esos locales, siempre llenos hasta la bandera, en los que nada mas entrar, sabes de ante mano que vas a disfrutar y de lo lindo!
Local amplio y cómodo, quizá no sea el mas bonito del mundo, pero ofrece todo tipo de comodidades y está perfectamente ubicado en el paseo marítimo de la localidad costera de Lo Pagán, con la manga del Mar Menor, justo enfrente.
Fresquísima toda su oferta culinaria, donde francamente no sabría destacar nada en concreto de lo probado: Si los langostinos del Mar Menor eran estupendos, los percebes no desmerecían nada, pero tampoco las gambas, ni las cigalas, ni siquiera las canaillas! Mojama y una riquisima hueva de mujol con almendra frita salada de entrada!
Pero quizá, lo mas rico, la lubina salvaje, frita con ajitos, patatas y pimientitos de padrón, MAGNIFICO, SUBLIME!
Bien los postres, correctísima la bodega y resto de detalles!
El servicio profesional y muy atento por parte de José Antonio Jiménez Hernández, quien nos atendió con un esmero, digno del local!
Recomendado no, RECOMENDADISIMO, EXTUPENDO!
Interesados, visitar su web www.restaurantevenezuela.com